Los Fantasmas de la Mesa de Enlace: facturar o pelear

Rara situación la de las cámaras empresariales agrícolas. La están haciendo con pala y dicen que están perdiendo, aumenta la producción de granos y dicen que se la desalienta, se presentan juntos y los rondan las contradicciones, se saben dueños de más de medio país pero tienen que "descender" a reunirse con un par de ministros. El gobierno les da, a ellos tan acostumbrados a tomar sin pedir. Pero también les niega, como en lo de suprimir los cupos, las retenciones, el control de las condiciones de empleo, la fuga de divisas y la evasión de impuestos.

Algunos quisieran ir ala confrontación, a otros los fogonean desde la prensa, pero los dólares les llueven y dudan sobre la conveniencia de sostener una pelea de verdad.

Hoy, en el programa 678, se habla de la Mesa de Enlace, sus gambetas al tema del trabnajo esclavo y el conflicto por la 125. Alguien dice "la derrota". Tomada agarra la posta y le dice a Barone “No creo que hayan ganado”

Tiene razón el ministro, tuvo razón ayer la presidente en incluirlo a él en la reunión con las cámaras empresariales rurales. Se gana cuando se consigue el objetivo buscado: en 2008 la Mesa pretendía cambiar el programa del gobierno con consenso social, mucho más que parar las retenciones. Año y pico después el mundo es otro: el programa se profundizó, el consenso mayoritario se inclina a favor del programa K, las retenciones siguen y van a coparticipación, compensaciones de precios, etc. Y se fue templando una militancia que hoy se despliega sin que se vea su techo. También se produjo un primer tamiz, un sano quién es quién en el kirchnerismo. Con errores y aciertos ganamos esa batalla, aunque ayer parecía derrota

Ellos lo saben. Lo sabe Buzzi que trató de armar un tractorazo y juntó tan pocas 4 por 4 que fue titular para el gaste en Crónica Rosario ("Mas solo que Buzzi en Rufino"). Más claro lo tienen la Rural y GARCAP. Y como son bicentenerios en su egoísmo, saben que peden perder más. ¿Qué?

1- El Control la comercialización internacional, acá están divididos porque, como sucede de 1810 para acá, la alianza oligarca prioritaria no es con los Buzzi sino con los que controlan el comercio mundial, (ayer ingleses hoy multinacionales).

2 - Ligada a ésta, el resguardo del consumo interno: sin junta de granos, agencia o lo que sea no se puede controlar qué queda con calidad y a un precio accesible y qué se vende afuera con la mayor ganancia para el país, no para Nidera o Cargill. .

3 - Propiedad y soberanía: parar la desnacionalización (los porcentajes varían pero todos superan el 50% de apropiación extranjera) y regular y proteger la propiedad familiar, originaria y todas la formas que garantizan campo poblado.

4 - Liquidar el bando militar y hacer una ley de empleo rural que actualice el viejo estatuto del peón.Acutalizar, sí, pero a la nuestra: jornada de 8 hs, no al trabajo infantil, protección contra agrotóxicos y prácticas peligrosas, más capacitación, etc.

5 - Liberarnos en lo tecnológico: producir nuestras propias semillas de modo de eliminar la sujección a Monsanto, Dow, etc.

Vitudes y sorpresas de la política. Hace pocos años estos temas rondaban la ciencia ficción, hoy son temas que se van incluyendo a la agenda política a influjo de las políticas de Estado. Y ya no se ven tan imposibles de llevar a cabo.

Es esto lo que desvela a los Biolcatti: saben que en tanto el proceso K no cambie de sentido estos problemas van a a ir estallando uno a uno y pueden perder en dominó si el modelo inclusivo acumula lo suficiente.

Como sucedió a lo largo de los ùltimos 200 años otra vez se tensan el interés oligárquico y el interés del país. La lógica diría a la Mesa : facturar, calmar los ánimos, esperar tiempos mejores, pero no está en su naturaleza: se van con un simulacro de Paro. Es más que dinero lo que se juega, quieren volver a una Argentina atendida por sus propios dueños. Esperar sería aceptar reglas, el poder del Estado, descender de su propia soberbia.

Del otro lado está el proyecto de inclusión, desarrollo y soberanía: para que haya despegue hay avanzar, aunque cueste.