jueves, 2 de abril de 2015

2 DE ABRIL: DIA MUNDIAL DEL AUTISMO. salud y exclusión

Cuando se es pobre y se vive donde tu suelo se  inunda o puede arrasarte un alud o un  tsunami, la muerte no es un fenómeno natural, es consecuencia del orden social, de la sociedad que se padece.
Si se nace en un país construido en base la depredación, el saqueo, la apropiación de territorios y riquezas de otros, morir en la guerra -invadiendo- no es una fatalidad. Hijos muertos, mutilados, portadores para siempre de los fantasmas del matar y ver matar, es el precio que pagan los pueblos por sobrevivir con las políticas de sus poderosos.
Si se vive en un lugar que no no te deja espacio, ni esperanza, ni futuro, que te aprieta y exige más allá de tus fuerzas y posibilidades, que no te hace esperar ayuda de los demás sino indiferencia o agresión, consumir una sustancia para sobrellevarlo, antes que una adicción personal o una consecuencia de "la droga", es la "salida" que propone el sistema a quienes no pueden reproducirlo de otro modo.
Si la salud mental estuvo, en tu sociedad, "cuidada" por instituciones y prácticas aberrantes  que generaron, junto a las torturas y vejámenes sufridos por aquellos aislados en instituciones, el rechazo y el temor frente a todo lo que parezca salirse de la "cordura", de modo que el silencio y la negación resulten una respuesta bastante generalizada ante cualquier dificultad de este tipo que se manifieste en uno, su hijo, alguien de su familia.
Si se llega a un mundo así y se le suman los silencios sobre el horror y la injusticia, la desmemoria forzada, los lazos sociales destrozados, la valoración de lo humano perdida y  una adultez construida para la impotencia y la derrota, un mundo al que es difícil entrar aunque sea el único disponible, el autismo no es una "enfermedad" ni una "fatalidad", es lo que la sociedad le depara a quien llega más sensible o más desprotegido a ese momento y lugar inadecuados.
Como sea, quien resultó anclado al autismo resultó imposibilitado de una entrada plena a este mundo que necesita cambiar pero defiende sus aberraciones sociales aún a costa de aislar a quienes son en sí mismos una denuncia. Pudo incorporar técnicas, copiar actitudes, pero no sostenerlas en el afecto y el vínculo.
Muchas son las teorías que intenta aproximar una explicación al. Se puede referir al significante del nombre del padre, a la no constitución de la unidad, imaginaria pero necesaria, estadio del espejo mediante, etc. Se da que el sitio del Ministerio de Ciencia e Innovación de España situé su origen en el embarazo y fenómenos neurológicos intraútero y hay más artículos de la OMS que se preguntan si lo causaría una vacuna contra el sarampión que artículos que lo definan.  No es objeto de este texto despejar el problema, sí señalar que el ingreso y desarrollo del recién nacido al y en el mundo humano, ingreso forzado pero sustentado en el amor, la identificación y el reconocimiento de su identidad, es casi inexplicable en el modo de vida que nos ofrece el actual capitalismo global, neoliberal, excluyente, capaz de reproducir de modo ampliado las peores lacras de la historia con tal de subordinar de los sujetos al devenir de las mercancías.   
Ante el aumento de episodios de autismo en todo el mundo, la Asamblea General de las Naciones Unidas instituyó la fecha 2 de abril como el "Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo.". Léase bien: "de concientización sobre el autismo" no de supresión de las condiciones que lo provocan, ni siquiera de denuncia de esas condiciones iatrogénicas de vida y convivencia humana.
Dice la OMS que “las personas que viven con esa condición, (…) son casi el 1 por ciento de la población mundial. Es decir casi 78 millones de personas. Casi dos Argentina. El informe de la UN lo reduce a la mitad.
En las campañas surgidas a partir de esta decisión, la UN promueve actividades destinadas a reducir la discriminación contra estas personas, difunde desde marchas hasta declaraciones, resalta valores que reconoce a los que viven con autismo, como podría hacerlo, vale la pena insistir, con quienes son atacados por un virus o les cayó un rayo y sobreviven.
Sabra y Shatila, Palestina, la Patagonia en el siglo XIX, buena parte de África antes y después, definidas como un desierto por quienes quisieron desertizarla de sus habitantes a sangre y fuego para ocuparla, las orejas -cuando no los cuerpos- de originarios cambiadas por dinero o tierras en la llamada Conquista al desierto, Tupac desmembrado, Caupolicán empalado,  la violación a cada mujer que, una y otra,  están en el origen de todos los que llevamos sangre originaria en las venas, Aschwitz, los genocidios, los siglos de esclavismo, gobiernos que secuestran personas y las desaparecen, gobiernos que roban hijos, que legalizan la tortura, gobiernos que la practican aunque no, Iroshima y Nagasaki, “civilizaciones” construidas sobre millones de asesinados, con los asesinos y sus descendientes viviendo sus vidas cotidianas gracias al silencio de lo rapiñado, la destrucción del mundo al alcance de la mano de personas a quien no confiaríamos nuestro perro y todo justificado ya no en la sobrevivencia, las religiones ni las convicciones, sino simple y crudamente en la apropiación de la riqueza. Todos y cada uno de los fantasmas con que cada humano tuvo que convivir a partir de tratar al semejante como no humano, eso es lo que explota en quien no pude entrar en la subjetividad ni sostenerse en estas sociedades en que vivimos, sea cual sea el cuadro mental que lo exprese.
Es la historia del colectivo humano la que arrasa la individualidad de muchos. Borrarla, ignorarla, silenciarla no sólo es una salida inmoral, también es la que nos enferma. No podemos cambiar lo que nos antecede pero sí reconocerlo, recordar, quitarle sus disfraces y justificaciones, deslindar responsabilidades, reparar con justicia.
Memoria, verdad y justicia. Así se resumió en nuestro país, en el mayor aporte que se haya realizado por la salud mental de nuestra gente. 
Mucho queda por delante para comprender los porqué específicos del autismo y encontrar otra salida que la aceptación, la no discriminación.
Es de sospechar, sin embargo, que no habrá avances efectivos en el plano de la salud en tanto no se multipliquen otras sociedades que vayan por el mismo camino, hacia una sociedad que, entre otras cosas, no cierre la entrada en sociedad a sus hijos.

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