El diario de
lunes tiene, junto a la virtud de puntualizar lo que ha pasado en días
anteriores, la escasa cuando no malintencionada explicación que suelen
dar los medios y opinadores sobre por qué pasa lo que pasa.
En su
artículo "Argentina: un balotaje crucial para América Latina" Borón nos
ilusiona desde el título con insertar las elecciones nacionales en el
contexto latinoamericano. Sin embargo, hay más de críticas locales que
de análisis latinomericano. Es más, el articulo mezcla errores
diversos y de diverso calibre con un denominador común: el poco
fundamento sobre por qué lo que él llama errores serían errores y por
qué sucedieron.
Por ejemplo, dice que dejará para otro momento "un
balance de la experiencia kirchnerista en su integralidad y con sus
múltiples contradicciones", pero no deja de consignar las
contradicciones que él ve: "concentración empresarial vs. AUH" ,
"extensión del régimen jubilatorio vs. regresividad tributaria",
"desarrollo científico y tecnológico vs. sojización", "orientación
latinoamericana vs. extranjerización de la economía"
Todo gracias a la no resoluciòn del kirchnerismo. ¿Será así?
Cada una de
ellas es, en efecto, una contradicción flagrante de nuestra época, en
particular de estos últimos doce años. ¿En qué sentido? La
concentración, la sojización, la regresividad tributaria y la
extranjerización ya existían antes de 2003. Pero, no convivían como si
conviven hoy con el crecimiento de la producción nacional ni con la
distribucion de la riqueza e inclusión. No se había producido la mayor
recuperacion nacional de empresas y áreas de la economia que se tenga
memoria desde el primer peronismo, tampoco las medidas de inclusión como
la AUH, etc., ni se sosteníán a rajatabla retenciones que permiten
abonar este proceso de recuperación nacional y social.
Allí donde Borón
denuncia contradicciones para confirmar que no debió concedérsele nada a
los grupos de poder, un análisis exhaustivo nos llevaría a verificar
que si los pobres están consiguiendo empleo, futuro, mejora en sus
condiciones de vida mientras los ricos la siguen haciendo
con pala, es porque esa es la correlación de fuerzas entre la clases. Ni
los grupos de poder pueden continuar con la exclusión creciente
1976/2003, ni los sectores populares podemos, como se vio en la 125,
obligar a los sojeros a contribuir más ni a modificar su esquema
productivo. Pero acumulamos el suficiente poder institucional e
ideológico como para seguir usando al Estado (por primera vez en la
historia lo hacemos a lo largo de más de una década) para reparar,
incluir, distribuir, a caballo de la generacion de mayor riqueza. Ese es
el marco en que nos desenvolvemos: una Argentina en disputa, con un
Estado y gobierno en disputa, en los que cada logro de uno u otro lado
pone en cuestión la capacidad de fuego de cada sector de clase. Cuando nos
consolidamos, avanzamos. Cuando se consolida la oligarquia, avanza. Ni uno ni
otro tiene capacidad para doblegar al adversario de modo definitivo.
Una Argentina en disputa, además, que está siendo alcanzada por el
retroceso de los procesos populares que venían prosperando desde
principios de siglo en nuestro continente y que padece la pérdida de
envion de procesos similares en el resto del mundo.
La edad de
Borón y la mía nos condicionan a recuperar experiencias de otras
situaciones en que se produjera el paso a la defensiva del movimiento
popular.
En el 73, tras Ezeiza y la caída de Allende, fueron las
mayorias populares (también Perón en su último discurso) las que primero
sintieron el aplastamiento de los pueblos hermanos y el aislamiento en
que esto iba sumiendo a nuestro proceso.
No es el caso revisar
los '70 ni menos confundirlo con nuestra época, pero en aquellos días.
mientras en la militancia y los sectores más combativos recrudecia el
reclamo y la confrontación, en el resto de la sociedad se fue
produciendo un contexto de retirada y se produjo una fractura de la
unidad popular que nos fue dejando aislados y favoreció la reacción
golpista y el genocidio.
¿A que viene este recordatorio? A
puntualizar que no se puede analizar ninguna situación haciendo
abstracción de la correlacion de fuerzas entre las clases. Y a
puntualizar que esa correlación de fuerzas hoy va en el sentido de
mejorar para los sectores del privilegio y nos exige a los sectores
populares extremar la lucidez en el análisis y la amplitud en las
propuestas, de modo garantizar el arco de alianzas necesario para lograr
el principal y único objetivo que se nos plantea en esta coyuntura:
lograr el voto mayoritario para la fórmula Scioli-Zannini, de modo de
mantener a la oligarquía y los grupos gran-empresariales, lo más lejos
posiblo del manejo de la cosa pública.
Nada más extraño a esa mirada
y al logro de ese objetivo que el confundir los propios deseos con la
realidad o suponer las determinantes de la época como variables de la
voluntad personal.
Aclaro: el proceso que vivimos desde 2003 ha
estado fundamentalmente apoyado en el manejo del gobierno y el Estado
por parte de nuestra cnducción. La gesta callejera, la compulsa abierta
de clases, los únicos basamentos sobre los que se pueden construir
liderazgo, organización e independencia respecto a la ideología
neoliberal, no han sido dominantes. Ese proceso de movilización popular
no abundó gracias a la destrucción que sumaron la dictadura y los 90 y
no pude ser reemplazado con consignismos ni con discursos que no
encuentren identificación en las mayorías populares.
Las mismas
organizaciones que surgieron de este proceso adolecen de esta dificultad
que podrá ser enfrentada en el mediano plazo, pero no sin pueblo en
movimiento. Abundan ejemplos en la región y en nuestra historia, dejo en
manos del lector ponerle nombres.
Por eso y no porque no se haya
buscado construir más liderazgos, (no quiero herir a ningún compañero
poniendo nombre y apellido a los intentos de construir liderazgos
alternativos que fraasaron por falta de acompañamiento social) fue
Scioli el que tomó la posta de disputar la presidencia. Pero no fue
candidato porque fuera "un político nacido del riñón del menemismo" sino
porque acompañó y militó estos doce años junto a quienes protagonizaran
lo más épico de este proceso: la construcción del kirchnerismo. Perdido
Néstor e imposibilitada Cristina, la salida era evidente: Scioli
presidente.
Raro momento elige el analista, la recta final hacia
el ballotage, para enumerar errores del kirchnerimo que, si lo fueran,
no tienen ninguna corrección posible en lo inmediato, sea el supuesto
triunfo que hubiera logrado Lousteau sobre Larreta gracias a nuestro
pronunciamiento, sea el "el oportunista anuncio, hecho sobre la hora, de
duplicar el piso salarial para el impuesto a las ganancias, algo que el
gobierno nacional tendría que haber hecho hace mucho", sea " la
ausencia de una sistemática labor concientizadora y de formación
ideológica" (sic).
Tal vez por eso, a pesar que Borón vaticina que
una derrota de Scioli "podría ser el inicio del “fin de ciclo”
progresista en la región", no puede definir de modo positivo una
convocatoria a votarlo. Algo así como "con Macri sería todo terrible,
hay que evitarlo". ¿Resultará promover el voto mayoritario con
desear que "ojalá que le vaya bien" a Scioli para que no vengan otros
males?
No es eso y vale la pena repetirlo, vamos por Scioli
presidente porque queremos contar con esa fabulosa herramienta de poder
que es el Estado para seguir fortaleciendo el proceso popular, generar
riqueza y soberanía y hacer que el pueblo pueda disfrutarlo y vivirlo
cada vez más.
"Porque, bien miradas las cosas, los pueblos se proponen sólo aquellos objetivos que pueden cumplir". Carlos Marx, Prefacio a la Introducción a la Crítica de la Economia Política.
VOLVIMOS Y ES TIEMPO DE CONSTRUIR. En los peores días, este encabezamiento decía: "Gracias Flaco y Cristina por hacer lo que dijeron que iban a hacer y por parecerse tanto a lo que fuimos y somos. Intentamos un continente donde crecer con solidaridad, inclusión, diversidad, equidad y justicia. Esta contraofensiva de los poderes mundiales y las oligarquías locales podamos detenerla y retomar la gesta. Unidos pudimos hacerlo, unidos podemos repetirlo." AHORA ES TIEMPO Y LO HICIMOS RESISTIENDO
jueves, 5 de noviembre de 2015
BALLOTAGE: VOTAR PARA PODER O COMENTAR PARA PERDER
Etiquetas:
ballotage,
correlación de fuerzas,
derrotismo,
estado y llano
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario