martes, 23 de abril de 2024

EL ZUGZWAN Y EL LIBERTARIATO

Zugzuang es en ajedrez una situación en la que se haga el movimiento que se haga todo empeorará. 


A menos que el proceso económico vaya para un lado inesperado, parece que con el discurso de Milei hemos presenciado el pico de empuje del Libertariato y a la vez su entrada en la pendiente. 

Ningún anuncio a la sociedad, datos tan falsos como incomprensibles, ni el menor reconocimiento a lo que siente la mayoría de la sociedad: la crisis que se la lleva puesta. 

Es además una chirinada por temor por la marcha de mañana. 

Es también el momento imperativo para que el campo nacional y popular tome el mensaje contundente que implicará la marcha y se dedique a preparar a la sociedad para la crisis institucional que se irá configurando e ir perfilando el país hacia el queremos ir. 

El único camino para esto será el consenso de sectores. 

Toda confrontación hacia el interior atentaría contra una salida popular, expondría a la sociedad a una explosión sin sentido definido y una fragmentación que hasta puede derivar en un agudización de lo que Germán Abdala resumía como "lucha de pobres contra hambrientos".

El 2001, con su caída final en el duhaldismo sería un ejemplo muy ordenado respecto a lo que puede pasar si continúa la falta de reconocimiento social hacia las actuales referencias políticas populares.

Esta recuperación del reconocimiento perdido no depende fundamentalmente de la sociedad en general sino de que haya actores políticos que sepan conseguirlo. 

Es la responsabilidad de quienes se sienten dirigencia

martes, 12 de diciembre de 2023

10/12/2023: ALGO BUENAS, REGULARES Y MALAS

  10/12/2023: ALGO BUENAS, REGULARES Y MALAS

LA MEJOR: la falta de convocatoria social del nuevo gobierno.

La plaza del domingo confirma cuál es el por qué del voto del 22 de noviembre: ni suicidio social, ni estupidez, ni ingratitud. El veredicto mayoritario resolvió sacarnos del gobierno, pero no para juntar adhesiones masivas a quien triunfara. Menos aún para movilizarse.

La señal de la sociedad es lo primero a registrar en un análisis político.

Esta falta de apoyo social activo sirve para despejar algunas dudas y tomar algunas previsiones.

La asimilación del discurso de Milei a una suerte de fascismo apelando a la represión con grupos sociales contra las acciones de resistencia, tiene que dar paso a otras reflexiones.

El objetivo del gobierno son los grandes negocios y estos no son pensables con sectores que no puedan convocarse ni manejarse.

El gobierno necesitará aplastar conflictos por su cuenta para dejar precedentes que disuadan de resistir al resto del pueblo.

El sector que se dispare únicamente con su limitado consenso sectorial, sea fábrica, universidad, espacio de salud o movimiento social, será derrotado en dos sentidos.

Uno: represión, despidos, cierres de lugares de empleo.

Otro: esos hechos aislados contribuirían, aunque no sea su, intención a la construcción de consenso social como para que se vaya naturalizando lo de “ramal que para ramal que cierra”, “calle que se corta, trabajadores perjudicados”, tomas y bloqueos: “atentados contra la propiedad privada”.

Nuestra labor militante tiene su sustento en acompañar al pueblo en su movimiento, no sustituirlo en la fijación de objetivos ni en las acciones a realizar. Tampoco juzgarlo cuando no responde a nuestras expectativas.  El “votaron esto” (sumado a un “se lo merecen”, en sordina) es una mala sustitución de todo el proceso de revisión que tenemos por delante si queremos la unidad del pueblo contra el proceso abierto y reestablecer nuestra presencia como herramienta.

Será en el acompañamiento, referenciado en el verdadero sujeto de la historia, que podremos recuperar la ligazón hoy puesta en cuestión.

LO PEOR: la falta de una referencia política que facilite el repliegue y aporte a la reorganización y resistencia a las acciones del gobierno que irán profundizando la crisis, la fragmentación social y la desagregación de la poca institucionalidad que queda.

Se ha fracturado aquello que daba unidad al pueblo como tal: la presencia de una referencia política confiable y que sea reconocida por el pueblo como expresión de su identidad. Un no- frente nacional y popular ganado por luchas internas que recién se atenuaron ya entrados en la campaña electoral, fue abandonado por el voto mayoritario, salvo algunas excepciones.

Esto pone en riesgo los mejores rasgos identitarios de nuestro pueblo tras 82 años de predominar la solidaridad como eje de su existencia, el “nosotros” como condición del “yo”.

Como refería en estos días Pablo Semán, sociólogo, para las y los más cercanos a Milei, “la casta” somos nosotros. Es decir,  LLA trata de instalar “la casta” no sólo como concepto para agredir a políticos  e instituciones, sino también para aislar a cualquiera que no pertenezca al grupo social que sea capturado en su propuesta de disolución.

EL MARCO

No llego a conocer aún lo que será el primer programa que anuncie Caputo, pero es indudable  que tendrá un carácter depredador, dirigido a que caiga sobre las espaldas de los sectores populares el costo de alcanzar alguna estabilidad de negocios y la disolución social necesaria para imponerla.

Este será el marco a tener en cuenta para la construcción de una propuesta popular. Todo nos va en contra, menos la disposición de las mayorías que aún está abierta a la disputa.

Mario Burgos, 11/12/2023

viernes, 8 de diciembre de 2023

LA BATALLA CULTURAL, LA VERDADERA

La batalla cultural casi siempre está perdida en el capitalismo. 

Por eso hay capitalismo, que no es sólo explotación y dominación. También son palabras, discursos, modos de relacionarse, de verse uno mismo.

Pero el sistema tiene sus fisuras y son estas las que dan lugar a pequeñas batallas en las que a veces gana el pueblo con su resistencia y sabiduría. Y es a través de esos pequeños triunfos que va abriendo paso a sus derechos, acumulando su propia identidad.

Este proceso siempre está sujeto a nuevas coyunturas en las que el gran capital, sus gerentes, sus voceros y referentes recuperan espacios y vuelven a dictar el argumento. 

Es algo que nuestro progresismo no entiende: no hay ni "definitivo", ni seguro, ni "IRREVERSIBLE", en la lucha de los pueblos ni lo habrá hasta que el capitalismo sea un recuerdo.

Por eso, las referencias populares no pueden ni deben promover batallas irrealizables ni, como ha sucedido en nuestra Patria, perder el gobierno. 

Los procesos populares no sufren derrotas en abstracto, se pierde siempre a manos de los más poderosos, hayan sido explícitos o manipuladores. El poder se totaliza en sus manos y el pueblo se retrae para sobrevivir.

Y cada rearmado de estas relaciones de dominación reclamará nuevas luchas resistencia y construcciones políticas, pero en el marco de un retroceso en chancletas en el que la confusión, la falta de conducción confiable y las dificultades de sobrevivencia cotidiana masifican la desconfianza, la decepción, el derrotismo, las luchas intestinas.

También produce la falta de conducción concreta, ya que el pensamiento político orgánico no se nutre de clarividencia ni de discursos fogosos sino de sintetizar lo que el pueblo abre con su movimiento.

Ese es el trabajo de toda referencia hoy: dejar de justificarse y de juzgar a votantes y referenciarse en la disposición de lucha y los objetivos que el pueblo está dispuesto a resolver. 

Reconocer que son o no son en tanto los reconoce el verdadero sujeto de la historia .


domingo, 12 de noviembre de 2023

MILEI Y EL OTRO. CLONES O LA NADA

 "¿Cuál es el tipo de “otro” que configura Javier Milei en su discurso?"

Un amigo y colega me convoca y desafía con esta pregunta a raíz de una charla que tuvimos sobre la gestualidad y los arranques de ira del candidato de LLA en los momentos en que su mirada se aparta de todos los presentes y se dirige, gritos mediante, a veces también con su cuerpo, hacia un espacio vacío. 

No estamos habilitados para encarar un diagnóstico y menos hacer público una opinión sobre su salud mental, pero tenemos, como cada ciudadano, derecho a preguntarnos qué forma de vínculo humano nos promueve un candidato a presidente. ¿Qué forma de convivencia instala desde el lugar privilegiado de modelo para la sociedad que le brinda su participación electoral?

No hay modo de hablarle al otro sin decir sobre uno mismo y no hay modo de hacerlo sin proponer un tipo de vínculo.

Cada vez que Milei habla del “otro”, habla del mismo modo:  no hay nada en su palabra que salga de un modelo en el que hay sólo dos lugares posibles y sólo un modo de relación: la del amo y el sometido.


¿Quién entonces está en ese lugar vacío hacia el que Milei grita e insulta cuando algo, sea en TV sea en otros medios, no se ajusta a sus decires e ideas?

Estamos nosotros, el pueblo todo, los que instalamos la legitimidad de que haya dos candidatos sujetos a votación. Si para el candidato no hay Estado ni comunidad como referencia, los otros que nos desplazamos fuera de las coordenadas amo/sometido en que discurre Milei, todas y todos aquellos que no repetimos al pie de la letra su guion. Somos un "otro" que irrumpe como una molestia, una carga, algo no puede estar porque en cuanto aparece con sus particularidades, “impide” su pretendida libertad de dibujar un mundo único, la cuestiona o la relega.

Su “otro” ideal remite a un clon, alguien que quiera lo mismo que él, que piense igual y en el que toda diferencia deba ser anulada, borrada o desaparecida, agresión verbal mediante.  De allí la violencia discursiva, los ataques a todo lo que instale un reconocimiento de pares.

Todo esto sería una cuestión que sólo le incumbe a él y sus cercanos si Milei no estuviera en el lugar político en el que lo coloca su candidatura a la autoridad presidencial.

Entonces ¿Cuál es el modelo de vínculo que prefigura Milei?

Cuando Milei nos dice que consulta con su perro ya muerto nos relega a todos los interlocutores al lugar de ese perro, a quien dice amar, pero lo reestablece vía clonación, un procedimiento destinado a evitar la irrupción de diferencias.

En el mismo lugar sitúa a lo femenino en relación a lo masculino o lo infantil en relación a lo adulto y es habitual sus metáforas ubiquen a la autoridad del lado del abusador.  No hay amor sino uso, dado que no hay paridad sino jerarquías, no hay mandato de convivencia sino satisfacción de quien se cree el elegido.

Podría dar lugar a confusión cómo expresa Milei su vínculo con su hermana, respecto a la cual él es quien quedaría como el perro domesticado (Karina, a quien identifica como Mesías, retrocediendo él al lugar del divulgador).

No hay pares en esta construcción subjetiva sino jerarquías y la estructura vertical a la que refiere: el orden de la manada.

Este orden puede invertirse mientras se mantengan formas jerárquicas. Otra vez, el caso de su hermana a quien llamaba "el jefe" (no la jefa) o ahora el de Macri post primera vuelta, respecto a quienes Milei queda subordinado.

La derrota en esta última elección tuvo el efecto de dejar al desnudo esa estructura sin que sepamos aún cuánto puede recrearse. Pero la captura que realiza Macri anticipa, en caso de resultar Milei elegido, la ejecución de lo antisocial por medio de alguien que, viéndose como elegido para la tarea, pueda ejecutarla sin límites, sin reparar en costo social y político alguno.

No se trata de un mero ejercicio intelectual, sino del hecho que nuestro país, nuestra sociedad y nuestra cultura inclusiva, fundada en la búsqueda del bien común, están expuestos a la posibilidad de que ejerza la máxima autoridad alguien que sólo tiene como norte su propia ocurrencia.

Mario Burgos. Psicoanalista, psicólogo comunitario, Co-coordinador de la subcomisión de Salud Mental del Instituto PATRIA

martes, 31 de octubre de 2023

EL PUEBLO, ORIGEN DE TODO

Un período de división en las referencias políticas, confusión, derrota, la derecha a paso de vencedor.


Pero cuando las referencias recibieron el mensaje, hubo unidad, claridad en los objetivos, triunfo, la derecha implosionando.

La diferencia la hizo una y otra vez el pueblo.

Se podrá decir: 36,6%, jugar a la aritmética, pero aquello de 1+1 no es igual a 2 se inventó para la política. 

Nuestro pueblo somos más de 47 millones y en diferentes momentos una parte diferente del pueblo inicia un movimiento que se va extendiendo a la mayoría. Se fortalece o debilita nuestra posición, resistimos y avanzamos o retrocedemos. 

Todo depende de que las referencias políticas sepan reconocer qué se juega, a qué está dispuesta nuestra gente.

También puede decirse que la derecha se divide y es eso lo que favorece nuestra posición.

Por supuesto, pero esa división no es autónoma. Sucede porque a algunos les cae la ficha de que con la actitud popular planteada no podrían sostenerse, mientras que otros siguen a chocar con el muro social que se afirma.

Extendamos esto al poder económico: se viene un salto de calidad en el desarrollo argentino vía energía, minería y tecnología. 

Quienes manejan fondos en la producción necesitan previsibilidad, poco conflicto, estar seguros de que sus inversiones, bienes y ganancias no corren riesgos. Una parte, que esperaba beneficiarse del caos, se va fraccionando entre quienes desensillan y quienes aceleran en soledad, como el petrolero mileista.

Así que la mayoría se va apartando del estallido que anuncia cada palabra de Milei y anunciaba, antes de su rendición vergonzosa, cada palabra de Bulrrich. 

No faltan por supuesto maniobras para sacar alguna diferencia, algún beneficio nuevo o al menos marcarle a cancha a Massa. Es el capitalismo: no hay más buenos momentos para el pueblo que aquellos en que puede sostener sus derechos. 

Por eso importa el Estado y su manejo. La diferencia se hace cuando el pueblo accede al gobierno. 

Una vez más, sin dejar de lado lo económico, la salida es política: si se recibe el mensaje popular y se actúa en consecuencia, se está creando un entramado de alianzas que mejora la actual correlación de fuerzas. Si además ganamos el 19 de noviembre lo principal será sostener el vínculo pueblo/ referencia política consolidado en las elecciones recientes. 

Nada está resuelto, ni siquiera la elección en segunda vuelta, menos aún la restricción externa, la presión del FMI o las necesidades de los sectores más vulnerables. 

Pero si se sigue el camino encarado tras las PASO, con el oído puesto en el mensaje popular, el futuro estará en disputa.

Mario Burgos, 31/10/2003

viernes, 27 de octubre de 2023

LAS ABERRANTES METÁFORAS DE MILEI

LAS METÁFORAS DE MILEI

Son una de cuestión de moral pública y privada, no un tema de Salud mental.

Me puedo referir a esto ya que no estoy evaluando la salud mental de una persona sin su autorización ni tengo la menor relación profesional con esa persona.

La "metáfora" con pedófilos y pibes en un jardín de infantes, la de estar entre las sábanas de quienes lo critican  en la web, las de destrucción a quien se le oponga expresan una base moral de esta persona.

Ahí si puedo opinar como un ciudadano que está considerando qué tipo de presidente quiere para este país y sus semejantes.

Imaginemos una situación: reunión de cualquiera de nosotros con amigos. Allí, un Milei dice, sin ninguna relación con el tema, lo del pedófilo con los pibes y el jardín. ¿Alguien le sigue el tono y contenido? ¿Alguien agrega una metáfora similar? ¿Alguno de los presentes puede emitir una fase que no sea "te fuiste al pasto"? ¿Dejaríamos a nuestras hijas e hijos a cargo de Milei?

¿Por qué estas dudas?

Porque nosotros, los padres y madres, hermanos, amigos, semejantes, tenemos una moral que prioriza la convivencia, que no naturaliza el abuso, que cuida a los más vulnerables, que considera que las chicas y chicos son de algún modo una riqueza y una responsabilidad para todas y todos.

No sólo no producimos esas metáforas aberrantes que nos convocan a algo oscuro, sucio, repudiable. No las podemos incorporar a nuestro discurso, están fuera del campo de nuestras acciones. Es una parte de aquello que nos hace humanos. 

Pues bien, este candidato a presidente lo dice a los gritos en los medios de comunicación, abiertos a ser escuchados por nuestras chicas y chicos. Nada detiene sus frases abusivas, por el contrario las repite y reafirma sin que nada lo haga siquiera retractarse.

Por eso, la pregunta no es si Milei podría gobernar como presidente sino qué haría con semejante poder alguien tan inmoral.

¿Qué podríamos esperar de un presidente que nos gobierne con esos parámetros? ¿Qué límite puede tener frente a leyes, reglamentos, disposiciones, si no es capaz de tenerlos ante leyes que son previas a cualquier constitución y son las que constituyeron nuestra humanidad misma?

No se encuentra otro antecedente de ese grado de perversión en nuestra historia democratica, salvo en las irrupciones  dictatoriales que ejecutaban su inmoralidad, pero aún teniendo la impunidad de las armas trataban de ocultarla en sus decires.

Esto no es un dato aislado, es una prueba del tipo de personas que mayoritariamente somos, fuimos y queremos ser como sociedad en democracia.

Forma parte de nuestra genética y estoy seguro que la próxima votación vamos a refrendarla.

miércoles, 13 de septiembre de 2023

A LA BUSQUEDA DE EL SUJETO HISTÓRICO

En el artículo "Las teorías de la Emancipación en busca de su sujeto",publicado en Pagina 12 de 13/09/2023, Jorge Alemán parte de un presupuesto: "el capitalismo contemporáneo dejó vacío en su nueva versión neoliberal y financiera: el proletariado como sujeto histórico de la revolución". 
Y no. Los trabajadores no han desaparecido. Son las derrotas de los '70 y la convergente crisis de las propuestas populares las que produjeron un fenómeno dialéctico: la dispersión y diversificación del "antiguo" sujeto histórico y la pérdida de referencia social de los progresismos, su incapacidad para reconocer esas transformaciones. 
En la imposibilidad de reestablecer vínculos con las y los "nuevos" trabajadores, los progresismos se refugiaron en la autorreferencia (constituirse per sé en una conciencia incomprendida pero acertada) o en la negación de la existencia del sujeto social capaz de confrontar contra la explotación y dominación, contra el capital desde hace décadas está en crecimiento hegemónico y económico constante.
Las resultantes son: 
 - El voluntarismo: una forma de referenciarse en sus propia percepción de la realidad y definir sus objetivos y políticas sin referencia en el protagonismo y crecimiento político de los pueblos. 
- El derrotismo: la adaptación a los designios del gran capital y el imperialismo la expectativa de cumplir los objetivos de estos, pero reemplazando las formas conservadoras por otras más políticamente correctas. La socialdemocracia, antes el euro comunismo, son y fueron esto. 
Cada realidad nacional alberga estas variantes sea mezcladas, sea con predominio de alguna de estas, como en Europa. 
 Un subproducto de estas variantes es la creencia en la posibilidad de un capitalismo "bueno", la expectativa en que las prácticas democráticas y de buena convivencia debieran darse de por sí, la caída en la agenda de la derecha cuando ésta nos muestra con sus actos salvajes que el único capitalismo soportable es aquel en el que el pueblo ha logrado unidad y condiciones de poder como para realizar y saber defender sus conquistas. (Discurso del 17 de octubre básico) 
En la Argentina, estas tendencias confluyen habitualmente en un objetivo: la construcción del "tercer movimiento", una formación politica que sustituya al peronismo, al que consideran algunos anticuado, otros freno al reclamo popular. Una variante: considerarse a sí mismos, dentro de un movimiento diverso como el peronismo, los unicos peronistas. 
Los pueblos siempre resisten y van generando en su devenir condiciones para el desarrollo de formas políticas que de algún modo los expresen y articulen su disputa por mejores condiciones de existencia, nuevos derechos, protagonismo en las construcción de políticas de Estado. 
Pero hay que reiterar la falta de referencia social de muchas de estas formas políticas, es decir su no reconocimiento de que deben ser la expresión de un sujeto social y que sus discursos, propuestas y acción deben expresar los sueños, reclamos y posibilidades de ese sujeto. 
 Al momento virtuoso de los pueblos a principios del siglo XXI en nuestra región, lo sucedió un rosario de gobiernos neoliberales no sólo por la recuperación política del gran capital y la acción imperialista, sino también por el agotamiento de perspectiva que sufrieran las referencias populares. 
Hoy está casi todo en disputa y de cómo se resuelva ésta en nuestro país depende en gran medida hacia dónde tenderá a inclinarse la balanza regional. 
A pesar de la precariedad con que llegamos a esta disputa, todas las señales de nuestro pueblo indican que la posibilidad de triunfo sigue abierta y que no hay excusas para nuestros referentes politicos: si ganamos habrá que reconocérselo en primer lugar a la memoria de nuestro pueblo y en segundo a quienes se pusieron la campaña al hombro. Si perdemos, la búsqueda del por qué de la derrota no habrá que buscarla en el pueblo. 
Aclaración: He alternado los términos "trabajadores" y "pueblo". Creo que hoy, ese sujeto variopinto que antes se dominaba "proletariado" está contenido en el término pueblo. En este mismo espacio social se albergan, a veces en cantidad a veces no, los sectores con cuya alianza los trabajadores pueden disputar con posibilidades sus derechos. Favor que nos hace la voracidad del gran capital y no hemos sabido aprovechar