sábado, 8 de febrero de 2014

Corridas y rumores: la próxima final es en 2015

Puede verse que hay quien duda y se preocupa con las sacudidas sojo- cuevo-financieras de diciembre y enero y es lógico, nos acostumbramos a que los goles nos salgan de mitad de cancha, de chilena, dos cabezazos, olímpicos, picando a la salida del arquero. Pero el capitalismo no se ha ido ni tiene la costumbre de irse por su cuenta, tampoco sus espadas más poderosas suelen ceder el gobierno a quienes vienen a contradecir su modo de acumulación. Y esta vez van 11 años que la Rosada no les consulta qué hacer, tampoco les avisa qué va a hacer. Tras el menemato y la Alianza, tanta distancia del poder político subleva a los poderosos y sus lenguaraces.  Con el recambio presidencial a dos años vista y un horizonte de continuidad del gobierno popular, la derecha manda a correr hasta al utilero, arregla al referí, trata de clausurarnos la cancha y llevarse la recaudación.
Ahora, viene lo laborioso, con todo el mundo virando a la derecha y los gobiernos centrales cercando a los gobiernos populares de América Latina, con los de siempre (algo raleados, pero buena parte de los de siempre) intentando limarnos de una, algo que no tiene sentido es dejarse invadir por la nostalgia ni falsas autocríticas (falsas por lo "auto" porque siempre se refieren a alguien que no es uno mismo, falsas en lo de "críticas", porque la esencia de una buena crítica es analizar todos los factores a favor y contra en juego y obrar en consecuencia, no olvidarse de unos y pretender resolver sólo con los que mejor se ven).
El equipo está en la cancha y como dijo el Negro Jefe, "los de afuera son de palo", estamos como estamos: ofensiva mundial de la derecha, apriete financiero como punta de lanza de esa ofensiva, reactivación de las conductas rapaces de parte del empresariado local, anemia en la oposición democrática, la mayoría del pueblo no dispuesta a retroceder pero tampoco a dar batallas dudosas, necesidad de armar el recambio 2015 y a la vez evitar divisiones y pujas internistas. 
La cosa es no apurarse, la derecha exagera pero teme que si se va de rosca la reacción social facilite medidas de fondo del gobierno con apoyo social, es decir facilitarnos la fuerza necesaria para ir mucho más lejos. Los medios fogonean pero la vida cotidiana desmiente caos y abismos. 
Con un marco así hay dos objetivos por encima de todo para el proceso popular: que no haya distribución regresiva o que sea mínima, que ganemos otra vez en 2015.
Mientras el gobierno esté en manos de quienes defienden los intereses del pueblo seguimos acumulando, pero desde la Rosada lo están intentando hacer al ritmo que permite la coyuntura y está bien. La derecha lo tiene claro, por eso quiere recuperar el gobierno aunque tenga que hacerlo con una economía en ruinas. Eso arroja aliados de nuestro lado, sectores empresariales que no nos quieren pero sí quieren segur haciendo negocios. Tenemos el tiempo, tenemos el gobierno, esto está sucediendo con todos los gobiernos populares de América Latina y en todos se visualiza la intención de resistir.
Por eso es necesario repetirlo: no hay batalla que sea más importante que estas dos, sostener la matriz de distribución, nuevo triunfo popular en 2015.
Cristina las está dando sin comerse amagues ni aprietes. El problema es que el resto del equipo, la militancia, la dirigencia intermedia, todos los que nos creemos o somos K no pretendamos golear ni tirar rabonas al lado del área, tampoco que el partido termine antes.
Corazón, pases cortos y bancar a la presi ¿qué más?

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