domingo, 23 de mayo de 2021

LA NOCHE, UN REPENTINO SILENCIO, LAS LÁGRIMAS

“Se mueren a la noche”.

Llamémosla Andrea. Su verdadero nombre no está habilitado para este relato. 

Andrea me habla de sus trabajos. No llegó allí por ideales, por interés profesional o consecuencia esperable de su actividad anterior. NO. Fue por necesidad. Comer, vestirse, pagar lo que cualquiera que vive solo necesita.

Y está ahí, a veces en la sala, a veces del otro lado la puerta me cuenta, rogando que no llegue la noche.

La UTI está apenas separada de la sala COVID. Un tabique delgado trae y lleva los sonidos, los silencios.

Ella va y viene de la sala. Y el pip de los monitores es parte de los sonidos que acompañan. Uno casi no los escucha en el día, me dice Adriana. El pip de los monitores de la UTI, el único sonido que llega desde ese lugar durante horas. Casi un único sonido. Un sonido con el que conviven quienes están internados en la sala general. Molesto por lo agudo, peor por pintarles un futuro posible: que todo empeore y los pasen a la UTI y la vida quede en suspenso, débil frente a la muerte. Es el sonido del monitor de Juan, que estaba en la cama de al lado. O de Rubén, que parecía que ya se iba a su casa y de golpe pasó a respirador.

Y el día pasa, inexorable.

“Se mueren de noche", repite Andrea. 

Tal vez no sea siempre así. Pero algo cambia: de repente un pip se detiene en medio de la parafernalia de pips que hacían un único sonido en la noche. Ese silencio único cobra peso, se sobrepone a todos los pips que no dejan de sonar, pero ya no igual.  Alguien no volverá a respirar tras el tabique.

Y en la sala general corren lágrimas por ese hacerse presente de la muerte, por ese poco de esperanza que se lleva ese silencio. Por esa vida que querían que continúe. Porque todo quien pelea por su vida lo necesita, es una promesa para su propio futuro. Y se rompe. 

“Se mueren de noche. Y muchos, a veces todos, lloran. Y yo también  lloro. Todas las noches. Sola, por mi cuenta"

Mario Burgos  25 de mayo de 2021


domingo, 18 de abril de 2021

COVID19, democracias y autocuidado

En el artículo publicado en Pagina12  "El arma oculta del lejano Oriente contra la COVID", Julián  Varsavsky asimila el confucianismo a la impronta colectiva y el autocuidado de las sociedades de China, Japón  y  Corea del Sur, bien que diferenciando el verticalismo de China respecto a los "regímenes más blandos" de las otras dos.  Arriesga incluso que "una China democratica a la manera occidental" (¿EEUU, Brasil, España, Chile, Francia?) "quizá hubiera dominado igual a la pandemia".
Colectivismo, democracia, confusianismo y autocuidado quedan a la discusión en este texto.
La raíz colectiva de China es muy previa y muy posterior a Confucio. Si se quiere, Confucio es un compilador tardío del pensamiento que generó la sociedad asiática por riego como Herodoto o Aristóteles lo fueron respecto al nacimiento del individualismo.
Confucio vino muy bien, tanto como los intentos de democracia formal de principios del siglo XX con que convivieron, para que Mao y su gente conciliaran el marxismo con Confucio. 
La herencia actual que disfruta el PC Chino puede equipararse tanto a lo positivo de su historia como a su adaptación al mercado bajo regimen verticalista, tal como resulta para el pueblo ruso la impronta de Putin. 
Para quienes conocimos Japón y tenemos referencia directa de Corea, todos los rasgos de la sociedad japonesa muestran una síntesis confuciano-modernista de puro sometimiento social y hasta anímico, generada entre la tradición imperial, el fascismo también  industrialista y criminal  de principios del siglo XX y la "derrota asistida" por EEUU en la segunda guerra.
En célebre entrevista, Neustadt pregunta a Ubaldini "en Japón los trabajadores tienen como medida de fuerza producir más. ¿Por qué no hacen eso acá?".
Miles y miles de gremialistas, militantes, cientistas sociales, esperando la respuesta de Ubaldini que al fin llegó: "¿Qué quiere Neustadt? Son japoneses".
En su intuición, Ubaldini, sin atisbo de discriminación, percibía cómo  la gran patronal monopólica anidaba en esa "costumbre laboral". Formas implantadas a sangre y fuego desde el fascismo japonés hasta la reconversión generada por EEUU, pasando por Hiroshima y la impronta que tan bien muestra Kuroshawa en "Rapsodia en agosto" (todo es Hiroshima y Nagasaky, pero la familia que vive en Japón se prohibe cualquier mención a este genocidio cuando envían cartas a sus pacientes en EEUU).
El rescate confucianista del colectivismo subordinado al que logran los monopolios coreanos gracias al gobierno militar que dejó y apoyó el gobierno de EEUU tras el acuerdo de paz que concluyó su invasión con Corea dividida en dos.
No hay un solo colectivismo como no hay una sola democracia.
El valor de esta se mide por la participación y derechos ganados por el pueblo y ejercidos de modo activo. Otra definición: " la inclusión de los excluidos en la cosa politica" (Zizek).
Lejos de ser ejemplos de democracia que pueden oponerse a colectivismos cuestionables, Corea del Sur y Japón son tan expresivos de las derrotas y sufrimientos de sus pueblos, confucianismo o no, como nuestro pueblo es sus formas resistentes, tributarias del colectivismo precolombino, la conjunción de razas promovida por los primeros patriotas y sepultada por el genocidio originario, la impronta libertaria marxista y anarquista llegada con la inmigración, la síntesis que produjera el peronismo.
Hay una forma de lograr sociedades prolijas superordenadas y previsibles: derrotar al pueblo de modo tal que solo se baile lo que el poder decide. En países donde los pueblos están en plena resistencia la mayoría de las "desprolijidades" surgen la confrontación contra ese disciplinamiento. En nuestro caso, casa día va quedando más  claro que la promoción  del COVID19 a despecho de las consecuencias sanitarias obedece más a la acción de la derecha y la presión monopólico oligárquica que a "la cultura argentina", latina o como se la llame. 
Por supuesto la resistencia no bastó para lograr una actitud única contra el COVID 19, como no bastó para terminar con el poder neoliberal.
Pero las calles de este fin de semana muestran de modo palpable quienes somos mayoría.
Mario Burgos, Ezeiza, 18 de abril de 2021

lunes, 5 de abril de 2021

SEGUNDA OLA: NO HAY MISTERIOS

 SEGUNDA OLA: NO HAY MISTERIOS

No alegra haberlo previsto, haber reclamado con la Asamblea Permanente por el Derecho a la Salud en CABA que no se tome la decisión que hoy nos lleva a 14/ 16 mil contagios diarios de COVID19.

Los descuidos, la circulación obligada, boliches y fiestas venían sumando 3/4000 contagios diarios.

¿Qué cambió? ¿Que hecho masivo se produjo hace 40 o 50 días y tuvo continuidad para iniciar  este desastre y multiplicar los casos?: LAS CLASES PRESENCIALES

En CABA arrojan más de un millón de personas a la circulación en transportes atestados (*) o simplemente en el malón de las puertas de las escuelas. Esto no sólo afecta a estas personas que se suman a la circulación sino también a las que ya vienen circulando. Codo a codo en los andenes de subtes, trenes, ómnibus, que encima reducen sus frecuencias alargando el tiempo de espera y de cercanía física obligada.

En el país las clases presenciales agregan 12 millones a la circulación ya instalada, casi la mitad en Provincia de Buenos Aires.

Sin iniciar las clases presenciales hubiéramos terminado marzo con 5 /6000 contagios diarios ya que aún no llegaba el frío, luego no había conviencia obligada en ambientes cerrados.


Pero llegamos a 16000 antes de frío. Viendo la movida de pascua ya se puede anticipar que lejos de mejorar va a empeorar. ¿Cómo bajarlo? Cerrar escuelas y garantizar wifi y tablets a las y los pibes para volver a las virtuales con todas y todos, cerrar fronteras, cortarla con los viajes al exterior y las movidas turísticas tipo semana santa. Son todas medidas de gobierno. Las epidemias se contienen desde decisiones de gobierno.

Por supuesto que uno a una tenemos que cuidarnos, pero si no se para la mano tomando medidas masivas que reduzcan la circulación no vamos a parar el ascenso de contagios y muertes.

MARIO BURGOS, 02/04/2021

COVID19, PRODUCCIÓN, SUSTENTO, RECREACIÓN Y ESCOLARIDAD. ¿QUÉ RESTRINGIR?

La circulación de millones de personas puede agruparse en cuatro áreas. Productiva, de subsistencis, de recreación y educativas. 

No se puede dejar de producir ni brindar asistencia porque moriríamos de hambre o de frío, de falta de acceso a la salud, medicación,  etc. 

No se puede impedir que las personas salgan a procurarse su sustento. Menos en la situación de crisis extendida que crea la pandemia.

Entonces: ¿en que áreas se puede restringir la circulación, digamos, hasta que haya una gran mayoría vacunada? Setiembre/ octubre, por ejemplo.

Recreación. Llevar a la mitad de personas circulando en bares, fiestas, turismo interno, nos daría, a lo que arrojaban los números en febrero, de mil a dos mil contagios detectados diarios menos por día. 

Considerado el salto que siguió al retorno a las clases presenciales, volver a las clases virtuales garantizando acceso a Internet y tablets para todas y todos los alumnos, daría una baja mínima de 5000 o más. 

¿Por qué no habría una baja más cercana al incremento que provocaron las presenciales?

Porque ya está circulando un número mucho mayor de personas infectadas. 

Si se miran los gráficos de desarrollo de la pandemia desde marzo de 2020, se ve que a ascensos rápidos y grandes los sucede una baja menor y mucho más lenta. 

Si no se vuelve a las virtuales y se restringe la recreación, si no se garantiza una frecuencia de transporte que ponga a protocolo el desplazamiento a trabajar y si no se cierran las fronteras a todo lo que no sea insumo al menos por un mes corremos riesgo de salir de abril con 30/40000 casos, los servicios de salud y sus trabajadoras y trabajadores cerca del colapso. 

Y con 30 o 40000, suponiendo que venga una baja, no pasaremos a 20000 en días. Por el contrario, veremos en muchos más días mantenerse esa cifra y su correlato de muertes.

Está de moda poner toda la carga de la pandemia en las y los descuidados, irresponsables, etc. 

Por supuesto que si todas y todos nos cuidaramos habría menos contagios. Pero no se puede esperar que la vida de millones dependa de una franja no resoinsable ( Resnik con buen tino la calculó en un diez por ciento de la poblacion. Más pesimistas, pongamos un 20%). 

Es un pensamiento paradojal y mágico el esperar que sean los irresponsables los que resuelvan este problema a los millones que circulan y conviven con esa situación. Es tan mágico como el de pretender que el virus no existe o que los muertos son números.

Supongamos infectado el miembro de una familia en que hay escolaridad. Este persona circula hacia y desde la escuela. Si es el alumno, una vez de ida, otra de vuelta. Si es el familiar dos veces de ida y dos de vuelta. Uno u otro tendrá cercanía baja caminando o tendrá alta cercanía en transporte público. Tendrán  cercanía relativa en la puerta de la escuela. 

Pongamos que mientras no llega el frío también sea relativa la cercanía  dentro de la escuela. 

Basta que la rutina posibilite algún descuido -los seres humanos apenas logramos no tenerlo descuidos gracias a protocolos y entrenamiento no más allá de nuestros empleos-  para que alguien se contagie sin tener el menor vínculo con la persona infectada. Por ejemplo en el transporte o la calle. 

El nuevo huésped lleva el virus a su casa. 

Si resulta asintomático seguirá el proceso de contagios hasta que al fin alguien tenga síntomas y comience el rastreo inverso.  ¿Cuántas personas a partir de esa persona infectada inicial? Imposible saberlo. Lo que sí es posible pensar es que ninguno de las que recibió el virus podrá llegar al huésped de origen. 

Volviendo a la escuela, la misma persona pudo hacer circular el virus entre alumnos, docentes y no docentes hasta que alguien resulte sintomático. Tofos ellos no estaban vinculados fisicamentr hasta que comenzaron las clases presenciales. Las burbujas se rompen silenciosamente.

Se detectan casos, protocolo de aislamiento, tal vez cierre de la escuela, etc., pero los contagios ya se produjeron y tendrán igual o mayor circulación del virus que los contagios de no vinculados.

Persistir en las clases presenciales es decidir que 12 millones de personas en el país sigan generando este circuito, volver a las virtuales lo detiene.

La multitud de contagios se hace disminuir o se promueve desde decisiones masivas, las que sólo puede tomar el Estado, los gobiernos

MARIO BURGOS, 3/04/2021

jueves, 4 de febrero de 2021

COVID 19: 12 FALSEDADES SOBRE LAS CLASES PRESENCIALES EN CABA

1. “La vuelta a clases no aumentaría el riesgo de nuevos contagios”. (1)

Se trata justamente de aumentar en casi un millón de personas -alumnos, padres, otros familiares a cargo- la circulación en los horarios de entrada y salida de escuelas. En calles, medios de transporte, las escuelas  mismas. 

Está probado que el virus no tiene movilidad propia, sólo infecta si una persona se pone en contacto con él. Aumentar la cantidad de personas que circulan aumenta el riesgo de contagio. 

La vuelta a presenciales puede ser motor de la “segunda ola”. Todo lo contrario a detener el crecimiento de contagios mientras se va vacunando a la población

2. “La vacunación  de todas las y los docentes no es requisito para la vuelta a clases presenciales”. (2)

Por sus edades, los padres, hermanas y hermanos de los alumnos no están vacunados ni lo estarán hasta después de abril. Se podría argumentar que las y los trabajadores esenciales sí lo estarán. También después de abril, según el calendario previsto. 

Aun así, el  menor descuido de higiene puede generar la transmisión del virus por contacto, conducirlo a la escuela alumnos o padres e iniciar un foco de contagio entre docentes, su familias, así como entre el resto de las familias vinculadas al niño o niña que resultara contagiada. 

3. “La burbuja garantiza que no haya contagios”. (3)

No se puede controlar la “burbuja” familia. Cada integrante forma parte de otra/s burbuja/s. Además, las y los docentes que trabajan con varias escuelas se incluyen en varias burbujas escolares, además de su propia familia. Un contagio en una “burbuja” es suficiente para extender los contagios al resto de las burbujas

4. “lo importante son los chicos" I. “Los  niños y niñas infectadas tienen en general una evolución benigna, sin síntomas”. (4)

No hay “en general” cuando se trata de hijas o hijos,  niños y niñas.  Un chico o chica con síndrome inflamatorio multisistémico o enfermedades más leves no exentas de secuelas, debería ser suficiente motivo para esperar a completar el proceso de vacunación  masiva y evitar riesgos que nadie puede predecir en su magnitud. 

Aún si resultara asintomático todo niño o niña contagiada puede transmitir el virus.

5. “Lo importante son los chicos" II. “Las enfermedades que produce la falta de escuela son más perjudiciales para los chicos y chicas que el riesgo de contagiarse o contagiar”. (5)

La frase es lanzada con tanta seguridad como irresponsabilidad. Las y los chicos, las y los jóvenes han realizado, por imperio de la mayor catástrofe  de nuestra historia, un aprendizaje social que tal vez no hubieran tenido en doce años de escolaridad "normal". El cuidado que están  recibiendo de sus padres, el cuidado que ellos proporcionan a sus padres, familiares de riesgo, amigos, vecinos, el esfuerzo por vincularse a través de medios que habitualmente usaban sólo para juegos o contactos efímeros, son prácticas nuevas que replantean roles y los preparan para la vida actual y el mundo post COVID19. La relación  con la naturaleza también replanteada por su versión más dura, una pandemia, les abre el camino, a padres, hijos e hijas para revaluar todas las mieles de un mundo tecnológico que ahora aparece en sus límites: precario, peligroso, a afrontar sólo con empatía por nuestros semejantes y con final abierto a todas las posibilidades, sin garantías, tal como es la vida misma. 

6. “Lo importante son los chicos" III. ¿Pero la angustia, la ansiedad, los  berrinches? (6)

La respuesta defensiva ante una amenaza de muerte es simplemente miedo. La  mayoría de los cuadros, atendidos o inventados, calificados como angustia en ASPO o DISPO  son justamente respuesta a una amenaza que como sociedad tendemos a negar. No debiera sorprendernos que se  manifiesten en quienes necesitan de  nuestro cuidado y protección: niños y niñas. No es en la escuela que van a perder esa sensación sino en la seguridad que sepamos brindarle en  nuestros hogares. 

Vale lo  mismo para sus situaciones de ansiedad, rechazo, molestia. Niños y niñas ponen en acto en esos momentos la agresión que la pandemia implica para ellos.

Cuanto más claro les dejen madres y padres que afuera hay una amenaza concreta y que ya hoy existe un plazo para sortearla definido por el Plan de vacunación, más llevadero les será sobrellevar los seis a ocho meses sin volver a clases presenciales.

Por ultimo: ¿qué  molestia se puede comparar a saber que se llevó el virus a casa, que los padres, abuelos, tíos, hermanos resultaron contagiados? Lo primero que padres, madres, pero sobre todo el gobierno, debe comunicarle a chicas y chicos es que gracias a las clases a distancia, a que no concurren a la escuela, están evitando cientos de miles de contagios. Hay que sacar al COVID19 de debajo de la alfombra y reconocerles públicamente a niños y niñas su aporte a la prevención y el cuidado. 

7. “Lo importante son los chicos IV”. “Los chicos tienen que estar con otros chicos”. 

 Una verdad usada con el objetivo  de confundir. 

Claro que chicos y chicas necesitan compartir presencia con otros chicos para desarrollarse, construir su afectividad, socializar entre pares. Esa posibilidad está circunscrita hoy al círculo más estrecho de sus relaciones. Apelando a la famosa “responsabilidad social”, es decir la del individuo para con sus semejantes, se puede convenir con familias amigas armar la burbuja de modo tal que chicos y chicas puedan compartir momentos al menos con unos pocos amigos y/o familiares. 

Las escuelas hoy sólo podrían brindar un espacio lleno de restricciones, sobre todo respecto al contacto físico y la libertad de movimientos y de desplazamiento. Frustrante, represivo y aún así igualmente peligroso, posible foco de contagio.

Nadie puede demostrar que resultará más saludable que la educación a distancia y la convivencia organizada y cuidada en el entorno de amigas, amigos y familiares.

8. “La falta de clases presenciales les crea a padres y madres una cantidad de problemas laborales, económicos, etc. que se resolverían con la vuelta a la escuela”. (7)

El generador de esos problemas es la pandemia y sus consecuencias económicas y sociales, las actividades que replantea o hace imposible por su virulencia. 

En lugar de aumentar las posibilidades de más contagios, luego más restricciones y por lo tanto más perjuicio económico y social, el gobierno debería atender a mejorar las condiciones en que viven las familias de CABA, la ciudad más rica del país, de  modo de acompañar el proceso de cambio hacia lo que algunos llaman “ nueva normalidad ", otros “nueva diversidad", los cambios en el modo de vivir, socializar, producir, relacionarse, que nos exigen la pandemia y su posible continuidad.

9. “Es el momento de volver a las clases presenciales". (8)

La pandemia muestra exactamente lo contrario. En marzo 2020 se inició con un par de casos “importados” y llegamos a más de diez mil diarios en pocos meses. Este mes de marzo podríamos entrar con diez  mil o más casos diarios: ¿a qué cifra de contagios podemos llegar en carrera con la vacunación? ¿A cuántas internaciones? ¿A cuántas muertes?

10. “Los chicos y chicas de las familias más pobres serán los más beneficiados” (9)

Los chicos y chicas de las familias más pobres tienen, no hay que explicarlo, peores condiciones para desplazarse a y desde sus escuelas, para mantenerse bien alimentados y en mejores condiciones físicas. Sus casas, tampoco hay que explicarlo, albergan en promedio mucho más personas, -abuelos, tíos, cuñados- estadísticamente con muchas más probabilidad de vivir con comorbilidades. También con muchas menos posibilidades de evitar el hacinamiento y de evitar riesgos fuera de sus hogares.

Lejos de ser los más beneficiados, los chicos y chicas de familias más pobres están más expuestos a transportar el virus a y desde las escuelas y que esto derive en un foco de contagios mucho mayor.

¿Queremos beneficiar a estas chicas y chicos?: internet, tablets, materiales virtuales para todas y todos.    

11. “Las escuelas serán acondicionadas para que resulten seguras”. (10)

Ya se dejó sentado que el riesgo de COVID19 en un regreso inmediato a clases presenciales abarca circulación de casi un millón de personas a y desde las escuelas, el uso de transporte público y por fin la presencia en la instalación escolar.

Supongamos que se usen todos los ambientes de todas las escuelas proveyendo filtrado sanitario del aire con uso de cámara de ultravioletas, desinfección repetida de los ambientes en uso, barbijo permanente, distancia preventiva, protocolo de bioseguridad para con las raciones y en el uso de las mismas. 

Además de eso hay que garantizar que chicos y chicas, sobre todo los de menor edad, no se tocarán ni tocarán a otros, estarán todo el tiempo alertas al distanciamiento de protocolo, saldrán a los patios en el recreo – las que tengan patios con dimensiones que garanticen la distancia- y procederán a estarse quietos hasta volver a clase donde también lo estarán. 

Esa es la dinámica que puede prevenir los contagios. Nada menos adecuado para el aprendizaje y para la salud mental de los chicos que obligarlos a pasar horas en esas condiciones. Aunque no se cumpla el horario regular.

Tenemos de seis a ocho meses por delante para que la sociedad, más que la escuela, esté preparada para las clases presenciales. 

Si nos interesa el aprendizaje, la salud integral y el buen ánimo de chicos y chicas hay que garantizar ya internet, tablets, materiales actualizados para el aprendizaje virtual, materiales de orientación para la convivencia para trabajar con niñas niños y sus padres, todos elaborados de conjunto con el personal docente- Maestras y maestros, profesoras y profesores, son los únicos que han tenido la experiencia de enseñanza virtual en el 2020: este capital no debe ser descartado ni dilapidado.

12. “Las tablets, internet y materiales a garantizar desde el gobierno tienen un costo que no se puede afrontar@”.(11)

¿Cuánto vale la vida de nuestras chicas y chicos, sus maestros, su familia? ¿Menos que la reposición de baldosas o la publicidad oficial?

Superada esta pregunta moral que las autoridades desdeñan, queda la consideración material: el no uso de los edificios escolares implica una reducción de gastos y la posibilidad de usar esos fondos para la compra de tablets, internet, etc.

El gobierno y los ciudadanos de CABA estamos frente a una encrucijada: ¿vamos a las presenciales a costa de contagios, enfermedad y vidas perdidas? ¿O seguimos con las clases virtuales poniéndolas al alcance de todos y todas y salvamos a miles del COVID19?

(1) Ministra Sol Acuña. Jefe de gobierno Horacio Larreta, Ministro Fernán Quirós, Sociedad Argentina de Pediatría.

(2) Ministra Sol Acuña, Ministro Fernán Quirós 

(3) Ministra Sol Acuña. Jefe de gobierno Horacio Larreta

(4) Ministra Sol Acuña. Jefe de gobierno Horacio Larreta

(5) Sociedad Argentina de Pediatría, Ministra Sol Acuña, otras y otros

(6)  Sociedad Argentina de Pediatría, Ministra Sol Acuña, otras y otros

(7) Sociedad Argentina de Pediatria, casi todos los opinólogos en los medios.

(8) ministra Sol Acuña, Sociedad Argentina de Pediatría, Ministro Nicolás Trotta

(9) Ministra Sol Acuña. Jefe de gobierno Horacio Larreta

(10) Ministra Sol Acuña. En Córdoba, gobernador Schiaretti.

(11) Jefe de gobierno Horacio Larreta

lunes, 18 de enero de 2021

APRENDIZAJE Y COVID19: LA ESCUELA AL HOGAR

Las y los chicos, las y los jóvenes de Argentina han realizado, por imperio de la mayor catastrofe de nuestra historia, un aprendizaje social que tal vez no hubieran tenido en doce años de escolaridad "normal". 

El cuidado que están  recibiendo de sus padres, el cuidado que ellos proporcionan a sus padres, familiares de riesgo, amigos, vecinos, el esfuerzo por vincularse a través de medios que habitualmente usaban sólo para juegos o contactos efímeros, son prácticas nuevas que replantean roles y los preparan para la vida actual y post COVID19. La relación  con la naturaleza replanteada por su versión más dura, una pandemia, les abre el camino, a padres e hijxs para revisar todas las mieles de un mundo tecnológico que, instalado en tren de venderse y conformar angustias, ahora aparece en sus límites: precario, peligroso, a afrontar sólo con empatia por nuestros semejantes y con final abierto a todas las posibilidades, sin garantías, tal como es la vida misma. Adiós al mundo tilingo de las publicidades, conozcamos al fin un mundo que puede ser mejor si afrontamos lo que sucede.

En un artículo publicado hoy en tiempo argentino docentes y profesionales de la salud muestran lonque sucede:

porcentaje de positividad "extra rojo", instalaciones escolares inadecuadas, condiciones de clase inadecuadas, no habrá vacunas para todas y todos los docentes en febrero. Tampoco para las familias de las y los pibes. Y estamos en medio de un rebrote.

Durante los bombardeos sobre Londres, luego Berlín, luego sobre cientos de geografías, las familias y las escuelas hacían algo que en la tragedia resultaba sanador para esos chicos que luego conocimos como nuestros padres y abuelos, con dolores aún vigentes pero gestores de nuevas vidas. Les pintaban, les pintan hoy, con amor, ternura e instrucciones para sobrevivir, la verdad. No la reducían a un mero juego, como supone "La vida es bella" sino que aprendían a construir una nueva relación con sus hijos, hermanos, nietos, en la que los padres, madres, abuelos y abuelos, eran dadores de vida también por enseñarles a cuidarse y cuidar. ¿Como salieron de esas matanzas con un resto de salud mental? Preservando hasta lo imposible, sabiendo que se hizo todo lo que estaba al alcance para disminuir el padecimiento propio y el de su entorno familiar y social. 


¿Y hoy la angustia, los berrinches, la tristeza de lo que no puedo ya hacer? Es hora de que cada divulgador se dedique a aquello para lo que se formó. 

Cuando la amenaza es real, la ansiedad, el temor, la pesadumbre de no hacer y el malestar de no saber ya qué hacer son reacciones sanas ante una amenaza invisible, persistente y creciente de muerte. Angustia y depresión son muy otra cosa. Antes que convertir a las situaciones cotidianas en un cuadro psicológico para justificar la  playa o la birra en la vereda, veamos cómo aportamos a sobrellevarlas en la vida cotidiana de padres + hijos + comunidad,  una ecuación básica que a escuela no debe sustituir sino aportar a su desarrollo.

En medio, vale insistir, de la mayor catastrofe de la historia argentina habida cuenta de tiempo, muertes y dificultad para salir de ella, se alzan voces de autoridades educativas para anunciar pronta presencialidad en las escuelas. Nada más lejos de educar, de formar una generación que hoy está muy golpeada, de aportar para la vida en sociedad. Estos ministros y funcionarios nos proponen lo que Borges llamaria una FUGA HACIA ADELANTE: ESCOLARIDAD PRESENCIAL y disparar así el consecuente salto en los casos de COVID19 por haber convertido a las pibas y los pibes en huéspedes y transmisores.

A su malestar psicológico actual le agregarian el de haber enfermado o llevado la muerte a sus adultos cercanos. Rara idea de educación.

Si los contagios se producen ¿Qué harán? ¿ Culpar a los pibes como se culpó a los jóvenes de los contagios por la apertura de playas?

Mejor hacer algo que preserve la salud y la vida de todas y todos y a la vez contribuya a educar en el mejor sentido: producir materiales que orienten a padres, otros materiales que orienten a los chicos, otros que orienten a chicos y padres reunidos en esta situación nueva, cambiante, siempre peligrosa puertas afuera del hogar. Adecuen las currículas al aprendizaje a distancia, usen ENCUENTRO, el INCAA, horarios en canales masivos para llegar a los pibes de otro modo, distribuyan tablets, garanticen wi fi para todas y todos en todo el territorio.

Seguro que no alcanzará, pero la reducción de gasto que implica convertir en mantenimiento básico el gasto que reportarían edificios escolares activos, aliviaría fondos para la empresa de garantizar aprendizaje sin riesgos en pandemia. 

Y un aporte más: enseñaría a pibas y pibes el valor que tienen las instituciones cuando funcionan a su favor. 


viernes, 15 de enero de 2021

ABORTO Y CRISTO ¿EL ÚLTIMO ARGUMENTO?

Página 12 publica "Una cuestión teológica", artículo de Mario Goloboff respecto a las declaraciones de José María Di Paola en el Senado Nacional sobre la interrupción legal del embarazo. El autor considera que hay en esas declaraciones un abordaje diferente al de los pañuelos celestas e incluye en lo que considera teológico las amenazas de la senadora Tapia en ocasión del debate en el senado.  

La  primer referencia a tener respecto a Di Paola, lo que lo distingue, es su pertenencia a "curas villeros", justo en un país con mayoría clerical de derecha, vocera de los ricos.
Desde esta mirada, considero que Di Paola conoce y valora la cultura de nuestros pobres y sabe que la ecuación madre soltera = aborto, así como la ecuación madre soltera = condena social y familiar, no es predominante en las  barriadas que Di Paola y yo hemos conocido. Él  por su labor solidaria, yo por mi actividad profesional, por décadas.
Sin embargo, en su intervención en el Senado manifestó “Si hay aborto, no hay Navidad en Argentina, no festejemos nada. La verdad es que el niño Jesús no hubiese nacido”

Jesús de Laferrere, alto aporte social de Saborido/Capusotto es la versión que  veo más cercana al relato de la navidad de hace 2020 años.
El niño arropado sobre en una llanta, en una cuna improvisada en una gomería, único  lugar que es posible ver abierto a esas horas en el conurbano profundo. Tal como un pesebre podía albergar un nacimiento en la mayor pobreza en Nazaret.
Hoy como en aquellos tiempos el pobrerío valora un nacimiento, lo rodea con lo que tiene a mano, sean los desarrapados de La Matanza que buscan al niño en un 4L, sean Los Reyes que no lo eran más que en la leyenda. Si el embarazo era querido de alguna mano solidaria salía lo necesario. Como hoy. 

No es la legalidad del aborto la que define el nacimiento sino el deseo y  su inscripción cultural e individual. Un embarazo querido puede ser el único motivo de felicidad en algunas vidas. Así  como un embarazo no querido puede ser un motivo de sufrimiento, desazón, en una mujer embarazada y de otro lado una vida que resultará surcada por el hecho de no haber sido deseado, un sujeto del rechazo en el caso de que el embarazo termine en un nacimiento forzado. Forzado por la familia, por presión cultural, cuando no por los operativos "religiosos" que caen sobre la mujer o la niña, apelando a la amenaza combinada con la promesa de un mejor pasar con tal imponer aquello de "las dos vidas". (*)
Así que la metáfora que juega Di Paola buscando que el mundo cristiano vea como una amenaza a Cristo mismo a quienes promovemos la interrupción voluntaria de embarazo legal, segura y gratuita, es sólo  una falsa construcción. Justamente un cristiano,  para colmo sacerdote, no puede tener la menor duda respecto a que en el relato de navidad Cristo era un hijo querido por María, quien se arriesgaba al repudio de su esposo y su gente con tal de parirlo y criarlo para aquello que su deseo establecía: que fuera un referente de su pueblo, de los humildes, que cuestionara las imposiciones absurdas, que promoviera un mundo mejor, más benigno con los más postergados.

Así que aún si el aborto hubiera sido pauta cultural en aquellos tiempos, nada hubiera cambiado para respecto a ese nacimiento: María lo deseaba, Pedro sacrificaba sus dudas al servicio de su gestación, nada hubiera dirigido sus miradas hacia un aborto. 
Lamentablemente la amenaza de Di Paola de un Cristo que no nace y las amenazas de la senadora Tapia en plena sesión parlamentaria tienen una misma fuente.  Caídos sus argumentos, habilitado el camino para que el nuevo derecho se haga ley, ambos buscan material en rincones siniestros de la teología católica para que el miedo nos aleje de la IVE so pena de provocar las iras del Dios de Viejo testamento.
(*) Lo de las "dos vidas" merece una revisión.  Una mujer que gesta no es "una vida" en abstracto, es una mujer, un ser humano, una persona, una ciudadana, sujeto de derecho. En su pretensión de plantar dos humanidades donde hay sólo una que es quien debe decidir, los antiIVE reducen a la mujer gestante a ser sólo "una vida", sin derechos, recipiente y alimento de otra vida que sí es en ese momento "una vida" y sólo  podrá ser humana si el vínculo, una vez nacida la integra a la convivencia familiar y social en su comunidad. 


 

lunes, 4 de enero de 2021

COVID19: RESPONSABILIDAD DE ESTADO Y RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL

Las epidemias necesitan más que responsabilidad individual. El número de casos COVID19, comparado con la masa de población q debe exponerse cada día para mantener activa la economía, muestra que la gran mayoría es responsable. NO ES COMO SOCIEDAD QUE FRACASAMOS.

Pero no alcanza con millones "responsables". En condiciones de precariedad de transporte y condiciones laborales, basta con cientos de miles, a lo sumo pocos millones de "descuidados" para que el COVID19 se extienda. Por esto, las epidemias son cuestión de Estado.
A la alta exposición que provocó la apertura económica, se agregó la DISPO con ómnibus, subtes y trenes atestados y con aperturas de esparcimiento y flexibilizaciones q rápidamente se engancharon con las espectativas de salir del confinamiento.
Los medios agregaron lo suyo. Unos presionando, otros justificando, generando notas de color sobre cervecerías, comercios, espacios de innecesaria convivencia. En los jóvenes, si el padre o la madre se exponen diariamente ese mismo riesgo empuja a conductas compensatorias.
Nuestra cultura es "de contacto". Se abrieron las playas como si se tratara de espacios exclusivos en los q nadie se acerca a otro y se dedica a su propio ombligo y el de sus pocos cercanos. Esa no es la cultura veraniega Argentina. No vamos a cambiarla con ambiguedades.
Tampoco con represión. Cuatriciclos arreando personas, además de crear mayor posibilidad de contagio x el amontonamiento y las consecuentes dificultades para controlarse, chocan con las formas resistentes que caracterizan a una sociedad que echó a dictaduras y Estados de sitio.
Repasar estas cosas no apunta a condenar a quienes se esforzaron por parar la pandemia.
Algo muy grave se expresa en las tensiones de la sociedad cuando hay sectores que se oponen a algun grado de sacrificio a cambio de evitar más muertes. El gobierno tuvo que lidiar con las campañas más antisociales de las que se tenga memoria en democracia y la presión de los grupos concentrados. El tratamiento de la epidemia expresó esa correlación de fuerzas en sus logros y carencias.
Se trata de resolver esta coyuntura con un objetivo preciso: llevar la prevención del contagio al menos al ritmo de nuestra capacidad de vacunación. En la práctica llegar a marzo con menos de 1000/2000 casos y con una curva a la baja.
De lo contrario, el número de muertos, que ya supera Malvinas y el genocidio, podrá llegar a una cifra no sólo terrible las vidas perdidas. También con la consecuencia psíquica terrible para nuestra gente: convivir con esa tragedia y ser acusada de no haber hecho lo posible para evitarla.
Es el Estado el que debe producir el giro necesario para salir de esta trampa. Para esto delega la ciudadanía su poder en un gobierno, para que resuelva los problemas colectivos. Que hacer?
1. Terminar con la circulación turística que no pueda controlarse de modo estricto.
2. Toque de queda en todas las geografías en que se verifique curva en alza.
3. Concertar con empresas empleadoras un diagrama productivo basado en distribuir horarios para q no se recargue la circulación en ninguno.
4. Aumentar la frecuencia de transporte público
5. No ayuda hablar de la cuarentena de modo terminante. Nadie tiene la experiencia epidemiológica para demostrar fehacientemente que no se puede volver a Fase1. Tampoco para aseverar que se puede volver. Está claro que sin circulación exclusiva de esenciales y para procurarse alimentos y medicamentos no bajaremos la curva.
6. Lo concreto al respecto es convocar a una épica de salvar nuestras vidas, nuestra cultura y nuestra Nación, ayudar a la vacunación, resignar unos meses de dispersión a cambio de alcanzar una nueva diversidad con más salud, y con menos muertes.