Magnetto: y el quinteto: de Galtieri a Yabrán

Magnetto junta a los 5 presidenciables de la derecha en su casa y arma una operación de prensa por la que da a conocer esta reunión a toda la sociedad vía La Nación. Hace más, Despeja el motivo de la reunión: encontrar el mejor candidato presidencial para el 2011.
Borges habría reconocido en tanto esfuerzo dos fugas hacia adelante. Así designó, a propósito del desembarco dictatorial en Malvinas, el movimiento de los seguros derrotados que a su debilidad le agregan la torpeza política .
1- Magnetto al exponerse públicamente está denunciando que sus operaciones mediáticas no rinden el efecto deseado, que el gobierno está cada vez más lejos de sufrir desgaste y que la derecha no logra construir un candidato propio, dócil y presentable para el 2011. Y que tampoco ha podido construir un motivo por el cual la sociedad terminaría votando a cualquiera con tal que no sean ni Cristina Fernández ni Néstor Kirchner.
Lejos estamos hoy del “felices pascuas”, de la obediencia debida y del golpe de mercado que se concatenaron para abrir un abismo entre las mayorías populares y el gobierno de Alfonsín, y arrastraron junto a él a la oposición más involucrada el retroceso ante los militares. Lejos también de aquella forma de gobernar. Es posible atacar a este gobierno desde muchos ángulos, es imposible hacerlo tildándolo de irresoluto, de retroceder ante las presiones o de no hacer lo que dijo que iba a hacer. No hay forma de crear otro Menem que venga a ganar por contraste, por más que el “fenómeno” De Narváez pudo generar esa impresión algunas semanas.
Entonces, Magnetto, que evidentemente no discurre por estos carriles, produce su propia fuga hacia delante, sale de las sombras, se coloca en el centro de la escena demarcada por los precandidatos y deja que se vean los piolines, las varillas de madera y hasta las calabazas que se usaron para hacer las cabeza. Tras negar siempre el papel dirigente de Clarín sobre la oposición de derecha, muestra a sus refentes a su mesa.
Pero esta no es la esencia de su mal paso. Lo que Magnetto no pensó es cuánto iba a ensuciar a sus invitados al hacer pública la reunión. Ninguno de ellos, dispara con su sola presencia el nivel de desprestigio, de sordidez que tiene el CEO, esa casi ajenidad de especie que los que nos suponemos bienintencionados tenemos frente a tipos así. Y ahora el CEO le agrega un ingrediente, esa categoría que Feinmann rescata en Discépolo: la maldad insolente, no la maldad del que depreda en las sombras, sino la del menemismo, la que se exhibe, se muestra y causa dolor por su exposición. O rechazo, que magnetto vuelca sobre aquellos que quiso promover y muestra a su lado.
2- La fuga de los cinco. Pretenden nada menos que la presidencia de la Nación, el cargo político más importante de nuestra república, pero se exponen con esta reuniòn a que el electorado los perciba como meros que pares del CEO. El 2 de julio colgué en mi blog un artículo en el que me refería al avance de Magnetto hacia el efecto Yabrán. Ya al comenzar julio se veía, con la contaminación de las pruebas de ADN, la semifuga de los pibes, las declaraciones del ex Juez Galeano, todas marcadas con la impronta del CEO que “Magnetto ha dejado demasiados rastros por detrás, tantos como para encontrar resquemores incluso entre el círculo de los más privilegiados de Argentina. Como Yabrán en el final, su cercanía mancha y genera desconfianza. Cualquiera, tenga el nivel que tenga, puede ser arrastrado en su caída. El efecto Yabrán ya prefigura la suerte de Magnetto. Como aquel otro beneficiario del genocidio está dispuesto a dar pelea. Pero algo ha cambiado: Magneto no cuenta con protectores de nivel de Estado, salvo en el raleado clarinismo militante grupo A en el Parlamento.”
¿Por qué un mes después el quinteto presidenciable cae igual en la trampa? Porque ellos NO MIDEN, como se dice en estos días, y están presionados por un poder económico que cada vez ve más posibilidades de ganancias en Argentina y cada vez se enoja más porque el gobierno K usa parte de esas ganancias para recuperar inclusión, soberanía, justicia y desarrollo.
Con esa presión sobre sus espaldas ven a la vez que la mayoría de la sociedad argentina avanza por fuera de sus profecías, maniobras y promesas, en un camino que confronta con sus historias y sospecha de sus trayectorias. Quien no carga con las muertes de Kostecky y Santillán está procesado por espionaje a ciudadanos y/o se le conoce abusó de los cambios de bando y/o creó expectativas que la realidad fue corroyendo. Cada uno se da cuenta que no tiene ni para empezar una carrera presidencial y busca el favor del Frente Mediático para salvar la ropa.
Las elusiva respuestas de Solá y Macri (no quiere siquiera decir de quién era la casa en que se juntaron) el silencio del resto muestra que se dieron cuenta del mal paso después que La Nación lo hizo público. Cualquiera sea el signo político de uno ¿se los imagina gobernando?
3- Una olla a presión. Conviene no caer en un excesivo optimismo frente a esta cadena de bloopers. La soposiciones valiosas son también un instrumento de descompresión cuando nadie puede inclinar demasiado la balanza a su favor. Y aquí e spoco lo que puede mostrar esa calidad.
El empresariado no ha usado los siete años de gobierno K para aprender a gestionar el país hacia el desarrollo. La función pedagógica del gobierno tampoco pareció alcanzar: ahí está uso intensivo de subsidios sin avances estructurales privados significativos en los FFCC, transporte aeronáutico, desarrolo vial. La fuga de capitales en plena crisis. O las conducta del frente sojero que, lejos de llevar precios a la baja y mayor calidad para el consumo interno presiona con aumentos permanentes, golpismo y boicot institucional, con el acompañamiento de la mayoría de los referentes de la oposición.
La acumulación de fondos por estas ganancias extraordinarias, en el agro gracias a la revalorización de los granos y en la industria y comercio gracias a las políticas de estado, muestra brecha inmensa entre el poder económico del gran capital y el raquitismo político de los partidos tradicionales.
Están haciéndola con palas y los partidos de oposición al modelo no sirven para que su poder ecoonómico se traduzca en políticas públicas. No logran eliminación de retenciones, reducción del gasto social, ni reprivatización de áreas rentables, ni legalización de las ocupaciones ilegales de tierras, etc. Al contrario una parte importante de esos fondos sirve a la recuperación de los estratos más pobres (defensa de empleo, asignación universal, mejoras previsionales) y a su empoderamiento. Tampoco garantizan gobernabilidad si alguan maniobra trasnochada pretendiera volver el modelo para atrás.
Es la foto en agosto del 2010: gran capital engordando, derecha impresentable, gobierno indócil, pobrerío malacostumbrado: un conocido paisaje peronista.
Ante esto: cuidado con las salidas irracionales del gran capital. Por ahora son discursivas, pero ya sabemos, desde la libertadora a la 125 cómo se las gasta