jueves, 17 de octubre de 2019

El 17, Día de la lealtad y de la identidad

Luis Bruschtein nos dice hoy en Página. "El 17 de octubre de 1945 no fue magia".
A las  puertas  de un triunfo que será histórico el 27 de octubre, vale ocuparse, como lo hace Luis, del día en que se concretó aquello que la oligarquía quiso destruir sin lograrlo, a lo largo de casi 75 años. Abundó en dictaduras, genocidio y cooptación de dirigentes y estructuras, pero a pesar de su poder y su riqueza, su principal tarea en tres cuartos de siglo quedó incumplida.
La identidad ciudadana, ampliadora de derechos, participativa y soberana, orientada a convertir el reclamo social en política de Estado,  basada en la unidad de los trabajadores y el pueblo, pero también decidida a incluir en esa unidad el manejo de la cosa pública, se concretó el 17 de octubre de 1945 de un modo que actúa como elemento identitario para todas las argentinas y argentinos, sea que defiendan esa identidad, sea que estén en contra, sea que se vean por fuera de ella.
En la sorpresa de muchos ante el resultado de las PASO 2019, en el objetivo de destrucción propuesto por Cambiemos y nuevamente fallido, en la rapidez con que la unidad del Frente de Todos desplazó la dispersión previa de referentes y pueblo, en los padecimientos que la ideología neoliberal  produjo en las subjetividades, está presente aquella referencia histórica e identitaria.
 ¿Qué tipo de subjetividad colectiva, grupal e individual necesitó destruir un modelo de exclusión como el que vino a restaurar la alianza Cambiemos?
Vayamos con Luis al '45.
Con Perón detenido, una multitud de trabajadores ocupa la Plaza.
En la Rosada, acordada su  libertad y la convocatoria a elecciones en seis meses, Perón se levanta para irse pero es conminado a hablarle a esa multitud: "Salga antes que quemen todo"
Sale al balcón y, entre otras cosas, les dice las y los que esperan: “Trabajadores: únanse; sean hoy más hermanos que nunca. Sobre la hermandad de los que trabajan ha de levantarse en esta hermosa tierra la unidad de todos los argentinos.”
Estas y otras palabras producen, como mandato, una concreción simbólica nueva para una movilización obrera y popular, resignifican en un momento la historia de esas personas y su devenir.
Podría haberles dicho "habrá elecciones, vayan a sus cosas", podría haberlos reprendido levemente por su irrupción masiva en épocas de ajenidad del espacio público.
En lugar de hacerlo e intentar aislarlos de la población que sigue en sus casas o lugares de trabajo, Perón usa palabras del radicalismo libertario, el anarquismo, el socialismo, el comunismo, silenciados por años, les dice a esos cientos de miles de hombres y mujeres desde el vértice institucional simbólico de la Argentina, la Rosada, que gracias a su movilización y su unidad ellos son a la vez los fundantes y la única garantía para esa nueva República que aún antes de existir los reconoce como pilar de su existencia.
La Patria son ellas y ellos, los invisibles de la historia, "no las casas y los campos", casi siempre ajenos.
Identidades diversas, signadas por la búsqueda solidaria, el sentido comunitario, se unen en una identidad colectiva, en un "nosotros": los trabajadores, el pueblo, devienen actores políticos, como propietarios de la decisión respecto a qué tipo de vida y de república tienen derecho a producir y habitar ellos y los suyos.
Nacemos con esa suerte de "gen psi", ese gran significante ordenador de nuestra vida social y nuestras apetencias singulares. Podemos crecer y abrir nuestra subjetividad para que se despliegue a su influjo o sufrir y vivir en conflicto resistiéndonos a él, pero nadie queda librado se su incidencia, su marca.
Feliz día de la lealtad, que bien podría llamarse FELIZ DIA DE NUESTRA IDENTIDAD!!!

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