jueves, 4 de febrero de 2021

COVID 19: 12 FALSEDADES SOBRE LAS CLASES PRESENCIALES EN CABA

1. “La vuelta a clases no aumentaría el riesgo de nuevos contagios”. (1)

Se trata justamente de aumentar en casi un millón de personas -alumnos, padres, otros familiares a cargo- la circulación en los horarios de entrada y salida de escuelas. En calles, medios de transporte, las escuelas  mismas. 

Está probado que el virus no tiene movilidad propia, sólo infecta si una persona se pone en contacto con él. Aumentar la cantidad de personas que circulan aumenta el riesgo de contagio. 

La vuelta a presenciales puede ser motor de la “segunda ola”. Todo lo contrario a detener el crecimiento de contagios mientras se va vacunando a la población

2. “La vacunación  de todas las y los docentes no es requisito para la vuelta a clases presenciales”. (2)

Por sus edades, los padres, hermanas y hermanos de los alumnos no están vacunados ni lo estarán hasta después de abril. Se podría argumentar que las y los trabajadores esenciales sí lo estarán. También después de abril, según el calendario previsto. 

Aun así, el  menor descuido de higiene puede generar la transmisión del virus por contacto, conducirlo a la escuela alumnos o padres e iniciar un foco de contagio entre docentes, su familias, así como entre el resto de las familias vinculadas al niño o niña que resultara contagiada. 

3. “La burbuja garantiza que no haya contagios”. (3)

No se puede controlar la “burbuja” familia. Cada integrante forma parte de otra/s burbuja/s. Además, las y los docentes que trabajan con varias escuelas se incluyen en varias burbujas escolares, además de su propia familia. Un contagio en una “burbuja” es suficiente para extender los contagios al resto de las burbujas

4. “lo importante son los chicos" I. “Los  niños y niñas infectadas tienen en general una evolución benigna, sin síntomas”. (4)

No hay “en general” cuando se trata de hijas o hijos,  niños y niñas.  Un chico o chica con síndrome inflamatorio multisistémico o enfermedades más leves no exentas de secuelas, debería ser suficiente motivo para esperar a completar el proceso de vacunación  masiva y evitar riesgos que nadie puede predecir en su magnitud. 

Aún si resultara asintomático todo niño o niña contagiada puede transmitir el virus.

5. “Lo importante son los chicos" II. “Las enfermedades que produce la falta de escuela son más perjudiciales para los chicos y chicas que el riesgo de contagiarse o contagiar”. (5)

La frase es lanzada con tanta seguridad como irresponsabilidad. Las y los chicos, las y los jóvenes han realizado, por imperio de la mayor catástrofe  de nuestra historia, un aprendizaje social que tal vez no hubieran tenido en doce años de escolaridad "normal". El cuidado que están  recibiendo de sus padres, el cuidado que ellos proporcionan a sus padres, familiares de riesgo, amigos, vecinos, el esfuerzo por vincularse a través de medios que habitualmente usaban sólo para juegos o contactos efímeros, son prácticas nuevas que replantean roles y los preparan para la vida actual y el mundo post COVID19. La relación  con la naturaleza también replanteada por su versión más dura, una pandemia, les abre el camino, a padres, hijos e hijas para revaluar todas las mieles de un mundo tecnológico que ahora aparece en sus límites: precario, peligroso, a afrontar sólo con empatía por nuestros semejantes y con final abierto a todas las posibilidades, sin garantías, tal como es la vida misma. 

6. “Lo importante son los chicos" III. ¿Pero la angustia, la ansiedad, los  berrinches? (6)

La respuesta defensiva ante una amenaza de muerte es simplemente miedo. La  mayoría de los cuadros, atendidos o inventados, calificados como angustia en ASPO o DISPO  son justamente respuesta a una amenaza que como sociedad tendemos a negar. No debiera sorprendernos que se  manifiesten en quienes necesitan de  nuestro cuidado y protección: niños y niñas. No es en la escuela que van a perder esa sensación sino en la seguridad que sepamos brindarle en  nuestros hogares. 

Vale lo  mismo para sus situaciones de ansiedad, rechazo, molestia. Niños y niñas ponen en acto en esos momentos la agresión que la pandemia implica para ellos.

Cuanto más claro les dejen madres y padres que afuera hay una amenaza concreta y que ya hoy existe un plazo para sortearla definido por el Plan de vacunación, más llevadero les será sobrellevar los seis a ocho meses sin volver a clases presenciales.

Por ultimo: ¿qué  molestia se puede comparar a saber que se llevó el virus a casa, que los padres, abuelos, tíos, hermanos resultaron contagiados? Lo primero que padres, madres, pero sobre todo el gobierno, debe comunicarle a chicas y chicos es que gracias a las clases a distancia, a que no concurren a la escuela, están evitando cientos de miles de contagios. Hay que sacar al COVID19 de debajo de la alfombra y reconocerles públicamente a niños y niñas su aporte a la prevención y el cuidado. 

7. “Lo importante son los chicos IV”. “Los chicos tienen que estar con otros chicos”. 

 Una verdad usada con el objetivo  de confundir. 

Claro que chicos y chicas necesitan compartir presencia con otros chicos para desarrollarse, construir su afectividad, socializar entre pares. Esa posibilidad está circunscrita hoy al círculo más estrecho de sus relaciones. Apelando a la famosa “responsabilidad social”, es decir la del individuo para con sus semejantes, se puede convenir con familias amigas armar la burbuja de modo tal que chicos y chicas puedan compartir momentos al menos con unos pocos amigos y/o familiares. 

Las escuelas hoy sólo podrían brindar un espacio lleno de restricciones, sobre todo respecto al contacto físico y la libertad de movimientos y de desplazamiento. Frustrante, represivo y aún así igualmente peligroso, posible foco de contagio.

Nadie puede demostrar que resultará más saludable que la educación a distancia y la convivencia organizada y cuidada en el entorno de amigas, amigos y familiares.

8. “La falta de clases presenciales les crea a padres y madres una cantidad de problemas laborales, económicos, etc. que se resolverían con la vuelta a la escuela”. (7)

El generador de esos problemas es la pandemia y sus consecuencias económicas y sociales, las actividades que replantea o hace imposible por su virulencia. 

En lugar de aumentar las posibilidades de más contagios, luego más restricciones y por lo tanto más perjuicio económico y social, el gobierno debería atender a mejorar las condiciones en que viven las familias de CABA, la ciudad más rica del país, de  modo de acompañar el proceso de cambio hacia lo que algunos llaman “ nueva normalidad ", otros “nueva diversidad", los cambios en el modo de vivir, socializar, producir, relacionarse, que nos exigen la pandemia y su posible continuidad.

9. “Es el momento de volver a las clases presenciales". (8)

La pandemia muestra exactamente lo contrario. En marzo 2020 se inició con un par de casos “importados” y llegamos a más de diez mil diarios en pocos meses. Este mes de marzo podríamos entrar con diez  mil o más casos diarios: ¿a qué cifra de contagios podemos llegar en carrera con la vacunación? ¿A cuántas internaciones? ¿A cuántas muertes?

10. “Los chicos y chicas de las familias más pobres serán los más beneficiados” (9)

Los chicos y chicas de las familias más pobres tienen, no hay que explicarlo, peores condiciones para desplazarse a y desde sus escuelas, para mantenerse bien alimentados y en mejores condiciones físicas. Sus casas, tampoco hay que explicarlo, albergan en promedio mucho más personas, -abuelos, tíos, cuñados- estadísticamente con muchas más probabilidad de vivir con comorbilidades. También con muchas menos posibilidades de evitar el hacinamiento y de evitar riesgos fuera de sus hogares.

Lejos de ser los más beneficiados, los chicos y chicas de familias más pobres están más expuestos a transportar el virus a y desde las escuelas y que esto derive en un foco de contagios mucho mayor.

¿Queremos beneficiar a estas chicas y chicos?: internet, tablets, materiales virtuales para todas y todos.    

11. “Las escuelas serán acondicionadas para que resulten seguras”. (10)

Ya se dejó sentado que el riesgo de COVID19 en un regreso inmediato a clases presenciales abarca circulación de casi un millón de personas a y desde las escuelas, el uso de transporte público y por fin la presencia en la instalación escolar.

Supongamos que se usen todos los ambientes de todas las escuelas proveyendo filtrado sanitario del aire con uso de cámara de ultravioletas, desinfección repetida de los ambientes en uso, barbijo permanente, distancia preventiva, protocolo de bioseguridad para con las raciones y en el uso de las mismas. 

Además de eso hay que garantizar que chicos y chicas, sobre todo los de menor edad, no se tocarán ni tocarán a otros, estarán todo el tiempo alertas al distanciamiento de protocolo, saldrán a los patios en el recreo – las que tengan patios con dimensiones que garanticen la distancia- y procederán a estarse quietos hasta volver a clase donde también lo estarán. 

Esa es la dinámica que puede prevenir los contagios. Nada menos adecuado para el aprendizaje y para la salud mental de los chicos que obligarlos a pasar horas en esas condiciones. Aunque no se cumpla el horario regular.

Tenemos de seis a ocho meses por delante para que la sociedad, más que la escuela, esté preparada para las clases presenciales. 

Si nos interesa el aprendizaje, la salud integral y el buen ánimo de chicos y chicas hay que garantizar ya internet, tablets, materiales actualizados para el aprendizaje virtual, materiales de orientación para la convivencia para trabajar con niñas niños y sus padres, todos elaborados de conjunto con el personal docente- Maestras y maestros, profesoras y profesores, son los únicos que han tenido la experiencia de enseñanza virtual en el 2020: este capital no debe ser descartado ni dilapidado.

12. “Las tablets, internet y materiales a garantizar desde el gobierno tienen un costo que no se puede afrontar@”.(11)

¿Cuánto vale la vida de nuestras chicas y chicos, sus maestros, su familia? ¿Menos que la reposición de baldosas o la publicidad oficial?

Superada esta pregunta moral que las autoridades desdeñan, queda la consideración material: el no uso de los edificios escolares implica una reducción de gastos y la posibilidad de usar esos fondos para la compra de tablets, internet, etc.

El gobierno y los ciudadanos de CABA estamos frente a una encrucijada: ¿vamos a las presenciales a costa de contagios, enfermedad y vidas perdidas? ¿O seguimos con las clases virtuales poniéndolas al alcance de todos y todas y salvamos a miles del COVID19?

(1) Ministra Sol Acuña. Jefe de gobierno Horacio Larreta, Ministro Fernán Quirós, Sociedad Argentina de Pediatría.

(2) Ministra Sol Acuña, Ministro Fernán Quirós 

(3) Ministra Sol Acuña. Jefe de gobierno Horacio Larreta

(4) Ministra Sol Acuña. Jefe de gobierno Horacio Larreta

(5) Sociedad Argentina de Pediatría, Ministra Sol Acuña, otras y otros

(6)  Sociedad Argentina de Pediatría, Ministra Sol Acuña, otras y otros

(7) Sociedad Argentina de Pediatria, casi todos los opinólogos en los medios.

(8) ministra Sol Acuña, Sociedad Argentina de Pediatría, Ministro Nicolás Trotta

(9) Ministra Sol Acuña. Jefe de gobierno Horacio Larreta

(10) Ministra Sol Acuña. En Córdoba, gobernador Schiaretti.

(11) Jefe de gobierno Horacio Larreta