miércoles, 16 de agosto de 2023

DÉMOSLE DESCANSO A GRAMSCI: NI MONSTRUOS NI CRISIS DEL SISTEMA (*)

El viejo mundo no se muere, sus principales espadas trabajan para conducir un nuevo mundo de su propiedad.

No hay una crisis del sistema sino un sistema que crece fortaleciendo las crisis, ya que de ellas, como lo demostró la epidemia sale fortalecido el sector más concentrado del capital.

Eso le permite en lo político debilitar las resistencias populares y poner en crisis a sus referencias, en lo económico ir por un saldo productivo desde lo tecnológico, informático y energetico con la menor distribución social de sus beneficios.

No sólo es mundial. Aquí mismo se está jugando esa batalla y el caos social, la crisis institucional, el corset de la deuda son instrumentos para definir quién se beneficiará más del salto productivo ligado a las mismas variables. 

En nuestro caso combustibles, litio, provisión de alimentos, reservas de agua preanuncian un crecimiento y lomque.se.disputa es quién se beneficiará del mismo.

Volviendo al mundo global, la guerra ruso/ucraniana es un gran logro de la OTAN, instrumento de los EEUU que una vez más exportan los costos de una guerra y recogen sus beneficios. 

Fuera de defender los intereses yankis, Europa deja de ser un actor importante en la multipolaridad, paga con recepción de refugiados, caída de su provision de combustibles, etc. 

El Estado de bienestar, zona de confort de los gobiernos europeos en los buenos tiempos va pasando a ser recuerdo mientras esos mismos estados se han convertido en instrumentos de la distribución regresiva a fuerza de transformar las formas de producir, eliminar de derechos y represión.

El "3er. mundo" ha quedado reducido a tres, cuatro paises, mientras los EEUU se apoderaron de todo Arabia productiva y siembran conflicto allí donde no se han apropiado. 

El FMI completa la acción allí donde la guerra puede darse por medios financieros.

China es el único soporte de una multipolaridad reducida, pero su desarrollo está condicionado por los mismos factores que los del resto del mundo. Ya no es cobertura de movimientos populares sino beneficiaria de un desarrollo que tiene sus costos en otros países. 

El nuevo mundo está construyéndose mediante esta sí monstruosa pero también eficaz estrategia del imperialismo.

Esto es en realidad la mal entendida y definida derechización: ofensiva imperial y de aliados locales, retroceso de los pueblos por derrota presente o, previa o previsible

¿Quiere decir que no hay lugar para la resistencia?

La hay, pero si nos atenemos a esta realidad y comprendemos que las luchas populares están en un momento de defensiva y que cada acción debe considerar que objetivos son prioritarios, que disposición de disputarlos tienen las mayorias, cómo aportar a realizarlos y cuáles son los costos sociales y políticos de hacerlo.

Esto vale más que nada para las referencias politicas ya que los pueblos se han anticipado en acusar recibo de la ofensiva mundial y local del imperialismo y no se cuelgan de propuestas que no se muestren como realizables. Esa es la condición para las orgánicas populares si pretenden dar sustento a sus propuestas  de desarrollo y  construcción de poder con y para sus pueblos

MARIO BURGOS.



(*) A propósito de la hoy anacrónicamente difundida frase "El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en este claroscuro surgen los monstruos"


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