miércoles, 22 de octubre de 2014

HUÉSPED Y LA HISTORIA DEL SIDA SEGÚN EL NEOLIBERALISMO


Ante el comunicado de prensa de Fundación Huésped sobre la disponibilidad permanente de tratamiento antivih desde 1988, que siempre habría estado garantizada por una Ley, es conveniente revisarlo a la luz de las muertes y perjuicios que causaran políticas neoliberales durante y a pesar de los 26 años de promulgada la llamada Ley de sida. 
1- La provisión gratuita de medicación, tratamientos, controles, etc. a las personas que viven con vih fue legislada en 1988 por la Ley 23798. Ya en aquel tiempo, militantes como Carlos Jáuregui, (incluso Pedro Cahn) la CHA, el MEDH, Fundación R.E.D., conseguimos que se presente y sancione una ley que en su momento fue la más avanzada de América Latina. Sorprende que Huésped ahora lo olvide cuando en su sitio  publica el texto de la Ley. Las posteriores leyes de Obras Sociales y de Prepagas vinieron, con luchas sociales por medio, muchos años después Y CON LA MISMA DIFICULTAD DE APLICACIÓN QUE LA 23798, como denunciara el que fuera director de Huésped, en un artículo de Página 12 del año 2001
 2- La existencia de la Ley no garantizó por sí sola más que el test de seropositividad y proveyó un paraguas para que las organizaciones y personas viviendo con vih lucharan para su aplicación efectiva. En efecto, desde el mismo momento de su sanción faltaron primero AZT y los distintos medicamentos que se fueron generando para el tratamiento de la infección por vih y enfermedades asociadas. 
La provisión gratuita por parte del Estado de las terapias combinadas, con eficacia demostrada ya en 1995, fue el consecuencia de 6 tomas del Ministerio de Salud, combinadas con la presentación de un recurso de amparo por parte de Benghalensis, Descida, FEIM, Intilla, Fundación R.E.D" y FAPANS, que tuvo como resultado un fallo de la jueza Rodríguez Vidal obligando al Estado Nacional a proveer las nuevas terapias, fallo que en 1996 fue convalidado por la Corte Suprema. Huésped no participó de la presentación del recurso porque ya alternaba algún reclamo con algún guiño a las autoridades de turno, como vuelve a hacerlo ahora al absolver de antemano a las propuestas neoliberales. 
3- Es imposible evaluar cuántos miles de personas viviendo con vih murieron por causa evitable ente 1990 y 1997, año en que se fue generalizando la cobertura que ordenara la justicia. Considerando la baja en el índice de mortalidad y morbilidad en el par de años subsiguientes es posible afirmar que la carencia de una asistencia conforme al avance del arte de contener la epidemia fue causal de miles de muertes evitables por las que ni el Estado ni los responsables de cada gestión han producido ni arrepentimiento ni reparación alguna. Abundan, para quien busque en los diarios de la época, las denuncias de Pedro Cahn, en el país y el exterior, coincidentes con las denuncias de personas afectadas y organizaciones. Raro que Huésped, institución fundada por Pedro, ahora las desmienta.
4 ¿Por qué no se evitaron tantas muertes? ¿Por discriminación? En parte sí. Es lo que se llamó la tercera epidemia: la discriminación y aislamiento, desde las instituciones, medios de comunicación y parte de la sociedad a las personas que viven con vih, la estigmatización de los grupos sociales a los que se asoció prejuiciosamente a la epidemia. Pero el responsable principal fue el achicamiento de la inversión pública en salud por parte del gobierno menemista, coherente con el programa de desguace y abandono de la cobertura estatal a los sectores desprotegidos que sostuviera durante una década. 
5. si esa era la política ¿por qué cambió hacia 1996/97? Por la lucha de las organizaciones y personas viviendo con vih, tomas de Ministerio y amparos incluidos. Así, el menemismo comprendió que el efecto de desprestigio que le causaban estas luchas era demasiado en relación al "gasto" que venía evitando. Pero también por presión de los laboratorios, que vieron ampliada la inversión en el Programa de sida de 8 millones de dólares a 62 millones de 1996 a 1997, con un porcentual del 90% en medicación y reactivos 
6- Principal mercado incluso por encima de Brasil, que ya emprendía el camino de producir desde el Estado sus medicamentos. ¿Por qué no produjimos nosotros a pesar que Brasil ofreció una y otra vez, ante la presión contraria de los laboratorios multinacionales, aportar fondos para que Argentina y Brasil produzcan de modo complementario? Porque el neoliberalismo concibe y decide que esa producción debe hacerla la industria privada y el Estado gastar lo que ella le cobre. 
7- Con el gobierno de la Alianza esto pareció cambiar, pero al poco tiempo comenzaron a producirse faltantes y con ellos la zozobra de las personas en tratamiento y sus allegados. El punto más alto de faltantes comenzó antes de la caída de aquel gobierno, cuando la directora del Programa Nacional de sida, Dra. Mabel Bianco, "ahorró" fondos al Ministerio dejando de efectuar las compras periódicas de medicamentos. En los diarios de época se puede conocer el repudio colectivo hacia la gestión Bianco, por parte de los participantes del Congreso Nacional de Sida y ETS realizado en Mendoza a fines de año 2000. 
8- A la caída de la Alianza, quedaba en existencia un stock para no más de un mes de medicamentos , cosa que denunciamos las organizaciones del Foro Argentino de ONGs con trabajo en vih sida. Huésped dice "el acceso al tratamiento estuvo asegurado". Claro, por la acción de las ONGs y de personas viviendo con vih, incluido Huésped, aunque ahora parece olvidarlo. ¿Cuál fue esa acción?: a- DENUNCIA: abundan las publicaciones en diarios, la cobertura en los canales de TV, etc., b- GESTIÓN: ante el gobierno de Rodríguez Saá primero y Duhalde luego. 
Tras la renuncia de De la Rúa y ya caído también Rodríguez Saá entramos a la casa rosada Hernán Aguilar, de la asociación de actores, Antonio Linardi de Fundación Crisanto y quien esto escribe, integrantes del comité de emergencia del Foro Argentino de ONGs con trabajo en vih sida, a una entrevista con Capitanich, que si bien recuerdo, era el jefe de gabinete del nuevo gobierno. (*)
Previo a la reunión, Pedro Chequer, delegado de ONUSIDA para la región, nos puso en contacto con el Banco Mundial para que explicáramos la situación de emergencia. El Banco Mundial nos interrogó acerca de cómo se garantizaría que los fondos para una compra de medicamentos para un año esos fondos no se usarían para otra cosa. Le propusimos que el Banco hiciera la compra por su cuenta y entregara los medicamentos al gobierno (sobre la base de un listado que aportamos organizaciones y activistas, ya que el Ministerio estaba desierto aún (**) . 
Con ese acuerdo entramos a dialogar con Capitanich y en quince minutos se acordó que el gobierno adoptaría el procedimiento que discutiéramos con el Banco Mundial. 
La compra se hizo, el nombramiento del nuevo ministro de salud, Ginés González García, llevó unos días, pero ya habíamos constituido el Mecanismo País del fondo Mundial de Lucha contra el sida, la TBS y Malaria y el nuevo Ministro de Salud, Ginés González García, tomó un compromiso importante con el tema. 
De todos modos, NOS llevó unos tres o cuatro años avanzar en forma relativa al acceso total y gratuito al tratamiento para la infección por vih y enfermedades asociadas. 
Si el relato le parece a Huésped que "el acceso al tratamiento estuvo asegurado, independientemente de quien gobernara el país" es para preguntarse qué entiende por "acceso al tratamiento", cuánto valora los perjuicios que cada dificultad causa a una persona expuesta a una enfermedad crónica y aún estigmatizada como la infección por vih. 
Claro que hoy no faltan medicamentos para el vih, pero el comunicado de Huésped hace, de una cuestión que costara vidas, sacrificio militante y la derrota del proyecto neoliberal, algo "natural", siempre garantizado por una Ley sea quien sea el que nos gobierne desde 2015. 
Como en muchos órdenes de la vida, basta con ejercer la memoria para saber que la salud de las personas viviendo con vih no tiene otra garantía que evitar que el neoliberalismo vuelva a gobernar.  

(*) Confiando sólo en mi memoria omití a un compañero de aquel Comite de Emrgencia que vino a la rosada, Antonio Linardi. ahora, en la nueva redacción reparo el error.
(**) Otro ejemplo de las "garantías": el listado de compra que le entregamos la Banco Mundial lo obtuvimos del único funcionario que encontramos al entrar al Ministerio de Salud en diciembre de 2000. No informo su nombre porque en aquel momento pidió que no lo hagamos público, pero su actitud salvó muchas más vidas que las "garantías" que Huésped construye en su versión de la historia.

1 comentario:

  1. Querido compañero Mario Burgos, todo, tal cual lo describís, mi hija murió en el 89, no teníamos ningún medicamento, el AZT no estaba en nuestro país, recuerdo que entre el 91, 92, nos contactamos con ELEA que fue el primer laboratorio que tenía dicha droga y pudimos comprar para las personas que integraban nuestra organización, porque el AZT venía de Miami a un precio que no era accesible para todos (300 dólares más gastos), el precio al que comprábamos era muy pero muy inferior a ese. No había AZT infantil, mi nieto murió en 1994, cuando los únicos medicamentos que teníamos era AZT en cápsulas, DDI y DDC, en el hospital de niños J.J. Vilela fraccionaban el contenido de la cápsula de AZT y así pudo medicarse al nene. En el año 1996 aparecen los antirretrovirales , y en 1997, exactamente el 19 de septiembre, O.F.E.S., presentó un recurso de amparo contra la Pcia. de Santa Fe, que obligó a comprar los medicamentos que no proveía el Estado Nacional. De todas maneras muchos años batallamos (marchas, protesta, infinidades de notas en los medios) porque la entrega fuera en tiempo y forma, cosa que no ocurría y hasta llegaron a fraccionar las entregas. Todo ello pese a que la ley estaba, pero no se cumplía, también hay que reconocer que el peor período fue bajo la dirección de la Dra. Mabel Bianco, pero bueno, eso lo explicitas muy bien en tu nota, tanto el “ahorro” como el repudio en Mendoza, por lo tanto estoy totalmente de acuerdo con todo tu relato. Así fue, hoy por suerte contamos con todos los medicamentos. ¡¡Dios no permita que tengamos que volver a vivir toda la angustia y desesperación de ver sufrir a nuestros familiares y amigos por la falta de tratamientos!!. ¡¡MEMORIA, MEMORIA, MEMORIA!!!!!!
    Un abrazo.
    Gladys

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