martes, 16 de diciembre de 2014

Argentina sonrie: la vida y los dientes

Experiencias que no voy a olvidar.
 1. La primera vez que en la entrevista inicial una mujer me habló con su mano cerca de su boca, tapándose cuando una sonrisa u otra expresión podría haberme dejado ver la falta de dientes
Mujeres malalimentadas que perdieron dientes en sucesivos embarazos, mujeres malrespetadas a las que les extrajeron dientes por falta de instrumental o material para tratamientos de conducto, reparacion de caries, etc. Mujeres relatando sus vidas, revisando, descubriendo, replanteando, sus mejores y peores momentos y a la vez preocupadas por ocultar su falta de dientes, algo de belleza perdida, también de dignidad arrancada.
Son más que dientes ausentes, es vida avasallada, oportunidades que no se tuvieron, son derrotas que se repiten una y otra vez las que se representan en esos huecos
Y las entrevistas y sesiones, que con los años se multiplicaron en cientos, en miles y en casi todas hay manos que ocultan y sustraen bocas a la mirada. En un consultorio de salud mental, en un lugar en el que el decir, los labios moviéndose al decir, son casi todo.
2. En el último mes de embarazo de la madre de mi hija, yo pasaba por una panaderia en Caballito y compraba un presente de reconocimiento seguro: un gran, gigante, merengue dulce de leche.
Llego a casa, la Negra comienza a comerlo y al segundo mordisco se juntan el ruido del merengue que cede, el de un diente al quebrarse, con su expresión de disgusto y bronca, desazón y un movimiento de su mano que sube a ocultar un hueco nuevo en el que se reúnen años de cárcel, penurias, maltratos y hasta la electricidad de la picana debilitando dientes que supieron compimirse hasta lo indecible en la vieja y maldita Coordinación Federal.
Creo que antes de los dos minutos ya estaba llamando a Daniel, compañero, amigo, pero sobre todo dentista que en días trató, puso perno, corona y dejó todo 0km. para que Laura tenga la primera imagen de su madre (sabemos que no la ve aún esa pero así se construyen los recuerdos en que la vivencia es sustituida por el relato materno) con la sonrisa cansada, pero completa.
3. Año 1995, bajar en La Habana, besar su suelo y salir a recorrer y absorber como una esponja todo lo que ofrecía ver en su hermosa gente y su trato. A la media hora ya entendimos qué era lo que nos venia llamando la atención y no terminabamos de registrar: todas sus bocas hablaban, sonreían y reían con todos sus dientes. Qué diferente era ver a todo el mundo repartir todas las expresiones de sus rostros sin cubrirse
4. Año 2002: marcha "piquetes - cacerolas" en ese raro tiempo en que unas y otros pudieron juntarse en la convocatoria de Luis. En algún momento de la caminata, salgo y me paro en una esquina para sacar una foto. Dos pibas se detienen a ver la columna, buena ropa, se las ve sorprendidas. Una lo dice:"les faltan los dientes".
Cierto, cientos, miles de bocas gritan "...la lucha es una sola" y un poco porque la multitud da fuerza, otro poco porque las manos llevan chicos, banderas, bolsos, no hay forma de ocultar esos huecos que fabricaron la exclusión, la falta de empleo, antes que las caries. Ayer Cristina Fernández anuncia"Argentina sonríe" y es como si esas experiencias las hubiera vivido en su compañía. Nuestra gente va a tener, de un modo u otro, todos los dientes en su sonrisa y sus manos gesticularán, acariciarán, se agitarán, aplaudiran y guardarán el ocultarse para momentos que lo merezcan. Tan maravilloso como tener una presidenta compañera, que sepa que los dientes son más que dientes y lo diga con tanto sentimiento.
T

miércoles, 3 de diciembre de 2014

¿ENVENENADORA VÍCTIMA O VÍCTIMA ABUSADOR?



Cuando escuché las primeras noticias sobre un caso de envenenamiento a un profesor por parte de una alumna, viendo que prácticamente todos los medios deban por seguro el hecho y culpaban a la alumna, me hice tres preguntas: ¿es cierto? Si lo es: ¿por qué cosas tuvo que pasar esta chica para hacer algo así? ¿Por qué hacerlo contra un profesor?
En principio me quedé en las preguntas y decidí no prejuzgar hasta que se difundió más información sobre el asunto.
Cuando vi el primer reportaje al profesor, sus comentarios sobre la familia de la alumna, sus “sugerencias” sobre la vida sexual de ésta (“yo sé de sus relaciones…complicadas” ¿Hablar así de una piba de 12 años, de su alumna?) y su explicación de por qué se lo hizo a él  (“Yo la ponía límites”) empecé a confirmar que había algo más que un episodio de envenenamiento (no demostrado, además). Por obligación profesional me cuidé de comentarlo. Además no tenía sentido ir contra un trabajador sin tener elementos, pero todo daba un tipo sin ningún respeto por sus alumnos, resentido de la vida de éstos, ampliado como víctima por los medios mientras quedaba en segundo plano su conducta.
Justo es reconocer que, al menos en el reportaje que reproduce BAE, Lobo de TN, tan proclive a acentuar los planos  más sórdidos de la noticia (“¡estuvo en terapia intensiva! ¡tuvo síntomas!”) se tomó el trabajo de preguntarle en un momento si había tenido problemas él con la alumna. De todos modos se contentó con la primera respuesta y siguió construyendo el nuevo caso de adolescente peligrosa.
Pasa un día y emerge lo que había quedado en segundo plano, alumnas anteriores que denuncian acoso, violencia, en escuelas de las que Porro se tuvo que ir una y para vez, siempre sin que quede constancia de denuncia. El secretario de UDOCBA, además, sin esperar a que se presenten testimonios y la justicia haga su trabajo,  sale a defenderlo (¿por qué? ¿vale más la palabra de un colega que la de varias alumnas que lo tuvieron de profesor y –en un caso- lograron que deje de darles clase mediante medidas de protesta?)
Ahora,  si las acusaciones que van apareciendo prosperan, los medios se lanzarán sobre el chacal (o el apodo que se les ocurra). Si no prosperan seguirán con la “adolescente envenenadora” (se compruebe o no la presencia de veneno). En ambos casos su discurso tendrá la enjundia suficiente como para meter debajo de la alfombra su papel generador de este tipo de situaciones, su construcción del joven (sobre todo del joven con familia y vida precaria) como peligro del cual cuidarse, su hábito de condenar y victimizar sin  pruebas.
Hay que decirlo, los violadores no son producidos por los medios, tampoco la agresión irreflexiva. Supongamos por un momento que ninguno de los dos haya hecho nada reprobable y que todo fuera una gran confusión, que ni la piba envenenó ni Porro abusó. ¿Quién podría y cómo  rescatarlos del lodo al que los arrojó el tratamiento que los medios hicieron del caso?
A cada momento nueve de cada diez programas legitiman una lógica de la no lógica, del vale todo, de la afirmación sin argumentos, la denuncia sin prueba, el chisme como sustituto de la investigación y la noticia, la desconfianza del otro antes que la solidaridad y el respeto por el más postergado, el victimario como víctima y viceversa, no de acuerdo a los hechos sino de acuerdo a los prejuicios del que habla o aquellos que haya que promover ese día. Si esto es reprobable en cualquier época, lo es más cuando desde el Estado se promueve medidas y un discurso tendiente a hacer del prójimo un semejante, alguien con quien compartir. Pero la maquinaria de medios ocupa buena parte de la atención cotidiana de la población y por ende siembra al menos confusión sobre valores que tenían cierta solidez antes del genocidio y el menemato.
Ni qué hablar del machismo que chorrea en sus discursos: si Porro fuera culpable ¿con qué discurso y con qué lógica podrían criticarlo programas donde las mujeres son reducidas casi a servidumbre mientras un “conductor” comenta al pasar que reventaría a una de ellas porque tuvo la dignidad de negarse a que le acorte su pollera mediante una tijera?
Entre tanta hojarasca queda oculto, además, el contexto institucional de este caso. Escuelas que no dejan constancia de denuncias, comisarías que no toman denuncias. Alguien hace la vista gorda por motivo corporativo, alguien por no tener problemas, alguien porque reprueba el estilo de vida de los pibes de hoy. ¿Quién si no las jóvenes son la primeras víctimas de estas lacras institucionales? El sometimiento de la mujer es la matriz en la que se recrean todos los sometimientos. Avanzamos a ponerle coto, pero la vida cotidiana lo recrea una y otra vez, como hábito institucional, como prejuicio social y familiar, a veces hasta hay quien quiere definirlo como forma de amor.
Total: hacer lo posible para que se pueda investigar y llegar a una conclusión cierta sobre este caso. Mantener la mirada atenta para que, si realmente hubo abusos no terminen otra vez ocultos tras un mueble.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Sida: Día mundial. "Apuremos el paso"


Desde 1988, a propuesta de la OMS y por aprobación de la Asamblea General de Naciones Unidas, se celebra esta fecha.
La denominación, Día mundial "de lucha contra el sida", no es compartida por todas las organizaciones y redes de personas viviendo con vih.
La infección por vih y el sida no estan en algún "territorio maligno" a ser atacado, sino que se alojan en personas como nosotros. La más de las veces, la excusa de la "lucha contra el sida" se ha traducido en actitudes institucionales y sociales de discriminación, supresión de derechos, persecución y/o aislamiento a las personas que viven con vih, incluso a aquellos grupos y sectores sociales con los que se quiso vincular el surgimiento y difusión de la pandemia.
- Contra lo que hay que luchar todavía es contra la discriminación y el uso de la pandemia como excusa para censurar la diversidad sexual, formas de obtención de placer o para marginar a sectores de población.
- Contra los prejuicios respecto a las personas que viven con vih;
- Contra las restricciones que impiden el acceso universal a material preventivo -preservativos, material descartable- para toda la poblacióne impiden también el acceso universal a medicación y tratamientos para todas las personas afectadas;
- Contra los sobreprecios y monopolios de patentes por parte de laboratorios multinacionales, principales responsables de dichas restricciones.
En nuestro país, la lucha de décadas por parte de organizaciones y redes de personas que viven con vih y las políticas de inclusión y ampliación de derechos producidas por el gobierno en los últimos 11 años, han permitido avances sustanciales en el acceso gratuito a medicación (prácticamente todo el espectro aprobado en los paises mas avanzados en investigación) y tratamientos en tiempo y forma, así como al reconocimiento de derechos a las personas que viven con vih.
Sin embargo hay mucho camino por recorrer:
- La infección por vih se extiende predominantemente en la población más empobrecida (mas del 75% de las personas afectadas son atendidas en el sistema público, es decir: carecen de empleo o tiene empleo informal). A pesar de ello no hay campañas de prevención adecuadas a las formas de vida, costumbres e intereses de esta franja de la población.
- Se producen fracasos de tratamiento por falta de preparación en muchos profesionales y servicios, para acompañar y promover tratamientos crónicos y complejos como los antivirales, que requieren de gran participación, interés y toma de decisión por parte de la persona afectada. La última campaña del Programa Nacional, que banaliza la infección por vih al punto de comparar el anuncio de seropositividad con un asado frustrado, un baile postergado o una mala nota, es un ejemplo al respecto.
- Existen aún importantes diferencias de calidad y disponibilidad en la prestación pública, de obras sociales y prepagas entre los grandes centros urbanos y el resto del país.
- La mayor parte de la medicación depende de la provisión externa, lo que obliga a aceptar las condiciones de precios y -muchas veces- de compra y de combinaciones a aplicar, de parte de los laboratorios multinacionales.
- La mayor parte de las personas que viven con vih carecen de empleo o tienen empleos precarios. Esto no es sólo una postergacion económica. Una vida productiva y autónoma es tan importante como la medicación para mejorar la calidad y esperanza de vida de estas personas.
- No hay producción pública de medicación antiviral y para muchas enfermedades asociadas. De esto modo, la disponibilidad y precios están subordinadas al criterio de gancias que aplique aquel que vende antes que al bien común y una ganancia razonable.
"Apuremos el paso" fue la consigna de la Conferencia mundial del año 2014. Pues bien, en nuestro país se ha apurado el paso en inclusión, ampliación de derechos, acceso a empleos, etc. Es tiempo que las autoridades sanitarias se pongan a tono con:
- Campañas y acciones con y para los sectores aún excluidos
- Adecuación de servicios y actualización de los planteles profesionales para la interacción y el acompañamiento con las personas que viven con vih EN TODO EL PAÍS.
- Convenios para el acceso a empleo para las personas que viven con vih y están desocupadas o con empleo informal. Programas de capacitación adecuados.
- Produccion pública de medicación antiviral y para enfermedades asociadas
¿Por qué apurar el paso? PORQUE CADA DECISIÓN TOMADA A TIEMPO IMPLICARA QUE MENOS PERSONAS SE INFECTEN POR VIH, QUE LAS PERSONAS QUE VIVEN CON VIH VIVAN MÁS Y MEJOR, QUE TODOS LOS ARGENTINOS TENGAMOS CONSTANCIA QUE ESTAMOS HACIENDO LO MEJOR PARA DETENER LA EPIDEMIA

Mario Burgos
Fundación R.E.D.
presidente