lunes, 7 de noviembre de 2011

Chau ALCA- América en disputa- 06-11-2005

A 6 años del triunfo de Mar del Plata, reproduzco un
balance que escribí en caliente, horas después que se vaciara el Estadio, en viaje a la Capital y cuando ya nadie podía poner en duda que el ALCA había sido enterrado y la región iba por nuevas formas de unidad americana.

Se tienen pocas oportunidades de volver a hacer público un artículo antiguo. Casi siempre no es la humildad la que lo impide, sino la corrosión del paso del tiempo que tras eliminar el polvo de adjetivos y giros, deja en superficie que una vez más nos equivocamos y lo que suponíamos un triunfo terminó siendo una derrota o viceversa.

América en disputa – (6-11-2005)

La recuperación popular superó por 1ª vez los límites locales para trascender al ámbito regional y mundial: el ALCA -la principal estrategia imperialista para la región- no pudo ser impuesta en la Cumbre de Mar del Plata.

Tras un duro operativo, con presiones financieras, operaciones mediáticas, aprietes bilaterales y el coro de alcahuetes con que aún cuenta en Argentina, Bush debió partir sin que se cerrara el acuerdo.

Si esta sola situación implicaría un triunfo, el marco que rodeó a esta cumbre hace más viva la derr

ota: de manera previa y en paralelo a la reunión de presidentes se desarrollaron la III Cumbre de los Pueblos y la marcha por la Dignidad que coronó en el Acto en el Estadio Mundialista, donde el presidente Chávez, frente a 50000 compañeros, anunció "la tumba del ALCA está en Mar del Plata, nosotros somos sus enterradores".

Mientras a Bush lo protegía toda la parafernalia bélica global, el compañero Chávez llegaba a un acto sin policías, con la sola protección del pueblo y organizaciones sociales y políticas que ya lo han adoptado como referente propio.

Sin solución de continuidad, el presidente Kirchner -que ya había anticipado públicamente que el gobierno argentino "no acepta presiones"- encabeza desde su discurso y gestión el abroquelamiento de las naciones del Mercosur sumando en el rechazo a 5 naciones que albergan al 70% de la población de América Latina y producen más del 75% del producto bruto continental.

Maradona y Fidel, iconos sustancialmente diferentes, pero fuertemente unidos en la gestión del respaldo popular que rodeó a las decisiones tomadas en el espacio diplomático cierran un hecho virtuoso, rico en enseñanzas sobre la debacle de Bush y su aprovechamiento popular. Rico tanto por su magnitud como por los espacios que se articularon en esta disputa: la movilización popular, la acción -paralela en algunos momentos, convergente en otros- de las diversas organizaciones reunidas bajo el rótulo "argentinos por la patria grande", la concurrencia de artistas y de Diego, la gente, atenta desde sus casas, acompañando en una Argentina que no deja lugar a dudas a la hora de repudiar al genocida y a su gobierno. El apoyo diverso de pueblos hermanos y fuerzas políticas y sociales del continente. Y coronando todo este marco popular, los 5 presidentes, definiendo nuestra unidad en el Mercosur.

Queda mucho por delante: la unidad que se expresara en este acto está lejos de realizarse en una orgánica de las fuerzas, militantes y dirigentes que confluyeran a Mar del Plata, pero es un inicio auspicioso.

Hay algo más, una enseñanza sobre la etapa que vivimos: este hecho demuestra que las fórmulas de la derrota no necesariamente sirven para una situación de disputa como la que se va extendiendo a toda América Latina.

Ayer, en un marco de hegemonía continental de los EEUU, el rechazo a una cumbre de presidentes pudo ser el único pronunciamiento de los pueblos, ya que no nos quedaba más que la denuncia y el repudio. Hoy, con el fraccionamiento de los bloques de poder en la mayoría de los países latinoamericanos, con una crisis de hegemonía creciente al influjo de la resistencia popular y el fracaso de los gobiernos neoliberales, con la instalación de gobiernos en disputa (1) en varios países, la fórmula era disputar en todos los espacios, trasladar el reclamo dentro del espacio burocrático de la Cumbre y lograr allí mismo, a través de los cinco presidentes, un triunfo popular que se proyecte a nivel mundial justamente por haberse producido en donde hasta ayer los EEUU dictaban las resoluciones sin conceder nada.

Algunas voces hoy relativizan este logro. Bush saldría a imponer gobierno por gobierno lo que no pudo conseguir del Mercosur como conjunto, se trataría de una maniobra distractiva mientras se concedería por abajo de la mesa, los presidentes se traicionarían unos a otros apenas vuelvan, Kirchner entregaría el mundial 2006 mientras rechaza el ALCA, el Diego se prestaría a la trampa o no la vería, etc., etc.

Lejos de expresar el pensamiento más lúcido o combativo de nuestra sociedad, son ópticas defensistas, que aún no comprenden qué pasa en América y otras regiones: la crisis de hegemonía se extiende más rápido que la organicidad popular y su capacidad de generar proyectos estratégicos. No disputar el espacio institucional en estas circunstancias significa no disputar el consenso popular, no promover la unidad del pueblo contra el enemigo común, no construir poder popular en este proceso, cederle el Estado y la iniciativa a burocracias políticas tan incapaces de prosperar en proyectos de mediano plazo como de beneficiar al pueblo.

Demonizar a Néstor Kirchner por hacer más de lo que esperaban, ignorar la madurez y profundidad del pronunciamiento popular del 23 de octubre, denostar a las fuerzas que hoy acompañamos al presidente sin abandonar ni nuestros ideales, ni la lucha, ni las calles, resultan el complemento inevitable de estas lógicas de derrota.

Mario Burgos- 06-11-2005

jueves, 3 de noviembre de 2011

El Negro Honores. Un héroe colectivo. Secuestrado el 03-11-1976

Lo ví un par de veces en Córdoba.
En Buenos Aires sabíamos del Negro por su leyenda, pero estábamos en regionales diferentes y era mejor conocer pocos datos de los compañeros. A menos que uno estuviera a cargo de su custodia.
Había que cuidar y cuidarse: saber lo justo y necesario era parte de ese cuidado.
Ya comenzaba el exterminio de dirigentes populares, ese que Balbín justificara con aquello de la "guerrilla industrial".
Las 3A, el Comando Libertadores, el CNU y el CDO abrieron el camino. Después lo amplió la Dictadura, ya que las luchas obreras no parecían detenerse y el Rodrigazo no alcanzó a licuar las conquistas económicas y gremiales obtenidas desde 1973.
El Negro, lo dije, era uno de nuestros héroes. No por aventurero ni arriesgado. Simplemente porque sus compañeros de la Usina del Pilar, Córdoba, lo reconocían como su líder, confiaban en él y él los expresaba.
Al ser secuestrado y torturado hasta morir confirmó que merecía esa confianza.
Ana, compañera también prisionera en La Perla, quien compartió casi todo el tiempo de padecimiento del Negro, relata que no pudieron sacarle un nombre, una dirección. El Negro simplemente NO HABLABA.
Cuando lo torturaban sólo se escuchaban quejidos, Nada más.
Después fue su muerte y otra leyenda, esta vez para los compañeros que llegaban para sufrir la tortura y casi siempre la muerte: "Cuando todo está perdido aún hay un punto de resistencia, proteger a los que están afuera, a los que no cayeron: El Negro lo hizo". Esta frase, recibía a los compañeros en su llegada a La Perla, Campo de la Rivera, la D2. Muchos seguimos adelante por el silencio de muchos.
 
Laura Vilte, militante, amiga, compañera, me hace llegar esta nota sobre el Negro:
3 DE NOVIEMBRE DE 1976 DETENCIÓN Y DESAPARICIÓN DE LUIS HONORES
por Laura Beatriz Vilte, el jueves, 03 de noviembre de 2011, 9:02

EL 3 DE NOVIEMBRE DE 1976 DESAPARECE EN LA CIUDAD DE CORDOBA LUIS JUSTINO HONORES, MILITANTE REVOLUCIONARIO QUE SEGÚN TESTIMONIOS DE SOBREVIVIENTES MUERE HEROICAMENTE EN UNA FEROZ TORTURA, EN EL CENTRO DEL TERROR LA PERLA, EL 17 DEL MISMO MES.
NEGRO TU EJEMPLO DE VIDA, TU INMENSA HUMANIDAD, TU ENTREGA INCONDICIONAL A TUS CONVICCIONES PERMANECE EN LA MEMORIA DE LOS QUE TE CONOCIMOS.
FUISTE, AL DECIR DE GALEANO, UNA LLAVE QUE SALVÓ MI VIDA.
HOY A 35 AÑOS DE TU DESAPARICIÓN TE RECUERDO, TUS ASESINOS ESTÁN SIENDO JUZGADOS Y LA LUCHA SIGUE.
COMPAÑERO, AMIGO PRESENTE AHORA Y SIEMPRE!!!
Delegado obrero de la U.O.C.R.A, fue detenido el 3 de noviembre de 1976, en la vía pública y trasladado a la Perla. El testigo E.D.P.-P.32 refiere que:
«Durante la mañana del 3 de noviembre el dicente es sometido a la última sesión de torturas en las oficinas. Hacia mediodía fue conducido a la sala de tortura (...) donde había un hombre desnudo, atado a la cama, a quién estaban sometiendo a la tortura de la picana y al mismo tiempo lo golpeaban con gomas; el individuo llamado Luis manejaba la picana eléctrica y Hernández golpeaba con la goma. En ése momento le levantan la venda al que estaban torturando para que viese al declarante, que era arrastrado por dos personas, diciéndole: «esto es lo que te espera si no colaborás» El testigo supo posteriormente que se trataba del Luis Honores, de 39 años, delegado gremial en las obras en construcción de la usina de Pilar y que lo habían detenido en la inmediaciones del Hospital Privado. Continúa el testigo (...) el 17 de noviembre del mismo año, alrededor de las 14, murió el detenido Luis Justino Honores, después de una larga agonía, de tremendos dolores, siendo asistido por el dicente y por Alvarez. Producida su muerte llamaron a una médica que se desempeñaba como colaboradora, «Dora» quién constató el fallecimiento y dio informe a los responsables del lugar, luego de los cuál llegaron unos gendarmes, tiraron el cuerpo sobre una manta y se lo llevaron. Honores no había podido casi comer, ni orinar, estaba terriblemente hinchado, con quemaduras, tremendos dolores que obligaban a cambiarlo de posición cada momento; tampoco podía desplazarse y era llevado al baño entre varios detenidos...» A.M.M. -M.28- ratifica esta terrible muerte. Dijo: «...Que de su estada en la Perla, más o menos unos quince días, recuerda haber visto, además de las personas que ya mencionó, a Honores, al que llamaban el «El Negro», que estaba entre biombos y le ponían suero y lo torturaban permanentemente y que muere en la Perla, mientras el dicente estaba allí...» .