lunes, 25 de junio de 2012

El documento de Moyano y la unidad de los trabajadores

Golpe en Paraguay, un intento de golpe en Bolivia, los derechos sociales y de los trabajadores van siendo arrasados en Europa y el resto del mundo desarrollado, afrontamos una o más operaciones políticas por semana por parte de la corporación mediática y la CGT llama a un paro contra el gobierno más inclusivo en 60 años, pero rechaza que la tilden de golpista.
Raro documento del grupo de Moyano que se presenta como “documento de la CGT” (1), para explicar un paro que no se decidió en un confederal sino en una emisión de "A dos voces" por TN.
Rescata, para contener a los compañeros honestos que aún quedan en ese grupo, parte de la buena historia de la CGT. Como si fuera la única y como si esa parte de la historia le perteneciera sólo al grupo. Los compañeros perseguidos, incluidos en listas negras, torturados, secuestrados y/o asesinados por el Terrorismo de Estado son patrimonio sólo del pueblo en su conjunto.
Hemos tenido tiempos de divisiones y de traiciones. Por supuesto que nunca fue beneficioso para el pueblo que la clase obrera estuviera dividida y su CGT en manos de traidores o fragmentada.
Pero sucedió:  el apoyo al golpe de Onganía, el Peronismo sin Perón de Vandor, la borrada de la Central cuando Atilio López, Agustín Tosco y Elpidio torres abrieron camino al Cordobazo, la alianza con López Rega hasta que la gente del Brujo empezó a tirar para el costado,  la borrada de Casildo Herrera en vísperas del golpe del ´76, la CGT Azopardo con Viola, la limada al gobierno y la complicidad con el empresariado ya neoliberal en tiempos de Alfonsín, incluido el silencio frente al golpe económico del 88, la CGT Barrionuevo con el Menem, el paro que el MTA levantó por lluvia a pesar de su acuerdo con la CTA.          
EL grupo de Moyano afirma que no es golpista y por supuesto no hay por qué no creerle. Pero ¿qué propone hacer frente a la ofensiva golpista en dos países hermanos? Una declaración. Para reclamar por el impuesto a los ingresos –cuyo tope se ha modificado año a año tras el cierre de las paritarias- lanza un paro nacional.  
Un paro nacional en momentos en que una de las herramientas que tenemos para comandar la lucha antigolpista, el MERCOSUR, hace su cumbre de presidentes en Argentina y tiene al golpismo como tema central.
El principal problema de los trabajadores y el pueblo hoy en Argentina y en la región es unirse para defender las conquistas fortaleciendo los procesos democráticos, de modo de frenar el golpe  en Bolivia, aislar a Franco y su corte golpista en Paraguay, aislar los proyectos oligárquicos en  cada país.    
O se aporta en ese sentido o se juega en contra.
Las acciones políticas se analizan por quién se beneficia de ellas, no por sus intenciones. 
Los únicos beneficiados por este paro son la corporación sojero-terrateniente y su vocero el grupo Clarín.
No son beneficiarios del paro porque se genere gran expectativa en el pueblo, sino porque su realización contribuye a fragmentar la CGT y darle un poco de oxígeno a lo más rancio de la reacción. Mientras la Mesa de Enlace logra que Moyano intente lo que ella no puede, la fragmentación de la CGT debilita al movimiento obrero justo cuando más necesaria es su fuerza y unidad. 
Nada de lo que se reclama perdería legitimidad si el paro no se produjera y la CGT se abocara a promover acciones contra el golpismo en la región. Personalmente creo que, en tanto no haya una correlación de fuerzas y una situación económica que permita que el Estado lo sostengan los más ricos, es correcto que sueldos mayores a $8000 ó $9000 deben contribuir a sostener al estado con una carga, que dicho sea de paso es menor a la cuota sindical. Quien proponga lo contrario tiene que explicar de dónde sale esa plata. Seguramente no será la Mesa de Enlace la que se movilice para ponerla.  
Que el grupo se victimice, se afirme perseguido o prohibido cuando se ha permitido impedir servicios esenciales para resolver de mala manera una paritaria que terminó negociando por debajo de varios convenios, no aporta a resolver estas cuestiones ni al crecimiento del proceso popular. Por el contrario demuestra la arbitrariedad del paro.   
Como hace años, se reafirma aquel mensaje de una dirigencia obrera que mantuvo su coherencia, la CGT de los Argentinos: CON LOS DIRIGENTES A LA CABEZA O CON LA CABEZA DE LOS DIRIGENTES

(1) Declaración de la CGT
Debido a las deliberadas acusaciones de “golpistas” esgrimidas por funcionarios del gobierno nacional en los últimos días respecto de las acciones gremiales que se han llevado a cabo, como así también a la inmensa cantidad de artículos periodísticos que han sido publicados y que llegan al ridículo de vincular las tensiones que existen en el Movimiento Nacional con el golpe de Estado sufrido por el presidente Lugo y el hermano pueblo del Paraguay, la Confederación General del Trabajo se ve en la obligación de responder esas imputaciones que duelen y ofenden a su historia.

Llama la atención que se acuse a esta Central Obrera sobre todo si se tiene en cuenta la historia de los dirigentes que hoy la encabezan. La CGT fue intervenida por todos los gobiernos militares, por muchos de los que se decían democráticos, y quizás haya sido la institución más combatida por la última dictadura cívico-militar. Más del 60 por ciento de los desaparecidos eran trabajadores, muchos de ellos delegados de base, miembros de comisiones internas, e incluso se eliminó al Secretario General del sindicato de Luz y Fuerza, el compañero Oscar Smith. La CGT fue artífice del fin de la dictadura más brutal de nuestra historia. Basta recordar la huelga general del 27 de abril de 1979 y la movilización del 30 de marzo de 1982 en contra de la dictadura, donde la represión costó la vida de un trabajador en Mendoza.

Los argentinos no deben dejarse confundir por las adhesiones mediáticas de quienes jamás se han preocupado por los derechos de los trabajadores. Son reacciones oportunistas y desesperadas de sectores que no son una opción política real en nuestro país. En esto hay que ser categóricos: de ningún modo las intenciones de estos sectores marginales representan el espíritu de la masiva movilización convocada para el próximo miércoles en Plaza de Mayo, ni la agenda, ni los reclamos quela CGT viene planteando desde hace más de un año y que no han obtenido ningún tipo de respuesta.

La fuerza social que se movilizará es obrera y como tal adhiere al proyecto nacional en la medida en que el mismo no se aleje del camino recorrido a partir del 2003. Los trabajadores jamás seremos ariete, ni mascarón de proa, ni fuerza de choque de aquellos a los que poco les importan las negociaciones colectivas, el pleno empleo, los derechos humanos y la distribución justa de la riqueza. 

Quienes usufructúan esta división en el seno del Movimiento Nacional son adversarios tanto de la CGT como del Gobierno. Sectores que nada tienen que ver con el Proyecto Nacional y se han opuesto al avance de las mayorías populares en la última década. Avances y conquistas en lo que también la CGT ha sido artífice. 

Podemos aceptar que haya sectores que no compartan nuestros reclamos, pero no vamos a permitir que nos llamen desestabilizadores por ejercer un legítimo derecho a reclamar. Este reduccionismo no hace más que negar cualquier diferencia y anular la discusión política, la cual le aporta dinamismo al Movimiento Nacional Más allá del oportunismo de estas mezquinas minorías, los trabajadores llevaremos adelante nuestra movilización, en paz, con un único objetivo: que nuestro legítimo reclamo sea escuchado por la Presidenta de la Nación. La CGT no va a permitir bajo ninguna circunstancia que la protesta social sea criminalizada y que las huelgas, sean caratuladas como extorsión a la democracia y que a nuestro accionar se asocie el chantaje, el miércoles los trabajadores organizados una vez más en la histórica plaza levantaremos nuestra voz contra la injusticia.

1 comentario:

  1. Mario, la correlación de fuerzas de aquí a diez años, es un país arrasado.
    Slds.

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