domingo, 15 de octubre de 2017

VE-NE-ZUE-LA.... Y VA

La oposición anunciaba un "triunfo gigantesco" y acertó: TRIUNFAZO DEL PSUV.
Los medios de acá eran casi unánimes en dar por derrotado al gobierno chavista en estas elecciones. Se ve que los venezolanos ni leen Clarín y La Nación, ni ven TN o Canal 13.
Analistas locales de vertientes populares concluían, habida cuenta de la violencia y la escasez de productos, del semibloqueo externo y de la tormenta solar de ayer, que podìamos darnos por contentos si la derrota no era muy grande. Se ve que la mayoría del pueblo venezolano se guía más por sus referentes que por nuestros pensadores.
Hace unos cinco años, junto a mi hija y un sobrino compartíamos el final de una elección con militantes y vecinos en una escuela de "El 23", un barrio del tipo "Ejército de los Andes" (mal llamado "Fuerte Apache"), pero muchísmo más grande y dispuesto en subida sobre un cerro en Caracas. 

La escuela cerrada, las urnas ya retiradas, no podìamos sutraernos a una escena imposible: un oficial, el arma colgando de su hombro, barría el piso y juntaba el polvo con una pala. 
Tres milicianos (civiles que colaboraban con tareas oficiales y disponibles para situaciones de gravedad institucional) ya veteranos, se acercan al oficial y le dicen " mi oficial, ya terminamos". Ellos habían barrido el resto del salón. 
El oficial, un teniente de unos 25 años, les pregunta: "¿ya se retiran? ¿Sin novedad?". 
"Sin novedad" contestan los tres casi a coro. El oficial se cuadra, deja la pala, les hace la venia y les dice: "hasta la victoria siempre". Los tres milicianos responden con la misma frase, nos saludan y se van.
No se puede pensar Venezuela sin conocer estos hechos y sin reflexionar sobre su significado. 
No se llega a fuerza armadas de ese tipo, con ese compromiso con el pueblo y la democracia, sin una gesta como la chavista, sin un pueblo tan involucrado con un proceso político como el venezolano con el chavismo. 
Ello a pesar de la división que parte la sociedad en un proceso que no deja de ser lógico: se disputan propiedad y derechos, la oligarquía no quiere ceder la una ni aceptar los otros, el pueblo chavista reclama más propiedad y avanza para conseguir más derechos. 
Nada más lejos del pensamiento iluminista que los procesos sociales: el avance del pueblo en sus revindicaciones no significa que por pura razón las mayoría se incline unánimemente a favor. La oligarquía, al verse amenazada, despliega todos sus medios para defender su statu quo, explota todas las divisiones posibles en el seno del pueblo, siembra miedo, desconfianza, provoca desabastecimiento, etc., etc., de modo que las masividades fluctúan y todo se torna inestable.
Hace poco menos de un año se multiplicaban voces, algunas en sordina, otras públicas, reclamando a Maduro un diálogo con los insurrectos. No una negociación política con la oposición democrática, hecho siempre saludable en tanto se haga lo que prometimos a la gente que nos votó, sino que se pedía una negociación con quienes atacaban instituciones a bombazos, cerraban calles para cobrar peaje y vandalizar, prendían fuego a quienes les parecía y todo con logística yanky.
No estoy en condiciones de decir qué es lo conveniente en Venezuela ni mucho menos  juzgar la política chavista en su globalidad, pero algo me queda claro y creo que es la principal enseñanza: hasta en los momentos más difíciles el chavismo tuvo en claro un eje esencial: sea cual sea la situación lo que no se puede perder es el gobierno. El pueblo los ha votado una y otra vez para ejercerlo y garantizar que esté a su servicio. Garantizar que el pueblo siga contando con su gobierno es la principal obligación de un gobierno popular, así como perderlo es el único error del que los pueblos difícilmente pueden recuperarse cuando sus dirigente incurren en él.
No es para dar por terminada la movida contrarevolucionaria, por supuesto. Pero los triunfos, diría perogrullo, fortalecen a los pueblos.
Esta elección, creo, en mi limitada posibilidad de entrender lo que pasa allá, no es un techo para el proceso popular sino el piso, el punto de partida tras la exitosa táctica de la elección consituyente más reciente.
Mucho que aprender de ese pueblo, mucha solidaridad a tener para con ellos ya que esta derrota volverá a la oposición a su veta más golpista y al imperialismo a su veta más intervencionista. 
Un abrazo feliz a todos los amigos ya amigas, compañeras y compañeros que supe conocer en aquellos lares. Y uno para vos Nicky, hermano. Te imagino palpitando los guarismos finales junto a las compañeras y los compañeros allá en el 23.

1 comentario:

  1. Un abrazo Mario querido. Triunfó la paz, variable que los encuestólogos no midieron y que Maduro supo posicionar como el elemento que debía ser el centro en esta etapa.

    Los diarios de los lunes son fáciles de escribir (dicen los futboleros) p,orque uno tiene los resultados. Pero aquí en Venezuela teníamos datos suficientes como para pronosticar el triunfo electoral chavista, aunque la oposición en su ceguera lo negó y aún niega.

    De abril hasta exactamente el 30 de julio (día en el que se eligieron los diputados a la Asamblea Nacional Constituyente), Venezuela soportó el ataque sistemático de la derecha: en el marco de una brutal guerra económica ("haremos chillar la economía", dijera Kissinger en el Chille de Allende), los municipios más clasemedieros (solo el 7% de los 335 que tiene Venezuela), se llenaron de violencia, gases y amenazas; el pueblo soportó con estoicidad los ataques al transporte, a los centros de trabajo, a los centros de salud (a los símbolos de un gobierno que tiene como centro la protección de los más vulnerables), a su tranquilidad. Y el 31 de julio, electos los constituyentistas por más de 8 millones de venezolanos y venezolanas y como por arte de magia, se acabaron las guarimbas, ganaba la paz, ganaba el pueblo todo, chavista u opositor.

    Decía dos párrafos arriba que el optimismo chavista tenía bases sólidas: el 1er dato era la paz ganada con la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) ese 30 de julio; luego se convoca a elecciones a gobernadores para diciembre de este año y la ANC, haciendo uso de la sobernaía popular que representa, ordena que se adelante la fecha para el 15 de septiembre. El 2do dato estuvo en la interna opositora con el triunfo de los candidatos del partido Acción Democrática (AD), aunque cómplice de las "guarimbas", es el sector menos violento. El gobierno bolivariano posicionó a la paz como el objetivo y esa fue la opción triunfadora este domingo.

    Triunfó la paz, triunfó el gobierno bolivariano y triunfó el pueblo de Venezuela.

    Chávez vive, la patria sigue.

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