domingo, 29 de marzo de 2020

GOBIERNO, CUARENTENA Y CORONAVIRUS: CUATRO PROBLEMAS

El económico: ¿Como garantizar subsistencia y un relativo desarrollo con un empleo mínimo de personas, de modo de no afectar el control que opera el aislamiento social hoy? A los problemas para mantener la actividad productiva indispensable, Paolo Roca hoy le agrega el despido de un millar y medio de trabajadores. El gobierno queda ante una disyuntiva, o confronta con un gran empleador o queda expuesto con los afectados y quienes va a mirarse en ese espejo. El tema es que si no hay decisión ejemplar del gobierno los despidos de Techint tendrán dos consecuencias: emulación de empresarios tan salvajes como Roca, preocupación y movilización  de los trabajadores que hoy hacen  banco en su casa. Ambas pueden confluir a una presión bolsonarista sobre el gobierno y quebrar la casi unanimidad con que hoy responde la población.
El social: si la pandemia rompiera el cerco de clase, si ingresara en los hogares más pobres, muy pocas de las medidas y mensajes actuales resultarían eficaces. La población  de los barrios no solo es difícil de contener porque tiene que procurarse elementos para subsistir.  Toda su cultura de sobrevivencia y sociabilidad se funda en el contacto directo, la cercanía corporal, la acción colectiva. La cuarentena muestra su mayor eficacia en haber logrado mantener a este sector relativamente separado del que pudo viajar y cargar involuntariamente con el covid 19 al país.
El psicológico: mientras las situaciones antisociales y los padecimientos se agrandan en lo concreto y también  en lo perceptivo con la cuarentena, los que se derivarían de una explosión en el contagio o si simplemente si se produjera la llegada del esperado "pico" con la cuarentena levantada, son cuestiones que vemos por TV en países lejanos o simplemente advertencias separadas de nuestra experiencia directa. 
Es el eterno problema de quienes trabajamos en prevención: proponer beneficio a mediano o largo plazo contra autorestricciones en el presente. 
Lo principal en esto es la convicción  de quien decide y la capacidad de transmitirlo de modo que despierte respaldo consciente y, sobre todo, afectivo. 
Si la violencia, los padecimientos y las conductas antisociales aumentan con el encierro: ¿cuánto más aumentarían con la experiencia directa de que los casos, internaciones y muertes se multipliquen en tu cuadra, tu lugar de trabajo o en tu familia? 
Los mensajes tienen que reforzar  valor de lo que se tiene ahora: hijos, padres, familia, posibilidades de hacer algo, recursos técnicos para vincularse a distancia, etc. También aportar a una épica del comportamiento colectivo. Sin caer en la metáfora bélica, el aislamiento concreto puede producir un paradójico efecto colectivo: todas y todos identificados en la resistencia a la pandemia,

El comunicacional: Este cuarto problema tiene que ver con los medios, las redes, los mensajes con que se recrean: va creciendo la violencia y demonizacion, con los pocos pero crudos hechos de desobediencia e irresponsabilidad, recupera lugar. Los insultos, las reconvenciones y linchamientos virtuales a los actores de esos hechos se trasladan a mensajes contra una franja indefinida de supuestos futuros irresponsables: "no seas forro", "quedate en tu casa, LPQTP", "corré en tu living, pelotudo". Mientras escribo, Cecilia me muestra uno: "los que se quejan de las medidas por autoritarias las van a aceptar cuando las impongan los milicos en la calle". 
Como en muchas cuestiones de la vida, la empatía, la solidaridad y el buen trato son el sostén  de las conductas colectivas. En lo que hace a la salud mucho más: si un mensaje preventivo se monta en el miedo, la agresión  o la amenaza, la respuesta social tiende a ser la negación y/o el rechazo. 
Es más,  considerando de qué cuatro años venimos, la creación de este nuevo enemigo, "el/la irresponsable" anónima y masiva, tiende a fragmentar una unidad social que, a pesar de dificultades y debilidades, estamos logrando y necesitamos ante la pandemia y como pueblo.

martes, 24 de marzo de 2020

ESTADO CRIMINAL Y CORONAVIRUS

Vale buscar este reportaje de C5N a Victoria Moreno, médica Argentina residente en Nueva York, quien está en cuarentena tras infectarse con covid19, al igual que su esposo y sus pequeñas hijas.
"Estábamos recibiendo personas con malestares y pensábamos que era gripe. Pero llegaba muy tarde y no según lo habitual. Con el tiempo comenzamos a pensar que era coronavirus y a decirle a la gente que se quede en su casa. Hay muchísimos trabajadores de salud infectados, no se da abasto. (...) Una de las primeras infectadas fue la señora de la recepción". (Obvio que atendía sin barbijo o máscara, nadie pensó en proveérselo).
Mucho de lo que hoy se presenta como crecimiento acelerado del covid19 en EEUU (el alcalde de NY dice que "va en tren bala"), fue epidemia encubierta, es consecuencia de las políticas de Estado de Trump a la hora de afrontarla, no registrar su ingreso y progresión y, sobre todo, no fijar protocolos para los trabajadores de salud y proveerlos de lo necesario para cuidar y cuidarse. La infección circuló por los servicios de salud, pasó de pacientes a trabajadores de salud, de ellos a otros pacientes y a sus hogares.
Mientras Trump y su gente minimizaban el curso y la virulencia, valga la redundancia, de la pandemia, el coronavirus alcanzaba masa crítica para hacerse presente en miles y algo operó para que no le llegara al presidente ni a la sociedad el alerta y la alarma desde el espacio de salud (hospitales, clínicas, profesionales).

Nunca hay "Estado ausente", menos el de los EEUU, gendarme del mundo y de su propio territorio, sostenido en la articulación de la burocracia política con el poderoso complejo militar farmacéutico. Si este Estado, el más paranoico y agresivo de la historia dice en la voz de su presidente que no hay amenaza biológica, hasta las personas que por su profesión tendrían que haber actuado quedan entrampadas en su lógica.
Nada de Estado ausente: Hay Estados con algún interés en promover soberanía, bienestar y salud para sus pueblos, hay Estados que trabajan para otros intereses. En los EEUU, una sociedad acostumbrada a responder al mandato de Estado, trabajadores con poca organicidad gremial y política, la poca incidencia de la voz social en las políticas de gobierno, remataron en la acción de un Estado negador, principal responsable de la expansión de la epidemia, su morbilidad y la muertes, así como de la falta de recursos ante una catástrofe que aún no alcanzó su punto más destructivo.
No nos bajemos el precio diciendo que la pandemia llegó a Argentina después de extenderse por otros países. 

Sí, llegó después, pero a un país que recupera el Estado para el pueblo y encuentra que todos los recursos, incluida su incidencia en las conductas sociales y profesionales, se van poniendo a disposición de proteger la salud y las vidas de toda nuestra población.

lunes, 9 de marzo de 2020

CORONAVIRUS. NO A LA PROMOCION DEL MIEDO Y LA EXCLUSIÓN

A la vista de lo que están haciendo los medios con esta nueva gripe, recupero algo escrito en 1998 a propósito del vih-sida, en el marco de nuestra actividad desde Fundación R.E.D. La repetición de iguales prácticas a 21 años, justifican esta autoreferencia.
"SIDA: MIEDO E INFORMACIÒN
Si una actividad de prevención no cumple con el objetivo previsto es posible que cumpla con el contrario: no sòlo no ayudan a prevenirse sino que aumentan el riesgo de adquirir una enfermedad. Ese es el caso, en las campañas de prevención del SIDA, del efecto producido por la apelación al miedo."
Lejos de promover la prevención, el MIEDO HACE:
- que cada individuo niegue sus conductas de riesgo.
- que la comunidad segregue a las personas que viven con VIH.
- que las personas que viven con VIH se vean obligadas a ocultarse.
El camino fàcil de provocar miedos o desplegar información en forma indiscriminada no resuelve el problema de modificar la relación de la sociedad y cada uno de nosotros con el SIDA y sus implicaciones.



Cada sociedad integra en su cultura elementos contradictorios y, a la hora de hacer prevención, debemos considerar su incidencia para evitar que obstaculicen nuestra labor." (*)
¿Qué tiene que ver el coronavirus con el sida?
El corona no circula por su cuenta sino en personas materiales, concretas. Una campaña mal planteada o malintencionada, termina convirtiendo a las personas, grupos lo, como lo muestran Jorge Rachid y M H Shelman en el programa "El Frasco, Medios sin cura", convierte a países en peligro biológico, un motivo más para aislarlos y atacarlos.
Nada promueve más la salud y previene más la enfermedad que la respuesta colectiva, solidaria, la visión de mis semejantes como una ayuda, nunca como una amenaza o un peligro.
Pero venimos de una reacción conservadora a nivel regional y nacional, con gobiernos que en su disputa con los procesos de integración popular iniciados en la ultima década del siglo XX en nuestra región, usaron como principal herramienta ideológica la construcción de lo diverso como enemigo, del otro como obstáculo a mi realización, a mis intereses. Pocas cosas más funcionales a la propagación de una epidemia que esas políticas de disgregación social, de promoción de pánico y aislamiento, pocas cosas más funcionales a aquellos intereses antipopulares que la aparición de una epidemia enfrentada desde el miedo. Por caso, la fallida "marcha de los barbijos".
Ahora, que con nuestro nuevo gobierno, el de México, la resistencia de pueblos y gobiernos en Cuba, Venezuela, Nicaragua, las luchas populares en Bolivia, Chile y Ecuador, intentamos retomar el camino hacia una América Latina con voz propia, la respuesta en salud, a la desnutrición y mortalidad infantil, la violencia contra la mujeres, a la tuberculosis, el dengue, el chagas, la gripe común, el retorno del sarampión, debe seguir el mismo curso que la propuesta popular: mejorar las condiciones de vida de nuestro pueblos, acción comunitaria, puesta de todos los avances de las profesiones de salud a disposición de toda la sociedad.
(*) "SIDA, Manual para Docentes y Promotores de Salud", Editorial Colihue

domingo, 8 de marzo de 2020

EL DIA DE LA MUJER, LA DIGNIDAD Y LA VERGÜENZA

Movilización 
de obreras textiles de Nueva York el 8 de marzo de 1857, 120 mujeres asesinadas por la represión policial. 25 de marzo de 1911, arde el edificio de la fábrica de camisas Shirthwaist, en Nueva York, con las salidas bloquedas por los dueños mueren 146 trabajadoras.
Mucho antes que la UN, Clara Zetkin propuso celebrar en el recuerdo de sus luchas y martirio, el día de la mujer trabajadora. 
El patriarcado, el sometimiento a las mujeres y a las diversidades, las violencias con que siempre se sostiene la violencia del sometimiento, la violencia de la postergación, existieron antes de capitalismo. Pero el capitalismo los llevó hasta el paroxismo. 
El derecho a votar, el derecho a la propiedad, el derecho a la misma remuneración por el mismo trabajo, el derecho a expresarse, el derecho a ser de un modo no impuesto, nunca llegaron temprano a las mujeres, nunca sin lucha, nunca sin sangre.
Mi saludo a mi hija Laura, a mi compañera Ceci, mi saludo a mi vieja, que un día descubrí que sólo hablaba después que mi viejo ya se había expresado, pero otro día, antes, cruzó la calle para esperar al cura del pueblo y pedirle ayuda por su hijo preso (y nunca me lo dijo, tampoco que solo recibió rechazo por este gesto), mi saludo a mi abuela india, que no llegó a conocerme pues murió a un mes de parir a su onceavo hijo, mi padre, mi abuela paterna rescatada de todos los silencios filiales gracias a un relato de ese tío que vivía en la calle, mi saludo a mi abuela materna, que copiaba todo el autoritarismo precedente para hacerse su propio lugar, mi saludo a todas las compañeras, a Ana Mohaded, que está  y me sigue llenando de orgullo saberla amiga, a Analía, Cristina Fontanellas, asesinada junto a tantas por la dictadura y con quien me enorgullece también haber compartido la militancia, mi saludo a mis amigas, a mis compatriotas, que con sus luchas nos van descubriendo un mundo mejor a pesar de y con nuestras taras masculinas ancestrales a cuestas.
Una historia de postergación, humillación y crímenes precede estos días en que las conquistas de género conviven con femicidios, prohibiciones inmorales y patológicas. 
Pero el voto, el cupo, la potestad, la identidad de género, pronto la despenalizalizacion del aborto, se erigen como realidades en nuestra Patria, con tanta fuerza como las movilizaciones de pañuelos verdes, con la fuerza de haber parido a Eva, a Hebe, a Estela, a Cristina, a tantas y tantas que desde el anonimato han sostenido nuestra sociabilidad y nuestra esperanza hasta cuando parecía imposible hacerlo. 
No se puede volver atrás el reloj de la vida y la historia. No puedo soñar con mi madre, mis tías, sus amigas de aquel tiempo, desplegando todo su potencial en el mundo en que crecí. Ni soñar qué  tanto más grande hubiera sido mi generación en un mundo así.
Pude en cambio compartir desde la militancia y la vida con otras mujeres este mundo que  estamos construyendo, poblado de logros y retrocesos. 
Puedo aspirar, gracias a eso, a que las generaciones que nos sucedan hagan que toda discriminación sea nada más que el recuerdo de una época de vergüenza, sólo rescatada por la dignidad de las luchas que la dejaron atrás.

lunes, 2 de marzo de 2020

EL DISCURSO PRESIDENCIAL: UN PASO HACIA LA SALUD MENTAL Y LA DEMOCRACIA

Alberto da su discurso anual, presenta las medidas a tomar en el año y su fundamento ante a ambas Cámaras,  autoridades provinciales, funcionarios, organizaciones sociales, Madres y Abuelas.
Están quienes van a ejecutarlas, quienes van a controlar que así  se haga, quienes sumaran adhesiones, quienes querrán oponerse. Por primera vez, desde 2015, todas y todos saben que lo que están escuchando se va a hacer, el discurso institucional y la acción de gobierno vuelven a unirse. El mundo, al menos en nuestra Patria, se hace un poco menos ajeno.
Concluida la ceremonia, podemos hacer una contribución  necesaria al reestablecimiento de una cultura solidaria y a reparar la salud mental de todas y todos: compartir este discurso en casa, en las escuelas y en todos espacios de convivencia, re escucharlo y comentarlo con  nuestros hijos, compañeros, allegados.
Desde el anuncio de la ILE hasta el compromiso con el restablecimiento de la moral institucional, desde el recuerdo a los los submarinistas hasta afirmar los derechos humanos como condición de existencia de la República, desde la recuperación de nuestra historia de soberanía en la figura de Belgrano hasta el diagnóstico sobre el momento terminal que sufre  nuestro poder judicial, desde la reevaluación de la palabra personal y pública a la condena al envilecimiento que sufrieron una y otra en el pasado reciente, todo habla de una refundación democrática y moral en marcha.
Frente al discurso oligárquico, indolente, violento, discriminador, paranoico e impune que caracterizó  al macrismo vuelve lo  mejor de nuestra sociabilidad popular: palabra, veracidad, compromiso y empatía para con nuestros semejantes, eso que no por casualidad ha devenido en llamarse "el otro".
Es mucho lo que queda por hacer, pero el compromiso, los objetivos y prioridades quedan establecidos. La decisión popular de que suceda, también.
Si el gobierno de Cambiemos corrió  la línea del bien y el mal hacia las fronteras de la perversión, este mensaje trae la línea hacia el bien común y la moral solidaria como soporte de gobierno, moral pública y personal, los restablece como condición de ciudadanía.
Sólo  en esas condiciones pueden prosperar la esperanza, la confianza, el reconocimiento del otro y la diversidad que eso implica. Sólo  en esas condiciones se puede encarar con posibilidad cierta a aquello que Freud definía como salud: la capacidad de amar, producir y convivir, aún frente a las dificultades propias de la vida.
Mario Burgos
DISCURSO PRESIDENCIAL 1 DE MARZO DE 2020