lunes, 9 de marzo de 2020

CORONAVIRUS. NO A LA PROMOCION DEL MIEDO Y LA EXCLUSIÓN

A la vista de lo que están haciendo los medios con esta nueva gripe, recupero algo escrito en 1998 a propósito del vih-sida, en el marco de nuestra actividad desde Fundación R.E.D. La repetición de iguales prácticas a 21 años, justifican esta autoreferencia.
"SIDA: MIEDO E INFORMACIÒN
Si una actividad de prevención no cumple con el objetivo previsto es posible que cumpla con el contrario: no sòlo no ayudan a prevenirse sino que aumentan el riesgo de adquirir una enfermedad. Ese es el caso, en las campañas de prevención del SIDA, del efecto producido por la apelación al miedo."
Lejos de promover la prevención, el MIEDO HACE:
- que cada individuo niegue sus conductas de riesgo.
- que la comunidad segregue a las personas que viven con VIH.
- que las personas que viven con VIH se vean obligadas a ocultarse.
El camino fàcil de provocar miedos o desplegar información en forma indiscriminada no resuelve el problema de modificar la relación de la sociedad y cada uno de nosotros con el SIDA y sus implicaciones.



Cada sociedad integra en su cultura elementos contradictorios y, a la hora de hacer prevención, debemos considerar su incidencia para evitar que obstaculicen nuestra labor." (*)
¿Qué tiene que ver el coronavirus con el sida?
El corona no circula por su cuenta sino en personas materiales, concretas. Una campaña mal planteada o malintencionada, termina convirtiendo a las personas, grupos lo, como lo muestran Jorge Rachid y M H Shelman en el programa "El Frasco, Medios sin cura", convierte a países en peligro biológico, un motivo más para aislarlos y atacarlos.
Nada promueve más la salud y previene más la enfermedad que la respuesta colectiva, solidaria, la visión de mis semejantes como una ayuda, nunca como una amenaza o un peligro.
Pero venimos de una reacción conservadora a nivel regional y nacional, con gobiernos que en su disputa con los procesos de integración popular iniciados en la ultima década del siglo XX en nuestra región, usaron como principal herramienta ideológica la construcción de lo diverso como enemigo, del otro como obstáculo a mi realización, a mis intereses. Pocas cosas más funcionales a la propagación de una epidemia que esas políticas de disgregación social, de promoción de pánico y aislamiento, pocas cosas más funcionales a aquellos intereses antipopulares que la aparición de una epidemia enfrentada desde el miedo. Por caso, la fallida "marcha de los barbijos".
Ahora, que con nuestro nuevo gobierno, el de México, la resistencia de pueblos y gobiernos en Cuba, Venezuela, Nicaragua, las luchas populares en Bolivia, Chile y Ecuador, intentamos retomar el camino hacia una América Latina con voz propia, la respuesta en salud, a la desnutrición y mortalidad infantil, la violencia contra la mujeres, a la tuberculosis, el dengue, el chagas, la gripe común, el retorno del sarampión, debe seguir el mismo curso que la propuesta popular: mejorar las condiciones de vida de nuestro pueblos, acción comunitaria, puesta de todos los avances de las profesiones de salud a disposición de toda la sociedad.
(*) "SIDA, Manual para Docentes y Promotores de Salud", Editorial Colihue

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