miércoles, 16 de agosto de 2017

CAMBIEMOS: UNA MAQUINARIA PERVERSA Y DEGRADANTE.

Cristina Fernández y Agustín Rossi desgranaron hoy en un diálogo preciso y racional los hechos que hubo que enfrentar en las PASO 2017. 
Ganadores en sus respectivos distritos, uno tuvo que apelar a un llamado a C5N para que no se interrumpa el conteo de votos en Santa Fe, de modo que una ficticia ventaja de Cambiemos por 5 puntos terminó en Triunfo. 
En el Caso de Provincia de Buenos Aires, ya nadie puede dudar del Triunfo de Unidad Ciudadana. Pero elelectorado queda víctima de una operación destinada a postergar en más de una semana la proclamación De Cristina a fin de limar su triunfo con miras a reducir su electorado en octubre.
Se sesgó el conteo de votos en ambos distritos casi sin ocultarlo.
Estas acciones de manipulación de información y fraude electoral del gobierno  retrotraen nuestra vida politica a la década infame. 
Cierto es que el momento que vivimos es otro: buena parte de nuestro pueblo tiene representación política leal y genuina y liderazgos reconocidos. Por eso pudimos triunfar en tantos distritos y defender nuestro triunfo allí donde trataron de escamotearlo.
pero también el momento es otro para una derecha que viene a la ofensiva en todo el mundo: ahora tiene un partido más explícito que en los años ´30. 

Si eso pudo parecer auspicioso a algunos analistas y referentes  cuando el PRO y sus aliados sólo actuaban  como maquinaria de difamación y traba a los avances en la inclusión social y política de vastos sectores de ciudadanía postergados, hoy con su acceso al gobierno ya no son traba: excluyen y someten mediante el uso discrecional de los tres poderes. 
Lejos de servir para democratizar a la derecha y promover su respeto a la ciudadanía toda, Cambiemos opera como un instrumento de compromiso de sectores sociales con el ejercicio de prácticas de exclusión. Pobres que rechazan a pobres, trabajadores obligados a desligarse de su relación con otros trabajadores, jóvenes, pobres y todos quienes no resultan necesarios para el proyecto Cambiemos son condenados a la demonización.
La matriz que produce manipulaciones electorales, privación de pensiones, represión violenta a reclamos y promoción de legislación opresiva es la misma: se usa cualquier mecanismo para restitur el país todo a mano de quienes se consideran sus dueños naturales: la oligarquía y las corporaciones.  Si hay ley que lo haga posible se la usa, si no la hay se promueve una con excusas como modernización, actualización, reparación. Si no resulta, se opera fuera de la ley. Y si no se espera mucho rechazo de esa poperación, hasta se muestra esta conducta como forma de que el conjunto social vea a que se expone disputando con la mayor concentración de poder que haya logrado la derecha en democracia, en décadas.
Así en las PASo resaltó al comienzo la manipulación de datos para que Cambiemos pudiera evitar reconocer que Unidad Ciudadana triunfó en la Provincia de Bs. A.s y Santa Fe. Con el paso de las horas emerge la falsificación de datos: decenas de urnas sin votos para Unidad Ciudadana, miles de ciudadanos no registrados a pesar de haber votado.

La actitud de ministros, candidatos y autoridades de Cambiemos, lejos de revisar lo sucedido, vas desde de culpar los perjudicados hasta banalizar la gravedad de los hechos. En medio , millones de ciudadanos ven azorados como vuelve el "republicanismo" fraudulento . 
Con toda la carga que tiene de despojo a la voluntad del electorado, la perversión de estas conductas no se restringe al ocultamiento y la estafa. Cambiemos, hoy en uso de todo el aparato de Estado para imponer de cualquier modo la exclusión neoliberal, está comprometiendo a sus integrantes y seguidores en estas prácticas antidemocráticas, promueve la cultura del despojo hacia todos los sectores de la sociedad, intenta normalizar estas formas a como de lugar, para impedir la recuperación de espacios de gobierno por parte del pueblo. 
El hecho de que las ilegalidades cotidianas del gobierno de Cambiemos se hayan incluido en la cultura humorística de nuestra época indica hasta qué punto se va corriendo el límite de lo legítimo en el derecho, la democracia y los vínculos sociales.
No podemos ni debemos dejar pasar ningún intento de normalizar este retorno a la infamia. El dejar pasar, el comentario banalizador o la repetición de frases hachas como "no es para tanto", "siempre se hizo", "son picardías",  sólo sirven al objetivo de normalizar, legitimar lo que corroe al tejido social y la democracia.
El tono de este diálogo entre dos referentes a quienes se trató de escamotear su triunfo junto a millones de votantes en Provincia de Buenos Aires y Santa Fe, Cristina y el Chivo, junto al reclamo inclaudicable y la defensa de lo conquistado son la mejor forma de enfrentar esta anticultura que viene por la ruptura de todos los lazos de solidaridad y convivencia que nuestro pueblo ha construido a lo largo de décadas de lucha y resistencia.

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