jueves, 22 de octubre de 2020

EL MILLÓN DE CONTAGIOS Y LOS PRO COVID19

Pagina 12 publica el artículo de Pablo Esteban sobre el millón de contagios en Argentina, con aportes de un bioinformático, Rodrigo Quiroga y el sociólogo Daniel Feierstein. 

Es necesario, indispensable, preguntarse por qué llegamos al millón de casos . 

El tema es que para pensar soluciones necesario, el abordaje debe hacerse con profesionalidad y si bien Quiroga, integrante del equipo de Aliaga, lo hace, el abordaje sociológico no avanza sobre las cuestiones prioritarias ni distingue responsabilidades a la hora de explicar cómo una pandemia que comenzó con cientos de contagios ha pasado el millón y lo que se cuenta hoy por cientos son las personas que fallecen cada día. 

Las pandemias son en primer lugar un problema de Estado. 

Es el Estado el que define qué hacer y qué no. Por supuesto que sus propuestas deben ajustarse a las formas culturales de su ciudadania, pero atentas al límite de evitar al máximo los perjuicios de la pandemia. En nuestro caso, las "flexibilizaciones" con las que se fue desarticulando el ASPO no tuvieron que ver con lo que Feierstein llama "enfoque médico", ni con presiones sociales masivas, ni con hábitos predominantes en nuestra población, sino con una disputa de poder. 


LAS DOS BATALLAS

Mientras el gobierno promovía restringir la circulación, el gobierno de CABA, la mayoría de los medios de comunicación y buena parte del sector empresarial más concentrado fueron boicoteando esta política a la vez que accionando sobre todos los malestares que puede provocar una cuarentena. Ello implicó dos frentes para el gobierno: la agresión del COVID19, la de la oposición pro-COVID.

¿Es posible que haya algunos sectores que accionaron de modo que se favoreciera la expansión del COVID19? Es posible a partir de una confluencia entre intereses diferentes.
Económicos: el Estado amenazaba y de hecho concretaba la traslación, hacia lo sanitario y lo social, de recursos estatales de los que que los sectores de mayor riqueza gozaron durante los cuatro años de Cambiemos. Con la frazada más corta, IFE, medicamentos gratuitos, aumento de jubilaciones, el rescate del sistema sanitario son inaceptables para quienes venían mediando de la especulación, la fuga de divisas, la apropiación de bienes públicos. 

Una de las batallas centrales en la que se fue modificando la correlación de fuerzas justamente la generó un líder de ese espacio: Roca, despidiendo a 1400 trabajadores en medio de una prohibición por ley. No se trataba sólo de esos 1400 trabajadores sino de la percepción social de ese conflicto. Si aún siendo denunciado por el presidente Fernández el carácter miserable de la decisión de Roca, la empresa no volvió atrás en su decisión, el resultado fue que uno de los sectores más convocados por  la  cuarentena, las y los trabajadores asalariados, tomaron nota de la fragilidad de su situación. Conservar el empleo, buscar algo alternativo, se hizo prioritario a cuidarse del COVID19.

Lo del gobierno de CABA tiene un tinte menos productivista que el "que trabajen y que se contagie el que se tenga que contagiar" roquista, pero aportó a la misma campaña. Toda la economía capitalina gira alrededor del área de servicios, por lo que Larreta fue invocando cada espacio como una "demanda social", desde los corredores nocturnos hasta las peluquerías y bares.  

Y el ideológico, compartido, al igual que el económico por los medios afines: disputar contra cada decisión del gobierno nacional. Larreta y Acuña, reclamando clases a mes y medio del fin de calendario, son un ejemplo que ahorra argumentos. La aceptación forzada de esa "propuesta educativa" es indicativa del estado de debilidad en que quedó la propuesta "médica", en realidad sanitaria, en la disputa de poder descrita. 

Increíble que no se citen las advertencias del ministro y el vice ministro de salud de la Provincia de Buenos Aires, Gollan y Kreplak respecto a que cada apertura en AMBA iba a repercutir en la explosión  de COVID19 en las grandes ciudades del interior. Los trataron de "Dr. Muerte" un 90% de los medios de comunicación. Eso a pesar que no profundizaron en un plano que afectó sumanente al Conurbano. La mayor parte del trabajo capitalino lo realizan trabajadoras y trabajadores del otro lado de la General Paz. La explosión en el Conurbano tuvo que ver con esto, el virus no nada en el Riachuelo, son quienes van a trabajar a CABA quienes se contagia y lo trasladan,  apiñados en transportes legales que no pueden ser controlados e ilegales idem.

DEL ASPO A LA FLEXIBILIZACIÓN 

Es en el Marco de esta disputa que se producen y suceden las diferentes "fases" que atravesó la política antiCOVID19 y no hay forma profesional de abordarla si se ignora este Marco
Varios de los puntos que se mencionan sabemos fehacientemente que no Incidieron de modo sustantivo en el millón registrado de casos o la cifra que pueda deducirse a través de modelos matemáticos. El sociólogo nos dice que "se debió informar cuanto duraría la cuarentena". Cómo si aún a la fecha no hay modelo que acierte cuando la caída de casos no es solo un efecto temporario? "Que (la cuarentena) no debe ser muy extensa". ¿Por qué? ¿Qué es extenso? ¿Tiene algún ejemplo equiparable al COVID19 de cuarentena moderna? ¿Como lo asimila a esta? Si hubiéramos sostenido una cuarentena similar a la sostenida alminciio en AMBA, pero por cuatro meses, con habilitación progresiva de circulación restringida a lo esencial, alimentos, salud, energía, seguridad, con control estricto de circulación interprovincial hasta hoy: ¿cuántos contagios estima que tendríamos?¿cuántas muertes?
"Que no planchen la economía". ¿Qué categoría sociológica es esa? ¿planchen? Supongamos que se habla de no reducir el ritmo de la economía. ¿Quién dijo que una cuarentena necesariamente llevaría a la recesión cuando la recesión ya estaba y venía muy profunda desde el gobierno anterior? Los hospitales nuevos, la incorporación de trabajadores de la salud, toda la producción sanitaria que se disparó, indican que se puede hasta promover más actividad, siempre y cuando se cuente con fondos para eso. Más actividad no sólo en lo sanitario, tambien en otras áreas productivas de menos concentración en un lugar. Pero todo ello implica disponer de fondos y es lo que el capital concentrado no puede permitir.

La "plancha" no tiene que ver con la cuarentena sino con que actividades se benefician de los recursos disponibles. Quienes quieren llevar al dólar a las nubes para comprar activos por centavos están hoy afectando la economía más que el COVID19 y a favor de éste, ya que insumen recursos y horas hombre que el Estado necesita dedicar a parar la pandemia Y reactivar la economía. Pero el capital especulativo considera un robo el uso sanitario de recursos.  Tan acostumbrado está a medrar del Estado, de la fuga de divisas, las especulaciones cambiarias, la retención de granos (¡harina a un dólar!), etc.  No sólo se opuso, al proyecto de contribución ordinaria desde que se conoció. Ni se le ocurrió hacer una colecta básica entre sus miembros.

Las pandemias son en primer lugar problema de Estado, digo al comienzo. Agrego: y de su capacidad para enfrentar a los intereses que se benefician de su fracaso. 

Hemos logrado sacar al neoliberalismo del gobierno, pero salir del desastre en que nos dejó y neutralizar su poder económico y mediático dedicado a desinstitucionalizar el país es una tarea de más largo plazo. 

Ese es el problema principal con la pandemia. Tenemos la estrategia que pudimos implementar en medio de la disputa de poder, no la que hubieran permitido mejores condiciones económicas y de gobernabilidad.

LO COLECTIVO Y LO SINGULAR DE LA PANDEMIA
Frente a los factores que hemos desarrollado,  las costumbres, la responsabilidad, etc. de nuestros compatriotas son, en términos epidemiológicos, secundarias. 

Si el mensaje de Estado, tanto en el sentido restringido de aparato estatal, como el amplio, que integra el resto de las instituciones y medios, es contradictorio y hasta antagónico, la consecuencia social será  la dispersión, la preocupación por otros temas, el descuido.
Contra lo que suelen pensar algunos, los humanos no vivimos previniendo sino viviendo,  a cada individuo singular no lo mueve la preocupación por la la salud sino la sociabilidad, la búsqueda de satisfacción, la creación. Pero justamente referenciamos en el Estado aquello que nos atañe a todas y todos. 

Frente a una amenaza sin solución -el COVID119 aún lo es- la reacción natural no es vivir pendiente de ella sino dedicarse a la sobrevivencia y lo que sí se puede resolver. Esta ecuación sólo la puede cambiar la intervención del Estado: "ponemos toda nuestra fuerza sanitaria, legal y recursos para enfrentar la pandemia". Pero este mensaje se percibe desde lo discursivo sólo si se realiza en lo concreto. Cuando salir a correr, tomar una cerveza en la vereda o ir a la peluquería puede equipararse desde la acción de Estado a contagiarse, enfermar o morir por COVID19, no hay apelación a la responsabilidad individual que pueda equipararse.

Nuestro pueblo convive hoy con haber pasado un millón de personas por la experiencia de tener COVID19 y  padece haber perdido más de 27000 vidas. Asignarle responsabilidad por esta situación, frente a la magnitud de la ofensiva procovid que venimos soportando desde las primeras medidas de gobierno, es sumarle un cargo que no merece. 

Nuestro gobierno ha intentado, con algunas salvedades que coincido con Aliaga, dar batalla. Pero el frente proCOVID fue aún más fuerte que el virus y más  responsable de los resultados que vemos a la fecha.

Coincido también con lo que expresa Quiroga respecto a la necesidad de reconstruir el contrato social, pero creo que para ello hay que entender que ya existe un  mensaje de la sociedad: salvo sectores muy acotados, nuestra gente sale de su casa sólo  por lo indispensable. Dejemos de tomar el ruido del lobby y los medios como expresión de mayoría. Cuando se circula por los barrios pobres, de sectores medios bajos, esa es la inmensa mayoría de la población argentina, las y los que circulan lo hacen para procurarse trabajo y/ o lo indispensable para que los suyos sobrevivan. 

Si podemos hacer lo posible para cubrir necesidades y que esa circulación no sea necesaria, volveremos los contagios a un nivel manejable y sabremos que hemos hecho todo lo posible para preservar nuestras vidas, las de todas y todos. 

4 comentarios:

  1. Graicas María. Lamentablemente no son buenas noticias. Ni sobre la situación ni sobre los aportes que se vienen haciendo al respecto

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