TODO ESTÁ CARGADO EN LA MEMORIA

 

TODO ESTÁ CARGADO EN LA MEMORIA

El fútbol, sobre todo en Argentina es un reservorio de aquello en que el pueblo no puede ser sustituido por nada ni nadie: la memoria colectiva.

Nuestra generación de los '70 creció entre relatos sobre los tres de arriba en San Lorenzo, sobre la máquina, el sudamericano de Perú. Supimos del Bernao de las copas, de Rojitas, del Ríver de los tres "10", el Racing del primer Mundial de clubes ganado.

Escuché (en la cárcel no había TV), del triunfo del 78.

Sin culpa, porque los pueblos se merecen momentos que los pongan por encima de la angustia y el dolor y, es contrafáctico pero es lo mío, no sé si el 30 de marzo hubiera sido lo que fue sin ese 78, con el título ganado, las madres en la calle, la primera solicitada contra el terrorismo de Estado.

Caminé ya libre, con mi hija de un año en brazos, entre cientos de miles en el 86, cuando la selección era Diego, pero también el Tata agujereando la camiseta para sostener su brazo lesionado, también el Gurru llegando al área de Alemania para meter el 3 definitivo tras el fatídico 2 a 2, que se nos volvió a pintar ahora con Países Bajos y Francia.

Memoria presente: eso son los cantos, los carteles, las pintadas en los barrios.

Todo está cargado en la memoria de nuestro pueblo, del que salen estos pibes de Catán, Zapala, Pujato. Hijos de la vuelta de la esperanza:  Julián tenía 3 años en 2003, Enzo 1. Salvo los " viejos" ninguno llegaba a los diez.

Algunos se fueron a Europa jóvenes, justamente porque era posible. Excepción, eso lo hace más grande, de Lío que también cargó un pedazo de memoria negativa: la de los clubes y una AFA que se permitieron, permiten, el éxodo de jugadores cada vez más jóvenes y no invierten en resolver problemas de salud como el del mejor del mundo. 

Lío igual nos salió argentino y te manda "payá" como si no se hubiera ido ni un minuto del país.

Ayer, un periodista realista decía que Diego en realidad no estuvo: Messi, rezándole a Diego durante la caminata de Montiel hacia su penal, Di María agradeciéndole a Diego tras su gol, mostraron

que el gigante estaba en la cancha como están los que se van de este mundo pero son parte indivisible de nuestro pueblo