sábado, 29 de septiembre de 2012

De la invasión española a la OTAN: la victimización del amo


Cuatro días después que Cristina denunció los ataques a Libia y la mentira de la "primavera" árabe en la UN y conferencias de prensa posteriores, un artículo de Infonews "Khadafi gobernaba y castigaba en Libia con el sexo", cita el libro "Las Presas. En el harem de Khadafi" en el que una "investigadora", denuncias abusos sexuales cometidos por el extinto presidente. Y precisa, tras éste "ser derrocado y ejecutado hace algo más de un año". 
Aclaremos: ¿asesinado? ¿linchado? ¿destrozado por una banda de mercenarios?  Eso, sí, "derrocado y ejecutado", no. ¿No sabe Infonews que una ejecución, aunque cuestionable, es un proceso legal realizado por personas destinadas en el Estado a ese efecto?  
La "investigadora" Annyk Cojean, tras un año del arrasamiento de Libia y la eliminación de todas las conquistas populares que la colocaban muy por encima de cualquier país árabe (ver, por ejemplo coberturas de Telma Luzzani o Stella Caloni al respecto), "cita" sin identificación alguna a ¡4 mujeres! que habrían sido abusadas por el ex presidente.
Por supuesto que abusar a una sola mujer una sola vez hubiera sido perverso y delictivo y merecería el repudio universal, pero si como dice la "investigadora" Kadaffi hizo lo mismo con cientos, ¿pasado un año de su muerte no pueden sustanciar una sola denuncia fundada? El abuso es deleznable. Pero el artículo sin demostrarlo, lo usa para justificar la invasión a Libia ya que había que eliminar a "Papá Muhamar".
La foto, que jamás hubiera incluido si no fuera tan grande la contradicción prueba que Kadaffi fue capturado vivo y destrozado hasta morir, el articulo dice ejecución. Denuncias sin pruebas, en cambio, le dicen que Kadaffi era un violador. 
Y es comprensible: el mal, tal cual lo han instalado en nuestras cabezas, parece tener más el aspecto de Kadaffi que el de Hillary Clinton. El mundo entero vio a Obama ordenar el asesinato de Bin Laden por celular mientras una Dilma Roussef se sorprendía por la maniobra. Pero hubo gente que celebró ingenuamente la matanza. Es decir: Bin Laden asesino = Obama no. Esta ecuación no puede ser cambiada por "BL asesesino = O asesino" porque ésta niega los términos de la primera y se caen los argumentos para el intervencionismo y para la identificación de los oprimidos con el amo.
Como bien dijo Cristina, hasta que no entendamos que hay más de un modo de vivir socialmente además del occidental no habrá paz y convivencia en el mundo.
Agreguemos: esto es así no porque con eso vaya a desaparecer el imperialismo, sino porque sin el paradigma occidentocentrista costaría más construir consenso para invasiones, gobiernos títeres, saqueos.
Así, quizás haya menos medios que -aunque no podemos considerarlos reaccionarios- a la hora de tomar una denuncia contra culturas "raras": árabes, orientales, africanos, esquimales, collas, mapuches, lapones (....... agregue lo que le parezca) están dispuestos a aceptar cualquier afirmación sin prueba alguna.
Hace unos cientos de años, un sobreviviente de los españoles que se comieron entre ellos en el fuerte Sancti Espíritu llevó a España otra justificación para el genocidio: ¡había indios caníbales!.
Ciento y pico de años después, un escritor escribe una novela notable, "El Matadero", que tuvo la virtud de recrear el pensamiento paranoide con que los españoles justificaban su dominación y ponerlo al servicio de nuevos intereses: los de terratenientes y saladeros.
Esta vez se trata de un miembro -elegante, prolijo, eso sí-.de esas clases que cazaban gauchos en la campiña y los mandaban a la leva para persuadir al resto de trabajar por migajas en mataderos y saladeros. O al menos de dejar las tierras para que fueran al patrimonio latifundista.
Repasemos, el protagonista es un miembro de la clase que mataba indios porque se prestaban menos para las labores semiserviles, uno de aquellos que se repartían sus mujeres continuando el mestizaje forzoso iniciado por los españoles a pura violación. Un unitario, mismos que fraguaban invasiones anglofrancesas contra Rosas porque le veían mano blanda con la plebe y demasiado nacionalismo. Los que encabezaron la contrarevolución que enterró los sueños de Belgrano, San Martín, Castelli, de convivencia en igualdad con indios y negros.
Volviendo a ese “pobre muchacho” de la novela, con todos los atributos de ser el hijo de un dueño de saladero, o de un importador de productos ingleses o terrateniente o todo a la vez, en lugar de recorrer el matadero dando fustazos y escupiendo nucas, como su poder se lo permitía aunque Echeverría se cuide de decirlo, ¡es atacado por los salvajes trabajadores de la carne! Estos lo ponen sobre unas tablas en una escena sexualmente ambigua que termina con su muerte.
Claro que Echeverría no tenía el entrenamiento de Clarín ni la ingenuidad discriminatoria del periodista que levanta la nota de Cojean y por eso se le pasa un detalle que desnuda la mentira: en su relato está claro que el joven muere víctima de su propia ira, “explotó de ira", dicen los vándalos. En este pequeño detalle, morir por no soportar ni el contacto con esos harapientos, se desmorona toda la operatoria por la cual cientos de miles de trabajadores autosubsitentes perseguidos, desposeídos, forzados a la guerra con el indio (más tarde llevados con cadenas a la Triple infamia) hasta separarlos de toda propiedad que no sea la fuerza de sus brazos, fueron convertidos por obra de la escritura de víctimas en victimarios.
Ni qué hablar de la novela negra que se hizo en los pueblos originarios multiplicando por millones las cautivas que nunca estuvieron en condiciones de capturar masivamente, mientras se dejaba abajo de la mesa un mestizaje impuesto por cacería.
La segunda parte del Martín Fierro es ejemplificadora, mientras en la "ida" se cantan loas a la solidaridad y bondad del indio, en la "vuelta" lo muestran atando las manos de una cautiva ¡con los intestinos de su hijo recién asesinado!  Entre la ida y la vuelta media la decisión de coronar el genocidio llamado expedición al desierto y repartir leguas cuadradas entre terratenientes y milicos. Los que pagaban por oreja de indio, los que se fotografiaban con cientos de cadáveres de indios de toda edad y sexo a sus pies como quien se fotografía con un puma o avestruz, se presentaban así como víctimas en la figura de "la cautiva".
Claro, "El matadero" era una novela. Si no fuera por su papel fundante de una nueva justificación de dominación, podría excusarse en las libertades de la ficción.
Pero hace rato que no alcanza con las novelas para construir el discurso del victimario devenido en víctima. 
- La bomba atómica se lanzó sobre Hiroshima, se dijo, "porque los japoneses no se rendían". Más tarde "porque los rusos iban a llegar a Tokio antes". 
- En el bombardeo gorila a la Plaza de mayo, la culpa fue de Perón según La Nación, "porque sabía y no le avisó a la gente"
- Hebe sería "violenta, confrontativa" = Menéndez "parece un abuelito" (visto y oído en TN)
- La crisis mundial, como denunció Cristina, se justificó en los medios "porque se le vendieron departamentos a gente que no podía pagarlos" (burbuja inmobiliaria).
Hay millones de estos ejemplos, pero un pensamiento construido durante siglos hace que los veamos sin ver y volvamos a creer cada vea que alguien recrea la novela del poderoso victimizado.
Una cadena mundial de medios cada vez más jugados trabaja día y noche para preparar cada avance imperial sobre países que tienen la desgracia de contar con riquezas que el imperio necesita.
Preocupa que medios que no integran esa cadena caigan en los mismos mensajes, sin filtro alguno

jueves, 27 de septiembre de 2012

CRISTINA EN HARVARD, LOS PIBES Y UNA DERECHA QUE COME A SUS HIJOS


Impresiona la violencia y dificultad con que encararon las preguntas ala presidenta la mayoría de los pibes argentinos en Harvard. 
Hemos sido pibes y hemos vivido a esa edad la situación de manifestar lo que uno piensa en situaciones muy duras, caso dictadura, Isabel, la restauración menemista .
Una asamblea en la calle con la Guardia de infantería lustrando los palos mientras tu discurso les calienta las orejas, el velatorio de los compañeros de Trelew en Avenida La Plata con las tanquetas derribando paredes,  las asambleas en Filosofía y Letras frente a miles de compañeros. Aquella vez en una asamblea en la CGT de los Argentinos que a Ongaro se le ocurrió presentar “ahora los compañeros de Filosofía y Letras nos van a contar por qué vienen a nuestras reuniones aunque no son peronistas. Todavía”. O el gringo Masera en acto homenaje a Sitrac – Sitram: "ahora los compañeros de la universidad de Bs. As. expresarán su apoyo a nuestra lucha".
No pienso en los grandes oradores, Agustín Tosco, el Negro Arroyo del FRP, el Negro Segovia o el Cabezón Sobrero, de Villa Constitución, Oscar Landi al romper con el PC de los ´70, Osvaldo de Psicología o Daniel Open. Ni qué hablar de Cristina.
Hablo de los que con mucho de voluntad y mucho de poner el cuerpo nos tirábamos a la pileta en aquellos tiempos.  
O los pibes de los colegios hoy frente al Ministerio de Educación de la Ciudad. Qué homenaje a la escuela pública son estos oradores: "nuestra bandera tiene que ser la alegría (…) porque ¿qué puede ser más lindo que estar todos juntos sosteniendo nuestra lucha?” (Redacto de memoria porque aún me dura la emoción que me disparó escuchar hoy a ese pibe en la TV pública).
Esa es la cosa, habiendo convicción, podés tartamudear, farfullar o cagarte en las patas, pero la idea no se pierde, el concepto sale. Y si no va claro te lanzás igual, porque no sos vos el dueño de tus palabras, sos un montón de voluntades, un montón de historias, deseos, adhesiones, de compañeros que empujan desde dentro tuyo para que las hagas uno en tus palabras. Cuando hay convicción ésta se manifiesta aún en el error.
Eso es lo que faltó en los argentinos-pibes-de-Harvard: se quedaban sin nafta en el arranque, presos de una manipulación impropia de quien va a la supuesta meca del conocimiento, de quien tiene el privilegio–aún hoy día lo es- entre sus pares de Argentina, de quien cursa ciencias políticas allí. No resaltaba en estos pibes su capacidad ni su formación, sino su falta de convicción. Con esas preguntas prefabricadas, difíciles de recordar en su precariedad y más difíciles de plantear si estás ante alguien con convicciones, como la presidenta de los argentinos, Cristina Fernández, una militante del pueblo, de la soberanía, la unidad latinoamericana, los derechos sociales y los derechos humanos. 
No se puede tener animosidad con estos pibes. Sí contra quien por vía familiar o de espacio de privilegio quiso instrumentarlos para “desprestigiar” a una estadista sin par. 
En esto no valen ingenuidades: para quienes movían “la preguntas” no importaba ni la coherencia de las preguntas, ni la respuesta de Cristina. Bastaba con que  estos pibes salieran en la foto. El resto es editar  preguntas y respuestas, cambiar una palabra acá y otra allá, hasta que lo que no se dijo quede como dicho y lo que se dijo desaparezca.   “Los estudiantes le han preguntado a Cristina sobre diversos temas” encabeza “La Nación” en la web, “Revuelo en Harvard” titula la web de los dueños de Papel Prensa y como no ven buen material en la transcripción de la conferencia, se dedican al Foro virtual de la Universidad donde hay, dicen, 150 comentarios. En ellos “no hay insultos pero sí grandes críticas a la presidente”, parece lamentarse el multimedios.
La derecha pierde día a día su capacidad de convocar a construir un mundo que valga la pena, una vida que valga la pena vivir, valores para sostener: sólo mediante el mercantilismo más abyecto puede convocar a las peores mentes de esta época. Su hegemonía es residual pero aún poderosa, se sostiene en la crisis que el mismo imperio de las finanzas genera. 
La economía pone “a pobres contra miserables”, como dijo Germán Abdala en los ´90 y en esa división se sostiene el discurso liberal allí donde no prosperan grandes relatos. No es nuestro caso con la vigencia del peronismo, ni el del Brasil o el Uruguay del Frente Amplio, ni el de la Bolivia plurinacional. Frente a una cultura que se sostiene sobre décadas o siglos de resistencia y dignidad popular el discurso de la derecha tiene la misma poca credibilidad que estos pibes reclamando ¡en Harvard! por la falta de posibilidades para salir del país o comprar dólares.   
Algo alivia al ver a estos pibes: parece que Harvard ya no fabrica virreyes para que vengan a nuestro país a imponernos hacer lo que el imperio necesita. La actitud honesta del pibe de Salta y las dificultades de los otros abre esperanzas. Tal vez ¿por qué no? Alguno de ellos aproveche el tiempo en los EEUU para aprender lo necesario para impulsar nuestro desarrollo soberano. Son tiempos de disputa de hegemonía y como dijera Gramsci es cuando las mejores mentes pueden ser ganadas por el pueblo. Una cultura que los reclama para arrastrarlos en su descomposición o una sociedad por construir con lo mejor que tenemos, esa es la disyuntiva. 

lunes, 24 de septiembre de 2012

TREINTA Y 2. Documental sobre compañeros asesinados en cárceles de Córdoba

JUEVES 4 de OCTUBRE, 16hs, ESMERALDA 138,Capital-Estará presente ANA MOHADED
No tengo palabras para describir la grandeza de Ana.  Ex prisionera en
  los campos de La Perla y La Rivera, Còrdoba, testigo en los juicios de la verdad, La Perla y otros. 

Agradezco haber compartido mi espacio de militancia con alguien de su calidad. 
Nada podrá reponernos a los compañeros asesinados, pero estoy seguro que tendrán el mejor de los homenajes en esta producción

martes, 18 de septiembre de 2012

AntiKs vs Ks, NI LO QUE DECIMOS NI LO QUE PARECEMOS

De golpe aparecen algunos bienintencionados que sospechan que tal vez no estamos explicando bastante lo que hacemos o creeen que tal vez los cacerolazos indican que la gente se nos va yendo o cosas por el estilo. No. 
La mejor comunicadora y conductora que tiene el kirchnerismo, la presidenta Cristina Fernández, fue el blanco de las operaciones convergentes "miedo" - tapa de "Noticias" - cacerolazos. Cristina explica bien, decide mejor, pero y justamente por eso, el multimedios, la derecha "espiritual" y los rezagos del grupo A fogonearon toda esa movida en su contra.
Por supuesto que quienes avanzamos con el proyecto popular siempre tenemos que comunicar y decidir con claridad, Pero agarrar por este lado para analizar los cacerolazos no parece pertinente. 
Los cacerolazos tuvieron, por fuera de los medios dominantes y sus voceros, un acompañamiento casi nulo. Se podrà decir, "bueno, se mostraron cosas tan graves que muchos opositores se cuidaron de quedar pegados". 

Pero no es sòlo eso: no hubo en la sociedad conductas y mensajes concomitantes con lo que los cacerolazos representaron, salvo repeticiones cínicas de Macri de aquello que el Sri Sri y Durán Barba le indicaron decir. No temer, amar, ser humilde, es decir, la antítesis de lo más ruidoso del ceceroleo y de su actuación.
Del mismo modo, aunque siempre es conveniente pulsar el ánimo social, los deslizamientos polìticos e ideológicos, tampoco parece que este sea el plano prioritario para analizar los cacerolazos. Menos tomarlos como un marcador de tendencias. 
Que haya, si lo hay, algún kirchnerista que dejó de serlo no quiere decir que no haya un antik que tras los mensajes del odio prefiera recostarse del lado K para no convertirse en un energúmeno. Ni lo uno ni lo otro indican tendencias en la sociedad aunque toda la baterìa mediática apunta justamente a eso: como denunciara Federico Lupi en memorable mensaje de intelectuales y artistas en España "lo que no sucedió se inventa y lo que sucedió se oculta". En los medios argentinos también. Hablan en nombre de "la gente", reclaman que se escuche a "la gente" como si toda la ciudadanía no se hubiera pronunciado en las urnas hace menos de un año por dos veces consecutivas. 
Hay un núcleo duro antiperonista, al que se suman algunos afectados concretos. Por ejemplo, si alguien compró un paquete turístico hace 8 meses, ahora que va a viajar sabe que le van a cargar el 15% sobre tarjetas y se le va a hacer difìcil mover dólares. O el tipo se la aguanta porque es compañero o se va a calentar. 

Pero el control de cambios es una de las garantías principales de inclusión y de protección al ingreso de la mayoría de los argentinos, los que laburamos, operamos, hablamos, pensamos y cobramos en pesos. Como bien aportaba ayer un periodista de Radio Universidad de Córdoba, Amadeo Sabattini, "tratan de llevarnos a una puja entre igualdad y libertad apelando al puro interés individual", el hacer lo que se me ocurra más allá de las consecuencias colectivas. La fraternidad, el crecimiento colectivo, nuestra caractérística solidaridad pasarían al balance como valores autoritarios. Ese sería el centro del debate si algún referente de la derecha se animara a decirlo abiertamente. Por ahora sólo irrumpe en procacidades caceroleras.
Cristina ya dio cátedra de crisis mundial más veces que las que cualquiera de aquellos afectados por las medidas anticrisis está dispuesto a aceptar. Pero está bien que Cristina insista, no por ese núcleo duro sino por quienes se vinculan con él por entramados de familiaridad, afectos, formas culturales, esos que a cada sacudida de alfombra entran en la duda.
Entre aquellos reales afectados, la mayoría protestará en el marco de sus casas o las de sus allegados. Anticuerpos al autoritarismo que por suerte sobreviven. 

Otros, aquellos que creen que las sobreganancias o divisas las pudieron atesorar gracias a su viveza y no gracias al esfuerzo general y a las políticas de este gobierno, muestran otras actitudes. Algunos fueron a descargar su furia el jueves, algunos están ocupados juntando más. En tanto, los más beneficiados espían cómo otros hacen el trabajo sucio por ellos y siguen contando ganancias. 
Para todos estos sectores es necesario un mensaje de parte del gobierno y la militancia: la coherencia, la seguridad, seguir en la que nos sacó del infierno y abre cada vez más caminos a las mayorías.  La recuperación de YPF, la AUH o el plan de viviendas, el voto a los 16, dicen y logran este año en el terreno de las concresiones, lo único que puede compensar padeceres individuales inevitables. 
El mensaje es hacer, avanzar, seguir promoviendo producción, empleo, distribución, inclusión, soberanía. Democracia, que es la primer marca de estos cacerolazos: suceden en primer lugar porque impera como nunca el derecho de todos y de cualquiera a pronunciarse en favor de lo que cuadre.
Si alguien sigue en contra de cristina, del gobierno, del kirchnerismo, será porque le parece así y está en su derecho. Como nosotros a mantener nuestra identidad, convicciones y discurso. Porque es eso que nos diferencia de todas las oposiciones a los ojos de la gran mayoría de los argentinos: los que no comen vidrio.

lunes, 10 de septiembre de 2012

La tapa de NOTICIAS: poder, sexualidad e impotencia


La imagen de tapa de “Noticias”, a propósito del video de la banda Rockadictos, desnuda impotencia. Impotencia sexual digo. También algo de frigidez y de la envidia/rechazo que aquel que no disfruta siente hacia quien ve que es capaz de hacerlo. La imagen de tapa es la mirada de incomprensión del que no accede al placer compartido. 
La revista “Noticias” no produjo el videoclip, pero lo hace suyo al destacarlo. Seguramente no la guía la búsqueda de fama fácil que procuraron los Rockadictos con un animé que hace ruido en lo gráfico y en el nombre de Crístina para compensar su mediocridad musical. La revista no lo produjo, pero le cierra. Un poder que no se alcanza, una sexualidad que ni se roza: si no se puede lograr, se estigmatiza. 
El peronismo es el movimiento político más erótico de la historia. Por esa ventana que abrió al torrente social no sólo emergen luchas sociales, reclamos, resistencia, colores y voces postergadas por siglos, también las trazas de  una pulsión irrefrenable. Decir que Eva era prostituta, intentar esta imagen de Cristina, rumorear que Perón se comía pibas, es el modo en que la derecha manifiesta y manifestó su incapacidad de obtener placer entre pares. Y de comprender de qué se trata.
El onganiato allanando hoteles alojamiento. Los milicos del proceso prostituyendo en la quinta presidencial a pibas prepromovidas por la revista "Gente" mientras sus subordinados violaban en los campos. El Sultán haciendo la misma con sus amigotes. La exhibición de plásticos y carne sometida con que la TV nos "excita" en casi toda su grilla, modelos cada día más alejadas y alejados de las huellas que el vivir y el hacer van tallando en los cuerpos, en los rostros de cada quién. No son equivalentes, por cierto, pero todas son actualizaciones de una sexualidad bizarra, la que construyó una clase, una cultura, en base a violar indias mientras mataba sus parejas e hijos. 
Y sus continuadores. Apareamientos de elite consumados para ampliar la propiedad de la tierra, el crecimiento empresario, latifundios y monopolios. La cópula sustituida por la propiedad, el placer compartido sustituido por la posesión, la carne desplazada por los objetos. La pulsión postergada por las necesidades de reproducción del capital.
Y en los recovecos de ese entramado de sexualidad y poder, gente común, un pueblo acribillado por derrotas, resiste también en el esbozo de otra sexualidad. que también tiene que ver con poder, claro, el que sugiere esa otra forma de vivir.
Si la falta nos constituye como humanos y nuestro devenir se hace buscando por siempre aquello que ya no alcanzaremos, no es lo mismo buscar lo inalcanzable con y entre mis pares que llenar el vacío con objetos. Quien sólo se satisface en la riqueza, los objetos, su propiedad, no puede comprender el disfrute de compartir. Por eso la derecha hace rato viene perdiendo capacidad para convocarnos con sentimientos positivos. Amistad, amor, solidaridad, bondad son vaciadas en spots de publicidad o codificadas en textos de autoayuda mientras todo lo negativo es reproducido hasta el hartazgo. Si todos somos malos, corruptos, infames, autoritarios, que siga dominando quien ya domina, que al menos lo sabe y nos lo dice.  Sexo, identidades colectivas, nada de lo humano les llega sin el tamiz del interés, la posesión, la conveniencia. “Si sucede, conviene” nos recordaba un Gurú de visita en estos días. Y si no me conviene lo ensucio, podríamos completar.
No digo que el editor de “Noticias” sea el poder económico, ni una parte importante de los dueños del país. No. Trata de ser uno de sus voceros y no sólo por conveniencia sino porque comparte esa limitación de no amar a lo colectivo, de rechazarlo, de publicar para demonizar lo popular.,
Por eso, además, le cierra a "Noticias" un video en el que la ausencia de la líder es mostrada como generadora de violencia y peleas entre sus "seguidores" (nunca van a poder ver al pueblo movilizado como compañero de militancia, no les cabe). Quienes se mueven para mantener privilegios no van a comprender nunca el placer de haber marchado por reclamos y conquistas. Ven en nuestra energía sólo enojo, bronca; no les da para prever cuánto sexo bien logrado se gesta en cada movilización desde que el pueblo quiso saber de qué se trata y se puso en marcha para, además de saber, decidir. Aquel viejo dicho de que los peronistas somos como los gatos, creen que nos peleamos y nos estamos reproduciendo.
Por supuesto que la tapa es una falta de respeto a la presidenta, a quienes la votamos y a quienes no la votaron pero diariamente se involucran en una institucionalidad democrática que la tiene como cabeza de gobierno. Pero la falta de respeto no consiste en suponerle sexualidad, capacidad de disfrutar, sino en suponerle una sexualidad que es justamente la que los caracteriza a ellos, aquella que la vida reclama dejar atrás.
Cuando decimos que vamos por más, no sólo vamos por la reparación, la soberanía, la justicia social, el desarrollo, el fin de la explotación, el trabajo que enriquece la humanidad de quien lo realiza, el despliegue de todas las posibilidades de todos, 
También vamos por una sexualidad que merezca ser vivida, por el placer, la felicidad, el sufrimiento, la duda. “El amor y la igualdad” allí donde y con quien nos encuentren.