LOS TRABAJADORES: ¿VISTE?
Cada tanto vuelven a aparecer
seudointelectuales para pontificar sobre nuevos actores que vendrían a
ocupar el lugar, al parecer equivocado y anacrónico, que Marx, Mandela, Fidel y Perón, entre otros, le asignaran a la clase obrera como generadora
de riqueza, transformadora de la realidad, sostén de democracia y
soberanía.
Cuatro cuestiones que la oligarquía y corporaciones no pueden aceptar ni permitir que prosperen.
Por eso, a diferencia de muchos progresistas, incluso compañeros, la
batalla central que se ha planteado este gobierno y ofrece a las
multinacionales.
Incluso los "privilegiados" informáticos, científicos,
profesionales, que podrán despegarse un poco de la plebe manual mientras
haya una relativa prosperidad, pero quedan tan colgados del pincel como
un trabajador textil apenas el país vuelve a ser gobernado como
factoría del imperialismo.
Cristina en Atucha o Cueroflex nos
señala una realidad que no podemos perder de vista: Hay que construir el
Frente sin perder de vista que los trabajadores siguen siendo actor
central.
El articulo de Dardo Castro alumbra un plano semioculto de
la ofensiva neoliberal, las decisiones que encuadran hacia el pasado a
millones de trabajadores mientras represiones como las de PEPSICO
disuaden de resistir.
nales es la de someter a nuestra clase obrera, suprimir
derechos adquiridos con solidaridad, sangre y persistencia y reducirla a
lo que puede verse en muchos países centrales y la mayoria de los
periféricos: productores individualizados, de uno en uno, marchando
apiñados en trenes, metrobuses y subtes a cumplir, mas apiñados y
devaluados, la colectiva tarea de producir como parte de una maquinaria.
AQUÏ EL QUE NO CORRE VUELA, por Dardo Castro
Si la condena a prisión por 9 años que el juez Moro le asestó a Lula
despierta la envidia de todos los que querrían que Bonadío meta presa de
una buena vez a CFK, la reforma laboral aprobada recientemente por el
Congreso de Brasil ha transformado a este país en el modelo a seguir
para el gobierno argentino y la coalición patronal y mediática que lo
sostiene. Las grandes empresas de radicación local reclaman medidas
similares para no perder competitividad con nuestro principal socio en
el Mercosur, en tanto que el coro de economistas neoliberales y los CEOS
de las consultoras financieras y los fondos de inversión reclaman poner
fin al déficit fiscal, como pretende hacerlo el gobierno brasileño con
la ley que congeló la inversión pública por 20 años. Temer y su pandilla
de depredadores también van por las jubilaciones con un proyecto de
reforma que, por ahora, se halla estancado en el parlamento a la espera
de que se disipe la nube tóxica que desparramó el Lava Jato.
Mirando
a Brasil, aquí en la Argentina de Macri ya se han puesto en marcha
cambios decisivos en los regímenes laborales para “mejorar la
competitividad” con nuestro vecino. Ayer Página 12 informó sobre el
pliego de “iniciativas” que las terminales automotrices de ADEFA
consideran imprescindible para alcanzar la producción de un millón de vehículos en 2023.
Así, en la nota “Las terminales le presentaron al Gobierno un duro plan de flexibilización laboral”, publicada ayer viernes, leemos:
“La
larga lista de propuestas incluye la reducción de costos logísticos y de
los principales insumos, baja de impuestos, incentivos para ganar
mercados y planes de capacitación. Pero antes que nada aparece la “fase
1” de “mejora de la competitividad mediante el aumento de la
productividad y reduciendo el costo laboral”, cuyos resultados concretos
se esperan para este año. Incluye temas como el desarrollo de
polivalencia entre puestos, flexibilidad en la contratación de personal
temporario o eventual, desarrollar un marco de tercerización de
actividades y que el tiempo de comedor no integre la jornada de trabajo.
Las empresas profundizan sus usuales exigencias porque saben que tienen
buena recepción en el Gobierno. También el contexto regional sopla a su
favor: en Brasil se acaba de sancionar una reforma laboral que anula
derechos básicos de los trabajadores.
En el capítulo de “acuerdo con
el sindicato”, las empresas proponen “definir un objetivo de ausentismo
del 3 por ciento mejorando el control interno” y la “aplicación de
metodologías que aumenten la productividad”, como la “medición de
tiempos”. Buscan el “aumento del nivel de saturación –redoble de la
intensidad de trabajo–”, la “adecuación de actuación gremial (cantidad
de horas, cantidad de delegados, micro conflictividad)”.
El segundo capítulo es el de “cambios en el convenio colectivo”.
En este punto, las empresas quieren “la subdivisión del convenio
colectivo por servicios” y “permitir el desarrollo de polivalencia entre
puestos de trabajo y áreas”. Otro renglón remite a “la revisión de
incentivos, premios y bonos en relación a cumplimientos de objetivos de
calidad, productividad y ausentismo” e “incorporar un nivel de ingreso
con menor salario por el período de adecuación correspondiente”. Las
terminales quieren que el “tiempo de comedor no integre la jornada de
trabajo” e implementar “banco de horas acumuladas en
paradas/suspensiones para compensar horas extra”. Las automotrices hace
tiempo que vienen presionando para no pagar por el tiempo de almuerzo y
ahora buscan dejarlo establecido formalmente.
En el capítulo de
“cambios de legislación” se destaca la idea de “reducción de cargas
sociales” y la búsqueda de una “mayor flexibilidad en la contratación de
personal temporario o eventual”. Las firmas automotrices quieren
“desarrollar un marco de tercerización de actividades” y la “revisión de
la ley de contrato de trabajo, que permita disminuir las contingencias
legales”. Por último, las empresas buscan avanzar en los “incentivos
para el desarrollo de convenios de pasantías”
PERO LO PEOR es que
algunas de estas medidas ya fueron acordadas entre la automotriz Nissan y
el sindicato de los mecánicos, SMATA. A continuación, parte de una
entrevista que publicó hoy La Nación con el presidente de Nissan
Argentina, Diego Vignatti, quien afirma que las condiciones para
exportar fuera de Brasil “hoy no son óptimas. Hay que mejorar desde
todos los ángulos, gremial, de procesos, de infraestructura, de
logística. El gobierno nacional entiende y nosotros también entendemos
las restricciones políticas y económicas para avanzar en la velocidad
que quisiéramos, pero hay que hacer reformas porque no estamos solos.
Brasil acaba de aprobar una reforma laboral que le dará mayor
competitividad a su industria.”
ES TIEMPO DE CONSTRUIR LO NUEVO En los mejores días, decíamos "Gracias Flaco y Cristina x hacer lo que dijeron que iban a hacer y parecerse tanto a lo que fuimos y somos". Intentamos un continente en que crecer con solidaridad, inclusión, diversidad, equidad y justicia. Hoy la situación es otra: Un gobierno dirigido realizar su "revolución" conservadora, saquear al pueblo, arrasar derechos y legalizar el nuevo estado de situación. AHORA ES TIEMPO DE IMPEDIRLO Y LO HAREMOS RESISTIENDO UNIDOS
domingo, 16 de julio de 2017
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