El spot inglés muestra una suerte de academia
de hinchas, en las que les enseña a festejar, vivar, es decir lo que nacemos
sabiendo en Argentina. Mientras, alguien con una camiseta con el "10"
en la espalda, lava pisos.
El que trabaja, limpiando baños, manejando un torno, arando la tierra, actuando o
jugando al fútbol, nos hace seres humanos. Es nuestro trabajo el que ha
moldeado nuestro mundo, el que nos hace dignos de nuestros semejantes, crea
presente y futuro y un pasado palpable.
Saquear,
asesinar, violar, ocupar países, traficar esclavos, crear una legislación que
todavía permite golpear a pibes en las escuelas, poner la competencia por
encima de la solidaridad nos aleja de nuestra humanidad, pone al hombre contra el
hombre, justifica su explotación y su aniquilamiento. Eso es la cultura
inglesa, más que Shakespeare, el fútbol o el sombrero de hongo. Tanto es así que a
pesar de afirmarse en una revolución industrial, su clase dirigente no pudo conformarse con intercambiar con otros pueblos de manera pacífica y equitativa. Cierto esque no quisieron, pero tampoco pudieron, porque una cultura depredadora se impone con la fuerza de la repetición a quienes la parieron y a su descendencia.
Es esa forma depredadora de instalarse en el mundo la que ha signado la cultura inglesa por siglos la que los trajo por lo menos cuatro veces a robarnos hasta que al fin ocuparon Malvinas. Otros continentes tuvieron menos suerte aún y cuentan por millones sus muertos a manos del colonialismo.
Es esa forma depredadora de instalarse en el mundo la que ha signado la cultura inglesa por siglos la que los trajo por lo menos cuatro veces a robarnos hasta que al fin ocuparon Malvinas. Otros continentes tuvieron menos suerte aún y cuentan por millones sus muertos a manos del colonialismo.
A diferencia de algunos compatriotas, el spot inglés no roza mi orgullo:
el que limpia, sea lo que sea lo que ensucie sus manos, participa de la gran empresa que es hacer la vida. El que saquea y enrojece sus manos con sangre de otros hombres, la destruye.
Puede ser,
como dijo Cabito hoy, que el que limpia el piso sea un inglés que toda la vida
soñó con hacer el mejor gol de la
historia, o que sea un argentino que fue a limpiar baños a Europa tras la
crisis que nos generaron los bancos, ingleses incluidos.
En cualquier caso es
alguien en mejor posición que quien defiende una posesión colonial.
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