sábado, 9 de noviembre de 2019

GOLPE EN BOLIVIA LEJOS Y CERCA

Ahora es Bolivia, en el inmenso ajedrez al que nos someten el Imperio y la oligarquía boliviana, tal vez una de las mejores continuadoras de la cultura genocida, racista, rapaz y codiciosa de la conquista. Pienso en el viaje que hicimos con mi hija Laura a través de Bolivia, en busca de salar de Uyuni. 
Gentes amables, de ayuda fácil, con sus diminutivos siempre a mano (¿Cuánto cuesta? "Dos bolivianitos". Bien marcadas las "ese"). Formas vinculares que estoy seguro vienen, como nos viene a los porteños la ternura que aparece en los pliegues de nuestro trato para limar nuestra habitual aspereza, de las culturas precolombinas.

Gentes extrañamente bondadosas si se piensa en el infierno que sufrieron desde el genocida Pizarro hasta el genocida Banzer, pasando por los más de 600 muertos de "la guerra del agua" y aquella traición de Paz Estenssoro cuando el pueblo, estas gentes buenas, amables y tranquilas, desarmó al ejército y le dio el gobierno que Estenssoro devolvió a la oligarquía extractiva.Gentes, me preocupa pensarlo, tal vez muy bondadosas frente al salvajismo de la oligarquía santacruceña, secesionista, una suerte de Mesa de Enlace petrolera, cuyo único interés es vaciar sus cuencas a cambio de dólares sin ninguna "pérdida" por dedicar parte de su ganancia a generar empleo, producción, sostener el Estado que les hace posible existir.Recuerdo, también, el día del "NO al ALCA", año 2005, Mar del Plata. Néstor jugándosela en la Cumbre aún, Chávez a punto de su "ALCA-ALCA-RAJO" .Carlos iba en la marcha, con la columna de CTA. Yo en el estadio mundialista, en la suerte de bar que se improvisaba para quienes esperaban a salir al escenario- palco.Café en el mostrador, quedo al lado de este hombre alto, visible descendiente de originarios, de quien vengo escuchando hablar gracias a compañeros que van y vienen de Bolivia. Y las fotos en los medios argentinos junto a comentarios del tipo "¿puede un indio ser presidente?".
Y yo que pregunto "Ganando las elecciones: ¿podrán sostener el gobierno? ¿Hay más que respaldo electoral en el pueblo? ¿Y el racismo de la Media Luna?".
Y las respuestas de Evo son afirmativas, hay convicción y argumentos.
En otro momento me hubiera sentido irrespetuoso, pero su actitud abierta invitaba a seguir y estábamos en tiempos gloriosos, con la ansiedad de que se vaya extendiendo en toda la región la oleada liderada por Hugo, Néstor, Lula. Fidel siempre.
Y Evo lo dice: "vamos a ganar y a sumarnos al proceso popular que se extiende por la región. Y recuperar Bolivia para el pueblo".
Evo va desgranando los cambios que se fueron produciendo en su campaña, cómo se van sumando sectores, cuáles son sus planes para modernizar a Bolivia con un proyecto popular.
Se abren las puertas al escenario y la conversación se interrumpe. Evo entra al escenario como candidato a presidente de Bolivia y yo quedo con la convicción que en Bolivia se ganará, un país hermano se sumará a la oleada latinoamericana aunque los gobernantes del país hermano en ese tiempo (un presidente que hablaba mejor el inglés de EEUU que el español o el aimara) se eran entusiastas de la propuesta ALCA.
Me dije que escribiría todo, pero fueron días complicados, no pude hacerlo. Tampoco volví a estar en presencia de Evo.
Por Carlos y otros compañeros supe de maravillosos momentos y de difíciles momentos, como el levantamiento policial que seguimos en parte desde "20 a la Cabeza", en la radio de la Madres y que Evo y su gente pidieron sortear, como quisiera que suceda hoy.
No son los mismos tiempos. Hace poco celebrábamos la derrota del ALCA, en estos días el gobierno de Trump y  su gente en estas tierras hace su propia celebración
En fin, que ayer cesa la prisión de Lula y hoy amanecemos con el golpe policial en Bolivia sin haber llegado al 10 de diciembre.
Y quise compartir mi desesperación, pero me niego a que en las fotos se vean los "tortugas ninja" de la policía sublevada o los comandos civiles de allá.
Así que acompaño el texto con nuestras maravilla, las rosas de estos días y la esperanza de Ceci y mía de que otra vez nuestros hermanos bolivianos puedan sortear este momento. 

Evo Morales por supuesto no me conoce, pero desde la primera responde a mis preguntas y comentarios con amabilidad, precisión e interés, como si nuestro diálogo fuera algo más que llenar el tiempo hasta que se abra la puerta de acceso al escenario. Como si algo de la inminente elección se jugara en ese momento.
Los EEUU, complicados en la disputa mundial por mercados / dominio, hace tiempo volvieron no sólo su mirada sino toda su batería de poder hacia América Latina. Ganaron posiciones de poder en Argentina, Brasil, Ecuador, Paraguay, Chile. Y aunque esos gobiernos van entrando en sucesivas crisis, con epicentro en nuestro triunfo electoral del 27 de octubre, a la vista del salvajismo de las represiones de Chile y Ecuador, la aceleración macrista del desguace, la brutalidad bolsonarista, todo indica que los EEUU están dispuestos a cualquier estrategia allí donde encuentren grupos de poder dispuestos a garantizar sus intereses de cualquier modo.
Mañana seguramente podré subir fotos de resistencia y sabré que más hacer para que ese golpe no prospere.


Para firmar en defensa de la democracia en Bolivia: https://forms.gle/8sYgLq7cZNLdDqG1A

La comunidad académica internacional rechaza el golpe en Bolivia defensadelademocraciadelospueblos@gmail.com 

domingo, 3 de noviembre de 2019

Fiesta del Día de los Muertos: Universidad de Córdoba.

Comenzó hace cinco años a propósito de homenajear a una estudiante de Artes que había fallecido unos días antes. Sus compañeros lo organizaron de modo abierto y, me cuenta Ana Mohaded, amiga, compañera, hermana de la vida y decana de la Facultad de Artes, "yo me llevé las fotos de mis muertos, nuestros compañeros". Y esa noche fueron multitud quienes llevaban sus propias fotos y recuerdos.
Fiesta de los muertos hoy. Caminamos con Ceci entre carteles, rostros que vuelven de pasado, guirnaldas, grupos celebrando sus pérdidas y su sobrevivencia. 
Córdoba resonó hace unos días por el 63% de Macri en las presidenciales. Antes por el peronismo desperonizado de Schiaretti. 
También se ocupó de Córdoba Graciela Bialet, en su artículo La Córdoba insular,  del 29 de octubre en Página 12. Frente al mote extendido de "gorilandía", Graciela rescata de la memoria un hecho que debiera presidir toda referencia a Córdoba Capital: junto a CABA son las ciudades donde "funcionaron los centros clandestinos  más monstruosos".  
Y acá tenemos hoy a una multitud de jóvenes, familias con chicos, estudiantes y no, cordobeses y no, sacando a superficie lo sepultado. 
Unos con sus propios recuerdos para con tiernas abuelas, madres, junto a quienes traen a cuenta militantes secuestrados y asesinados, travestis, mujeres víctimas de femicidio, pibes también asesinados por el mal llamado gatillo fácil.   
"El cuerpo ha pasado", reza un corazón de papel entre telas. 
Pasa el cuerpo, pero quedan sus caricias, sus palabras, su sombra junto a la nuestra, sus palabras resonando entre las nuestras y más allá de ellas. 
Pasa el cuerpo pero su ausencia lastimada sostiene también el terror imposible, el que fue más allá de lo que se pudo entender, de soportar, de aceptar,  el terror que desde ese lugar que no podemos frecuentar nos dice "no" antes que lo podamos intentar, nos oscurece caminos y nos abre endijas sólo hacia lo que se malconstruye desde el olvido, la impunidad y la injusticia. 
"El cuerpo ha pasado". Pero su destrucción queda en lo que alimenta el quehacer de todos, ese "no" presente que cierra caminos, aísla, justifica rechazos y abre abismos. 
Fiesta del día de los muertos. 
Tal vez un modo, otro modo, de tender un puente entre los imposibles que habitan las capitales más golpeadas por el genocidio y el país que se fue sobreponiendo pero no tanto como para entender a quienes aun les cuesta levantarse. 
La resistencia es un proceso, no un momento. En la sociedad ese proceso se mide por épocas.
Un lugar para tener en cuenta al momento de preguntarnos de verdad por qué alguien no vota como nosotros. 
Sin culparlo, sin estigmatizarlo, sin hacer lo que hicieron los que rompieron el pueblo en dos y ahora trabajan para que no volvamos a juntarlo.
Estamos volviendo.